La santa volvió al seno del emperador
Miserablemente abandonado por colegas y amantes. Fue el emperador Herhan quien salvó a Liella, que había sido llevada al lugar de ejecución a cambio de sus pecados. Le debía y le dio mucho a Herhan, pero eso fue todo. Liella nunca pensó que se atrevería a sacudir su mundo. Hasta que se da cuenta de que ella es la única santa que puede salvarlo, que es una 'persona maldita con poderes'.
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