Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 120

Por lo tanto, el lugar al que Kira se dirigió fue una escalera que conectaba el palacio real con el Senado. Las escaleras, pulidas con mármol de importación, tenían un ancho suficiente para que pudiera pasar una carreta sin problemas. Sin embargo, la pendiente era bastante empinada, ya que el palacio mismo había sido construido al pie del monte Tira, por lo que las escaleras eran una parte esencial del recorrido.

El sol de la tarde, en temporada seca, caía implacablemente sobre su cabeza y cuernos. A pesar de eso, Kira subió con esfuerzo, apoyándose en la barandilla, que tenía un alto de unos 60 cm.

Vivir en una casa en la cima de las colinas de Acrotiri la había acostumbrado a las escaleras. Ya pensaba que no podía rendirse ahora, por lo que subía las escaleras con determinación.

—De todas las cosas que podrías pedir, ¿por qué una entrada a la biblioteca?

Orión, que la ayudaba a subir las escaleras, preguntó. Su mirada mostraba que todavía no entendía completamente lo que ella había dicho antes.

Kira se dio cuenta del fondo de la pregunta. Estaba preguntando por qué había elegido algo tan simple como una entrada a la biblioteca real como premio, en lugar de algo más valioso.

Un premio. Un premio otorgado personalmente por el rey como recompensa por haber salvado Acrotiri del incendio.

Definitivamente era algo glorioso. Se decía que era la primera vez que alguien recibía un premio en el reinado de George. El joven rey, emocionado por finalmente realizar una acción propia de un monarca, le ofreció oro, finos tejidos orientales o incluso el mejor burro de los establos del palacio, dejándola elegir lo que quisiera.

Pero lo que Kira deseaba desde el principio era una sola cosa.

Acceso a la única biblioteca que existía en la isla. El derecho de poder entrar libremente en un lugar que estaba bajo la supervisión del palacio real. Kira había dicho que sólo eso le interesaba.

Los otros tres miraron sorprendidos, diciendo que era una oportunidad desperdiciada y que ella estaba perdiendo una gran oportunidad. Incluso intentaron forzarle la mano para darle oro, pero Kira se mantuvo firme. Si no fuera porque un sirviente llegó en ese momento a informarles de un asunto urgente y a buscar a George y Saphira, la discusión probablemente habría continuado.

A pesar de todo, Orión parecía lamentar la oportunidad desperdiciada, ya que seguía insistiendo en que reconsiderara su decisión.

—Con solo mostrar mi cara, podrías entrar sin problemas a la biblioteca. No es un lugar tan increíble como para que lo pidas como premio.

—Pero no siempre puedo entrar contigo, Orión. Tal vez algún día tendré que ir sola, y no quiero que la gente piense que solo lo hago gracias a ti.

¿Qué diría el Senado si empezaban a criticarla por entrar libremente en un lugar tan importante? Kira no quería causarle problemas a Orión.

—Además, no es tan increíble como dices. Ya lo sé. ¡Pero seguro que sera una grandiosa experiencia!

—No estoy tan seguro. Es solo un edificio común. Tal vez lo veas tan especial porque nunca has estado allí. Pero no creo que tenga libros interesantes.

Orión, como siempre, dijo algo juguetón y malicioso, pero luego levantó los hombros y agarró una de las manos de Kira, ayudándola a saltar rápidamente una escalera que estaba más alta de lo que pensaba.

Aunque agradecía la ayuda, las palabras de Orion la confundían. Al igual que en los viejos tiempos, cuando Loxias y ella se sumergían en viejas historias, Kira había planeado copiar libros de la biblioteca para leerlos a sus familiares en casa durante las largas noches de verano. Ahora, ese plan se desmoronaba, y se sintió un poco decepcionada, inflando sus mejillas de forma inconsciente.

—¿No hay épicas? ¿O tal vez obras de teatro?

—No. Es la biblioteca del palacio. Solo tiene aburridos documentos oficiales e historias. No tienen esos libros populares que cantan los bardos.

—¿No hay poesía ni himnos?

—Tal vez algo de poesía, pero himnos solo en los templos. ¿Acaso quieres ir a la biblioteca solo para cantar ‘Gloria a Poseidón’?

—No es eso…

Kira, algo decepcionada, infló un poco las mejillas sin darse cuenta. Orión, al verla, pareció darse cuenta de su error, y con una voz más suave, intentó consolarla.

—Saphira también dijo que no tienes que ir allí. Si quieres leer libros, te invitará a su propia biblioteca personal. Esa mujer, aunque regaña a George por gastar tanto, es similar a él respecto al gastar el dinero. No puede evitar comprar libros extranjeros. Si vas a su casa, seguro que encontrarás libros de bambú de los Hua de Oriente.

—¡Vaya! ¡He oído hablar del bambú! Dicen que no tiene ramas y que es una madera lisa y resbaladiza.

Kira, sorprendida, expresó su admiración mientras recogía el conocimiento que tenía al azar. Aunque la civilización en el extremo oriental del continente asiático le parecía fascinante, no podía evitar reflexionar sobre su falta de intención de depender de Saphira.

—En su habitación debe haber libros que te gusten. Si quieres un mejor premio, puedes decirlo hoy, nadie te impedirá nada. ¿Qué te parece si cambias de opinión?

—No, Orión. Estoy bien.

Kira respondió con firmeza, y Orión la miró, visiblemente sorprendido por su respuesta. Kira, al tomar un respiro, sacó el pase de entrada que tenía guardado en su pecho. Aunque parecía una simple pieza de madera, su nombre estaba grabado en ella con un cuchillo, y el sello del rey estaba claramente impreso, mostrando la marca del anillo real.

—Los libros son importantes, pero quiero ver la biblioteca en persona.

—Ah, entonces si solo quieres echar un vistazo…

Orión se detuvo al darse cuenta de lo que realmente quería Kira

—Ya veo. La biblioteca tiene una sala de entrenamiento conectada. Según las reglas que impusimos, la persona que venga a cazarte debe luchar conmigo en la sala de entrenamiento.

Kiea sonrió al ver que Orión finalmente había entendido su intención. Era común en Grecia, donde se entrenaba el cuerpo en los gimnasios y la mente en las bibliotecas, integrar ambas instalaciones. Atlantis no era una excepción. Por eso, la biblioteca también era utilizada por la guardia real para entrenamientos. Aunque no sabía cuántas personas realmente usaban los libros, el lugar era una especie de cuartel para los hijos de nobles y ricos.

—Se dice que Actaeon de Tebas será el tercer cazador. Sería raro si yo, la protagonista, no entro a la sala de entrenamientos. También recibí un pase de entrada para prepararme.

—Como ya dije, con solo mostrar mi rostro no habría problema...

Orión repitió sus palabras una vez más. Pero, al leer la determinación en los ojos de Kira, finalmente cedió.

—Está bien. Si algo pasa y alguien no entiende la situación, será problemático. Ten cuidado de no perderlo.

—Por supuesto. Ah, Orión, ¡creo que esa es la biblioteca!

Finalmente, Kira había llegado a la cima de las escaleras. Aunque Orión seguía insistiendo en que no era un lugar tan impresionante, la impresión de Kira al verlo fue diferente. Como había imaginado, el edificio era grandioso. Las columnas del portal, con patrones verticales tallados, se alzaban hasta los dos pisos de altura, y el techo no tenía un simple triángulo, sino que se arqueaba elegantemente en ambos lados, creando una forma ondulada.

Si hubiera sido en el norte, el diseño probablemente habría sido completamente blanco, buscando una estética limpia, pero no en Atlantis, en la isla del sur. Al entrar al vestíbulo, quedó impresionada por los patrones vibrantes pintados en fresco, y los mosaicos que decoraban el suelo también eran extraordinariamente hermosos. Kira, que generalmente se sentía algo tensa cuando entraba al palacio, se sintió como una turista y comenzó a mirar todo con fascinación. Estaba tan absorta en admirar el lugar que no notó cuando Orión le quitó el pase de entrada de las manos.

El bibliotecario encargado del palacio real era un anciano con una barba tupida. Sin dejar de mirar los cuernos de Kira, le habló a Orión.

—Lord Orionis, ¿qué lo trae por aquí? Parece que no lo veía desde que era un niño.

Su tono era increíblemente respetuoso, lo que hizo que Kira se diera cuenta, una vez más, de cuán alto era el estatus de Orión en esta isla.

—Ahora mismo la sala de entrenamiento la está utilizando la guardia real, pero si lo desea, puedo acompañarlo a revisarla.

—No es necesario. Soy solo un guerrero de nombre. ¿Cuándo me has visto involucrarme en asuntos militares? De hecho, preferiría que evitaras que nos crucemos.

Luego, Orión señaló a Kira con un gesto de su mentón.

—Ella ahora puede entrar aquí cuando lo desee. Si alguna vez aparece, no la detengas, deja que haga lo que quiera.

—Ah, ahh... He oído mucho sobre ella. ¿Te has convertido en el cuidador de la bestia sagrada de Artemisa...?

Al ver la vacilación en la cara del bibliotecario, Kira rápidamente tiró del brazo de Orión, preocupada de que pudiera molestarse.

—N-No voy a dañar los libros. Solo voy a mirar y salir, así que no te preocupes.

Tras pasar por el mosaico del vestíbulo, llegaron a un edificio adyacente, un espacio amplio rodeado por paredes sin acabados. Las ventanas eran pequeñas claraboyas en el techo. Era raro encontrar cristales en las ventanas, lo que hizo que Kira pensara en lo impresionante que era que estuvieran en la biblioteca del palacio real.

El interior era oscuro y fresco. Kira recordó vagamente que tanto el papiro como el pergamino se dañaban si les daba el sol por mucho tiempo.

El lugar estaba completamente silencioso, lo que hizo que Kira sintiera un leve temor a la soledad, acercándose instintivamente al brazo de Orión. Este, por alguna razón, parecía ponerse rígido. El ambiente tenso también la ponía nerviosa, por lo que susurró a Orión:

—Está increíblemente silencioso.

—No podemos interrumpir la lectura de los demás. Aunque parece que no hay nadie aquí.

Orión, a pesar de su comportamiento generalmente irreverente, también respetaba las normas de la biblioteca. Su voz se redujo considerablemente de volumen. Señaló un espacio amplio, rodeado por una escalera en el centro.

—Si hubiera una clase o una conferencia, sería bastante ruidoso. Pero hoy no es uno de esos días.

—Sé lo que es una clase. Lo vi en los recuerdos del príncipe Hipólito. ¿Has asistido alguna vez a una clase, Orión?

—…Cuando era niño. Estuve en el palacio y fui algunas veces.

Al escuchar esto, Kira intentó imaginar a Orión como un niño entre otros chicos, escuchando a un maestro. Sin embargo, por mucho que lo intentara, no podía.

Parecía que Orión notó su confusión, porque se cubrió con su capa, imitó un gesto de envolvérsela, y dijo

—Sé lo que estás pensando. ¿Crees que no encajaría bien en una lectura, verdad?

—No, no es eso. Es que no puedo imaginar a Orión pequeño, como los demás.”

Kura se contuvo de reír, evitando su ataque con rapidez, y corrió por el amplio espacio, cuidando de no hacer ruido al caminar. En el suelo había una figura que podría ser una hada del mar o la diosa de la sabiduría, pero a Kira no le interesaba mucho. Lo que realmente le impresionó fue la enorme estantería que llegaba hasta el segundo piso y los gigantescos frascos de pergamino.

Orión la siguió subiendo las escaleras, caminando sin prisa, y dijo:

—Yo no era como los demás. Siempre crecí rápido.

—¿Como el bambú? Sí, Lox me dijo que el bambú se convierte en árbol en solo unos meses.

—No puedo decir mucho porque nunca lo he visto. En cualquier caso, no tenía muchos amigos. George, si había alguien más cerca, no podía decir una palabra y se ponía a llorar, así que solo estábamos yo, Saphira y él, solo tres en total…

—Estudiaste con solo tres personas. ¿Estudiaste bien?

Cuando Kira llegó al segundo piso, se agarró al barandal y miró hacia abajo. La luz del sol que caía desde el techo formaba un patrón tenue sobre el piso. Mirar entre el techo y el piso la estaba haciendo sentir dolor en el cuello.

Orión, que había llegado detrás de ella, respondió de forma cortante:

—No es que me lleve bien con los libros. ¿Acaso parece que sí?

—Sí. Aunque parezcas alguien que solo sabe de caza y peleas, no eres solo eso.

Kira separó la mano del barandal y observó a su alrededor. Nunca había visto tantos estantes y frascos llenos de pergaminos. En una esquina había tablillas de arcilla y en innumerables frascos había rollos de pergamino enormemente grandes. El papiro, tan valioso afuera, parecía estar tirado por todas partes. El aire olía a polvo viejo.

Kira miró a Orion. Aunque no parecía encajar en ese lugar, ella sonrió ampliamente, pensando que hoy había visto una nueva faceta de él.

—Hoy, Orión, hablaste muy bien frente a los miembros del Senado. Recordaste bien cuánto habían sufrido los habitantes de Acrotiri.

Kira sabía que no se trataba solo de tener buen sentido o ser amable. Junto con lo que había escuchado de George, algo comenzó a clarear en su mente. Orión realmente podría ser el rey de esta isla algún día.

Sumida en sus pensamientos, Kira recordó el momento en que salió de su trance al mirar sus ojos azules.

Era un espacio bastante oscuro, así que Kira rápidamente bajó la cabeza, temerosa de que pudieran descubrir que se estaba sonrojando de nuevo.

—Entonces, estaba pensando que tal vez Orión estudió mucho en el pasado…

Era extraño, ¿verdad? En realidad, no tenía una razón real para andar especulando de esa manera. Cada vez que Orión se quedaba profundamente dormido por la noche, ella podría simplemente colarse y leer sus recuerdos. Al igual que había desenterrado el pasado de Hipólito, también podría descubrir fácilmente la historia de Orión.

Pero Kira no quería hacer eso por alguna razón. No solo porque Orión parecía sentirse incómodo con sus habilidades. Era porque quería escuchar sobre su pasado directamente de él. Más precisamente, quería convertirse en alguien en quien él pudiera confiar lo suficiente como para compartirlo con ella.

¿Por qué pensaba así?

Era extraño.

Perdida en sus pensamientos, Kira fue sacada de su ensueño por la voz de Orión. Él estaba apoyado en la barandilla, mirando hacia abajo.

—Fue hace mucho tiempo. No es exactamente algo de lo que valga la pena hablar.

Traducción: Claire

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas ]

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas ]

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas ]