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Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 22

Capítulo de novela - 116 párrafos

 Capítulo 22

En ese momento, Kira recobró el sentido sobre su cama.

Entonces lo entendió. Oh, su mente estaba despierta, pero su cuerpo todavía dormía. No podía mover un músculo. Creía estar teniendo una parálisis del sueño por haber estado tan cansada.

Su mente iba y venía entre la realidad y los sueños. Se preguntó si Morfeo, el Dios de los sueños, la llevaría a las puertas de Hades. Esos pensamientos siniestros vinieron hacia ella durante la parálisis del sueño.

Entonces se escuchó una voz.

[Kira, ¿qué tal es tu cama en el mundo exterior?]

Abrió los ojos como platos, incrédula. 

¿Pero esto era real? ¿O es que se encontraba en el abismo de los sueños? Kira, que no estaba muy segura, miró a su alrededor. El fresco de la habitación estaba borroso. Era como si su cuerpo todavía siguiera dormido y sólo su alma se hubiera levantado y abierto los ojos.

Como en respuesta a esa especulación, la figura de Loxias apareció de repente desde la oscuridad.

[Mirándote, pareces capaz de vivir bien.]

Sonrió mientras Kira permanecía en silencio, estupefacta. Su largo cabello rubio ahora era corto. La oreja que había sido atravesada por la flecha estaba envuelta en un lino blanco. Como si respondiera al dueño original, la cadena alrededor su cuello brilló.

Su cuello ardió. Kira alzó una mano y trató de quitarse la cadena de encima. Entonces se dió cuenta de que su voz no salía incluso si abría la boca, por lo que cambió su método de comunicación. Después de concentrar el poder de telequinesis en su interior, su intención se transmitió.

[Lox...¡Loxias!]

El chico asintió con la cabeza como si respondiera a su llamada. Parecía un espíritu con los brazos cruzados.

Kira extendió una mano para atraparlo de alguna manera. Fue en vano. Sólo tuvo la sensación de luchar en el aire, pero no pudo moverse de su lugar. Finalmente, cambió de opinión para centrarse en la telepatía.

[Tú, ¿me hablas después de provocar todo esto? ¡Escuché que cerraste el santuario y te fuiste a alguna parte...!]

Kira, que había estado gritando desesperadamente, se sintió un poco incómoda. ¿Podría ser que su débil poder no fuera capaz de transmitir estas palabras correctamente? Sin embargo, no quería escucharlo unilateralmente como en Naxos. No tuvo más remedio que seguir gritando.

[Escucha. ¿Cacería de la bestia divina? ¿Cómo pudiste dar ese oráculo? ¡Si estabas enojado conmigo, solo debías aliviar tu ira sobre mi!]

En realidad, dudaba haber hecho algo por lo cual ser castigada, pero Kira se echó la culpa de todos modos. El cargo de conciencia por involucrar a personas que no tenían nada que ver con la situación era muy grande.

Su mensaje pareció haber sido entregado correctamente. Loxias, que escuchaba en silencio, río. Se acercó y observó a Kira

[No sé de qué estás hablando.]

[Kira hizo lo que quiso. Creo que fui muy claro frente a la costa de Naxos. Si tienes tanta curiosidad por el mundo exterior, entonces te dejaré disfrutarlo tanto como lo desees. ¿Te gusta la isla de La Atlántida?]

[¿Esto es lo que quería…?]

¿Cómo era lo que quería ser empujada a una tierra extraña como ésta?

¿Ser convertida en un objetivo de toda Grecia?

[Así es, como la encarnación de Apolo, hice realidad el deseo de Kira. También hice que aquellos que perturbaron el santuario pagaran el precio que merecían. No me gustó que los miembros de la alianza griega me pidieran dejar de lado toda codicia, así que quería mostrarles qué pasa cuando son abandonados por sus Dioses.]

Sonrió brillantemente.

[Kira, esto es lo mejor. Estoy cansado de ser el mediador de la alianza. No estaría mal tomarse un año de descanso desde este momento.]

Kira se sorprendió por su actitud.

Loxias no estaba tan furioso como en la costa de Naxos. Habiendo recuperado la compostura, poco a poco pareció regresar su bondadoso yo del pasado.

Pero…eso no cambiaba las cosas.

El abismo que Kira no conocía de Loxias se entrelazo con el que estaba justo frente a ella. Como si se revelaran las luces y sombras de una figura que pensaba solo era una mitad de lo que antes era.

De hecho, ¿era este el verdadero Loxias?

¿Este chico egoísta e incomprensible era la esencia de Loxias?

En la costa de Naxos, estaba tan avergonzada que no pudo decir nada. Kira se estremeció un poco por la repulsión. A primera vista, el resplandor existente parecía bastante engañoso.

Loxias, por otro lado, sonrió.

[No creo que haya mucho que hacer todavía. La Atlántida parece estar dándole la bienvenida a Kira en este momento, pero ¿por cuánto tiempo será así? Me pregunto si te tratarán igual si se intensifican las confrontaciones con otros aliados.]

Las ominosas maldiciones en forma de broma continuaron. Loxias aterrizó en la cama y se acercó más y más a Kira. Una mano barrió el edredón ligeramente.

[Pero es una suerte que sea una tierra cálida, así Kira no se resfriará.]

[¡Preocupándote por algo así...! ¿Qué es lo que quieres? ¿Dónde estás?]

[Un Dios no revela su morada. Originalmente, un Dios solo se le presenta a aquellos que son elegidos de entre los humanos que le sirven. No sé... Tal vez regresé al Monte Olimpo tal como esa ruidosa persona estaba diciendo.]

[Dijiste que estabas cansado de ser un Dios. ¡Dijiste que era demasiado!]

Kira protestó. Loxias río juguetonamente.

[Por supuesto, es cierto que estoy cansado de eso. Pero Kira, ya no somos niños. Soy lo suficientemente mayor para conocer el valor y los beneficios que trae mi posición. Así que a veces es muy conveniente hacerse pasar por Apolo… Justo como en este momento.]

[Te lo digo de nuevo. Disfruta este año con todos sus altos y bajos. Si, Loxias se lo pasará en grande viéndote este año. También estoy muy interesado en ver cómo cambiarás después de inhalar el sucio aire del exterior.]

Loxias levantó lentamente la mano y rozó la mejilla de Kira.

[Tampoco pienso volver al santuario hasta el próximo año. No es de mi incumbencia que los aliados griegos peleen entre ellos.]

Kira estaba desconcertada. El contacto había sido tangible. No parecía ser una imagen creada por él.

¿Podría Loxias realmente estar aquí? Tenía esa aterradora sospecha. Sus increíbles poderes también podrían permitirle teletransportarse a largas distancias.

Sin embargo, el cuerpo atado por el sueño no se movía según su voluntad. Kira trató de abrir los ojos de alguna manera. Apenas dejó escapar una sola oración.

[Fingiste ser bueno…]

Loxias se congeló por un instante. Kira no pudo reprimir los pensamientos que brotaron de lo más profundo de su corazón y gritó.

[¡Mentiroso! ¡Has estado actuando como un niño frente a mí! ¡¿desde cuándo te volviste tan ajeno?!¡Lo que estás haciendo ahora es más de lo que nunca...!]

¿No estaba actuando como un Dios que sacaba su ira de manera irracional? Kira trató de acusarlo por haberla engañado. No importaba cuán poderoso sea, era esencialmente igual a Kira. Sólo era un chico de su misma edad.

Fue en el momento en que Kira trató de recriminarle mucho más. Loxias se acercó a ella de inmediato. Presionó ligeramente los labios de Kira con el pulgar y la besó en la mejilla.

Se sintió como un beso de despedida.

El chico bajó lentamente sus ojos plateados mientras se alejaba.

[Estás diciendo tonterías. Ya estás haciendo que parezca que has inhalado el aire mundano. Pero Kira, te aconsejo que no esperes demasiado de los matones del exterior. Tal vez Kira esté destinada a dejar morir a Orionis de Tira o a cualquier otro hombre que te importe.]

Una maldición unilateral continuó como canción de cuna.

[Eso es lo que les sucede a aquellos como nosotros que hemos sido maldecidos por los Dioses. El mundo no puede manejarnos… muy bien, Kira. Hagamos de este año un período de aprendizaje.]

La respiración de Kira se volvió cada vez más entrecortada. Sus mejillas ardían. Los labios de Loxias se sentían como llamas quemando su piel.

En su mente quería objetar, pero no funcionó. Para ella, a quien nunca se le había permitido pelear en toda su vida, la resistencia que presentó hace unos momentos fue el resultado de sus mejores esfuerzos. Las olas continuaron desdibujándose.

Entonces Kira ordenó constantemente a su cuerpo.

«Muévete. Un dedo es suficiente. Despertarás tu rígido cuerpo tan pronto como lo consigas.»

Tenía que abrir los ojos y ver a Loxias. Entonces gritaría. Pero no debía decir nada raro ya que no importaba cuán poderoso sea, ¡Esta vez ella no dejaría que su verdadero corazón se asomara!

¡Después de todo, no le importó cuánto ésta sufrió en el santuario!

Después de mucho esfuerzo, un dedo meñique se movió débilmente. Kira se dio cuenta de que su cuerpo paralizado se aflojó y que su telequinesis se estaba volviendo sensible. Cuando estiró los brazos para alejar a Loxias, su figura se dispersó y desapareció como si se hubiera disuelto en agua.

Finalmente, la telequinesis terminó.

[Te veré más tarde. Puede que tenga que hablar contigo de vez en cuando.]

Siguieron palabras engañosas.

[Espero que tengas un buen día, hermana.]

En ese momento, Kira despertó.

—¿Por qué hablaste tanto en sueños esta mañana?

Kira se sorprendió cuando Orión preguntó repentinamente.

—¿Hablé en sueños?

—No dejabas de quejarte en voz alta. Pensé que estabas enferma o te dolía algo.

—V-Vaya, no lo recuerdo. Fue muy refrescante por la mañana.

Kira pasó por alto el comentario. Sin embargo, no había forma de que lo experimentado la noche anterior hubiera sido borrado por los rayos del sol de la mañana. La cadena dorada todavía irradiaba un calor abrasador como para no olvidar la visita de Loxias.

Solo entonces Kira entendió las palabras del chico. Seguiría observando a Kira desde lejos incluso después de haberse ido. Como los rayos del sol cayendo sobre su cabeza.

Sin embargo, no se molestó en contarle a Orión sobre este hecho. No había necesidad de borrar la sensación de ser observada por él. No quería poner más carga sobre la persona que se vio atrapada en esta situación por su culpa.

Más aún de camino a su casa.

Kira contuvo la emoción y sacudió los recuerdos de la noche anterior. Era la primera vez que montaba un burro. 

Los caballos eran comunes en las praderas continentales, pero los burros eran, con mucho, los animales más útiles en las islas pequeñas. Un burro era más pequeño que un caballo, pero con más tenacidad. A diferencia de los caballos, tienen una habilidad especial para subir pendientes pronunciadas. Si había un inconveniente en un ganado tan excelente, es que eran bastante quisquillosos.

—Este chico vuelve a ser terco otra vez, es por eso que no me gustan los burros.

El burro, que iba bien desde hacía un tiempo, se detuvo de repente y comenzó a protestar. Orión lo agarró por las riendas y tiró de él con fuerza.

El burro, que había estado tirando y empujando durante un tiempo, finalmente perdió en la lucha de poder. Kira preguntó porque se sentía avergonzada de ser la única que montaba.

—¿No vas a montar, Orión?

—¿Quieres que colapse el burro?

Ciertamente era demasiado alto para montar un burro. Orión continuó mientras bajaba la pendiente como si fuera una llanura.

—Estoy acostumbrado a caminar, así que está bien. Normalmente no tomo prestados burros. Traje uno porque sabía que no podrías con el camino.

¿Tu hogar está en la cima de la montaña?  Kira pensó que tenía mala suerte.

Era temprano por la mañana. Cuando Lokira se despertó perturbada, una criada lavó su rostro y la envolvió en un vestido bordado con coloridos estampados de flores.

Al ver esto, Kira infirió lo qué sucedería. A juzgar por la lujosa vestimenta, supuso que probablemente tenían la intención de consagrarla en el santuario. Coincidentemente, el palacio real estaba rodeado por un magnífico santuario de Poseidón.

Actualmente, La Atlántida se encontraba a vísperas de una grave tormenta causada por una problemática divinidad. Para que Kira pudiera ganarse la vida y vivir en ese lugar debía de darles algún tipo de beneficio a cambio. Solo entonces esta tierra sería adecuada para recibir a una bestia divina.

¿Cuánto valdría la gracia de tocar sus cuernos mientras sonreía tranquilamente portando ropa bonita? Tal corazonada no hizo más que aumentar la ansiedad de Kira.

Kira, que había estado pensando en su futuro siniestro durante mucho tiempo, finalmente logró llegar a una conclusión positiva. De todos modos, ¿no sería mejor una vida donde no sería encerrada ni constantemente golpeada? Gracias a imaginar muchas desgracias de antemano, era probable que el golpe fuera menor cuando realmente sucediera.

Orión irrumpió en su habitación y le dijo a quien apenas había reunido coraje.

‘Termina rápido. Después del desayuno, nos iremos a casa’

Según una explicación posterior, se le había pedido a Orión que así fuera.

El Senado ofreció un tratamiento flexible. Mientras algo como un ser divino fuera "traído" a la isla, no importaba cuán gran luchador seas, algo tan valioso no debía ser confiado a nuevos reclutas. Se necesitaba un seguimiento y una gestión un poco más exhaustiva. Era una conclusión válida en la situación en la que se encontraban.

Sin embargo, la decisión ya había sido tomada por el rey y el cónsul. El mejor guerrero de la Atlántida estaría a cargo de la divinidad, quien debía ser custodiada con precaución. Dijo que el Senado no se atrevió a oponerse después de alcanzar tal consenso.

—No hay una sola persona a la que le agrade de entre esos ancianos, pero seremos muchos los que estaremos en problemas si dejo esta isla. Este problema no es algo en lo que puedan interferir.

 —¿Cómo puedes ser tan seguro de ti mismo…? ¿Es porque Orión es hijo de Poseidón?

Kira recordó lo que había escuchado el otro día. Su origen familiar era muy valioso, por lo que lo expresó a su manera.

Orión torció los labios.

—Esa sería una razón hasta cierto punto. Es básicamente porque no soy un tipo muy obediente. Me tratan de loco. Algunas personas incluso me molestan porque vivo en una isla aislada.

De hecho, esa era la razón por la que Kira había sentido curiosidad desde hace un tiempo.

Gracias a las sinuosas vías fluviales del mar, la Atlántida tenía una topografía única en la que las islas exteriores rodeaban a la isla interior en un círculo. La isla interior era una tierra relativamente plana con una montaña que se elevaba en el medio. Las islas exteriores tenían un área grande, pero la topografía era muy ondulada.

La isla interior era el centro de la ciudad. Tanto el palacio como los santuarios se encontraban allí. La mayoría de la realeza, los nobles del Senado, los soldados y la gente adinerada vivían en grupos en esa isla. Las islas exteriores se clasificaron naturalmente como residencia para la clase media baja.

Orión dijo que tenía una casa en una de esas islas a pesar de ser un miembro de la familia real. Kira lo siguió a través del puente sobre el canal del mar. La pendiente que volvía desde el muelle era bastante formidable.

Orión, que caminaba por el sendero como si fuera una llanura, aún vestía un quitón corto. Se había quitado la capa polvorienta y puesto un Himation azul en su lugar. Incluso usó una decoración de hilo con flecos alrededor de la cabeza, lo que le dio un aspecto más prolijo.

De hecho, incluso después de conocer su identidad, Kira todavía tenía una fuerte impresión de que era un experimentado cazador. Pero ahora se veía tan elegante como un sacerdote que había sido preparado para un servicio conmemorativo. Las limpias calles de la isla interior que había visto en el camino hasta aquí parecían más adecuadas para él.

¿Había alguna razón especial por la que tenía una casa en una isla exterior?

De hecho, había otras cuestiones que importaban más que eso. ¿Estaba bien que Orión compartiera su hogar con una criatura tan problemática?

A pesar de estar desconsolada por las secuelas de la vida en el santuario, las preocupaciones de Kira se acumulaban cada vez más mientras subía la pendiente. Hacerse de su casa de esta manera tan descarada realmente le preocupaba.

Traducción: Claire

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