Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 5
Capítulo de novela - 143 párrafos
Capítulo 5
¿Quién rayos era ese hombre?
¿Un pirata? ¿Un maniático maldecido por los Dioses?
Al día siguiente, Lokira se sobresaltó al mirarse en el espejo. Sus ojos estaban hundidos al no haber podido conciliar el sueño en toda la noche.
Los gritos del hombre en la cueva aún eran vívidos. Se culpaba a sí misma por su decisión mientras recogía agua en una palangana y limpiaba su rostro.
—¡Estúpida, eres tan estúpida! ¿Por qué tuviste que bajar allí...?
Lamentaba su imprudencia durante la noche anterior. ¿Quién habría imaginado que el primer forastero con el que entraría en contacto en su vida sería un aterrador criminal? ¡No se trataba de un ladrón, sino de un asesino!
Lokira ni siquiera podía culpar a los Dioses por guiarla hacia tal atroz criminal. Fue ella misma quien actuó ante la tentación de bajar los escalones de piedra.
Incluso si hubiera sido una mujer y no un hombre, incluso si hubiera sido un delfín o un dragón marino, Lokira habría bajado eventualmente.
A pesar de la disciplina impartida por la suma sacerdotisa durante todos estos años, Lokira todavía sentía curiosidad por el mundo exterior. La culpa consumió su corazón al no poder deshacerse de ese viejo hábito de su bestia interior.
«Oremos.»
Así es, la suma sacerdotisa dijo que Lokira debía orar en momentos como estos. Dijo que si dedicaba su corazón a la diosa, la maldición de la bestia podría desaparecer algún día.
Érase una vez, cierto rey rezó fervientemente a Afrodita. ¿No fue gracias a eso que consiguió desposar a su amada estatua al ésta convertirse en humana?
Artemisa era tres veces más poderosa que Afrodita, por lo que no podía hacer otra cosa. Lokira se arrodilló y rezó fervientemente.
«Lo lamento, Artemisa. Me equivoqué. Por favor, haz que ese hombre pase desapercibido y se vaya sin más. No permitas que descubran lo que hice ayer y me azoten por ello…»
La ventana del pasillo se abrió abruptamente mientras oraba con fervor. La sacerdotisa le tendió una bandeja con el desayuno.
—Señorita Lokira, todavía es muy temprano por la mañana. Por alguna razón, la gran Diosa está rezando con vigor.
Su tono despectivo. Lokira aceptó la bandeja avergonzada. Antes de que pudiera decir algo, la ventana se cerró de golpe y chasqueo el pestillo.
Volvió a estar sola dentro de esa pequeña habitación.
Todos los días era la misma rutina.
Después de observar a través de la ventana por un tiempo, Lokira se sentó en la mesa. La pequeña habitación estaba en silencio. Sólo la luz del sol iluminaba débilmente la habitación a través de las rejillas de hierro.
Estaba acostumbrada a comer sola. La soledad le era tan familiar como respirar, solo que esta vez la sintió más pesada. Las palabras de la sacerdotisa habían atravesado su corazón con un golpe particularmente agudo.
«La gran Diosa»
Lokira era una Diosa nominal consagrada por las sacerdotisas.
Sin embargo, no se la consideraba muy noble.
Una deidad que estaba muy por debajo de los seres humanos perfectos. Ni siquiera se la consideraba una bestia auspiciosa. Para ellas Lokita sólo era una criatura portadora de un par de abominables cuernos que parecían haber sido injertados incorrectamente. Incluso su poder era pobre, por lo que sólo se la comparaba con Loxias.
No era muy buena en ello, pero comía todo lo que le servían y se comportaba con regularidad. Sin embargo, solían darle una mirada muy repugnante y ofendida cuando actuaba con torpeza.
Cada vez que eso sucedía, Lokira reflexionaba sobre su situación.
No era un ser humano. Era un monstruo con cuernos.
Un animal puede ser encerrado en una jaula y alimentado hasta que sea el momento adecuado para deshacerse de él.
Lokira se atragantó después de arrancar un trozo de pan de cebada y llevarlo a su boca.
Terminó golpeando su pecho pues la sensación no pasaba aún después de rodarlo con agua.
Definitivamente se encontraba así porque ayer había recibido aire fresco al escapar de esas cuatro paredes. El aire encerrado de su habitación se había vuelto desconocido.
Su nariz estaba tapada y podía olfatear muy poco. Incluso había perdido el apetito, pero si no terminaba su comida la volverían a azotar.
En ese momento, de repente recordó al hombre que estaba allí abajo.
«¿Estará bien si no se alimenta?»
Más allá de los agudos ecos, el rostro sangrante de aquel hombre llegó con claridad a su mente.
La herida del hombre era bastante grave. Gracias a esto, no pudo darse cuenta de los cuernos de Lokira. Incluso creía que era una simple sacerdotisa.
Al recordar ese hecho, una ola se elevó repentinamente en su corazón.
Eclipsando la oración anterior, la naturaleza de la bestia comenzó a instar un impulso maligno.
Daba igual si era aquí o allá, de todos modos sería ignorada. Entonces, ¿no sería más cómodo pretender ser un humano?
Si su oponente estaba lo suficientemente débil, ella estaría a salvo siempre y cuando mantuviera su distancia. Lokira se preguntaba si podría ser estrangulada hasta la muerte.
Tenía tanto miedo anoche que no tuvo tiempo de pensar. Tras una inspección más detenida, llegó a la conclusión de que ese hombre no parecía tener la intención de matarla.
¿Qué quería decir con "piérdete"en primer lugar? Lokira fue, en todo caso, su salvación. Trabajó muy duro para moverlo hasta allí, ¡así que fue muy grosero de su parte echarla de esa manera!
Actuando con arrogancia sin pensar correctamente, para citar las tan frecuentes palabras de la suma sacerdotisa, Lokira pensó que debía “poner en práctica” esas mismas palabras. Como era de esperarse, llegó a la conclusión de que no estaba bien temblar y obedecer a todo lo que decía la suma sacerdotisa.
De todos modos ese hombre sería una muy buena opción para deshacerse de las sobras.
Tenía altas expectativas de que el almuerzo que a ella le resultaba difícil de ingerir a él le sentaría de maravilla.
Endureciendo su corazón, Lokira sacó una sábana limpia del armario. Después de envolver cuidadosamente la comida, la guardó en un frasco.
—¿Podrías darme un poco de analgésicos y ungüentos? El lugar donde ayer me golpeó la suma sacerdotisa todavía me sigue doliendo…
Dijo mientras mostraba el dorso de su mano azotada. Era una suerte que su roja hinchazón tuviera un aspecto convincente.
La sacerdotisa la miró con frialdad. Lokira bajó las cejas para inducir la mayor simpatía posible.
La sacerdotisa que estaba estimando la ganancia y pérdida de atender tal solicitud, dijo.
—Necesito clasificar hierbas recién recolectadas. La señorita Lokira sabe cómo hacer eso, ¿verdad?
—Sí, sí, lo haré. Las clasificaré durante el día.
—Bien, te traeré una canasta más tarde.
La sacerdotisa tiró del cabello de Lokira con fuerza justo antes de que se diera la vuelta. Por un momento, sintió como si le arrancaran el cuero cabelludo.
La ventana se cerró antes de que Lokira pudiera decir algo. Aun así, temiendo que su expresión se alterara, obligó a sus labios a endurecerse.
El trabajo que le encomendó la sacerdotisa fue peor de lo que imaginaba. No sólo la canasta era muy grande, sino que las hierbas estaban mezcladas y llenas de tierra. A primera vista, parecía ser sólo mala hierba arrancada al azar.
Gracias a esto, Lokira tuvo que lavar y secar el contenido de la canasta uno por uno. Tenía prohibido sostener cuchillos, por lo que recortó las hierbas y las clasificó una por una con sus propias manos.
Era un golpe bajo, pero la vida en el exilio era aburrida de todos modos. Tener trabajo que hacer no era tan malo. Había estado viviendo en ese templo desde que era una bebé y su nivel de educación superaba el de cualquier sacerdotisa principiante.
La sacerdotisa suspiró al ver el resultado. No había nada que criticar. Lokira consiguió algunos analgésicos y ungüentos, así que fue un buen trato.
Una cantimplora con agua se preparó con anticipación y la cena también se dividió por la mitad. Después de tener listos todos los preparativos, Lokira esperó a que llegara la noche.
Fue emocionante. Era muy raro de ella planear y ejecutar algo. Aunque se trataba de una visita al autoproclamado asesino, estaba claro que experimentaría un estímulo diferente a la cotidianidad de su pequeña habitación.
No pasó mucho tiempo antes de que se escuchara un chasquido para indicar que se apagaban las luces.
Lokira bajó los escalones de piedra con el paquete en brazos.
Caminó un poco más rápido a comparación de ayer. Fue una suerte que el Monte Quinto no fuera tan alto.
Mientras pasaba bajo la sombra de las copas de los árboles, el mar se acercaba y brillaba intensamente con la luz de la luna. Fue en el momento en que pensó en lo hermosa que era esa escena cuando se dio cuenta de un cambio a la distancia.
El barco había sido movido.
Justo ayer estaba en una posición bastante visible.
Pero hoy había sido trasladado a la sombra del acantilado costero. Definitivamente no había forma de que haya sido arrastrado por el agua. Había sido llevado hasta ese lugar por una sola persona.
Lokira supo de inmediato lo que había pasado. El hombre había tomado medidas para evitar ser notado al mirar hacia abajo desde la cima de la montaña.
«¿Te subiste al barco sin poder ver bien?»
Al parecer, el hombre era mucho más fuerte de lo que esperaba. Estaba un poco nerviosa pensando si podría llegar a matarla con esa condición física suya.
«Pero ya he venido hasta aquí.»
Si regresaba sobre sus pasos, el arduo trabajo que había realizado durante el día habría sido en vano. Lokira se recompuso y husmeó alrededor de la entrada de la cueva.
El hombre todavía estaba allí.
La luz de la luna también iluminaba las paredes de la cueva. Había una sombra recostada en ésta.
No fue hasta entonces que se dio cuenta que ni siquiera sabía el nombre de ese hombre. Lokira dudó sobre qué decir. El hombre ni siquiera prestó atención como si hubiera sabido que se había estado acercando desde antes.
—Eres tú otra vez. Te dije que te fueras.
Hubo un bajo gruñido acompañando sus palabras.
Lokira se encogió instintivamente. Sin embargo, ese nivel de desprecio era algo que podía ignorar. Al pensar en los fríos ojos de las sacerdotisas, el hombre daba menos miedo que antes. Después de asegurarse de que el velo estuviera bien envuelto alrededor de su cabeza, tragó en seco y respondió.
—Solo vine porque me han quedado algunas sobras.
Nunca antes había hablado con tanta fuerza, por lo que su voz se quebró. La aclaró tosiendo un poco.
—Habra más injusticia si te mueres de hambre en el santuario.
—Déjame en paz. Estoy a punto de descargar mis cosas del barco.
El hombre respondió.
Como para probar su punto, había un objeto que no había visto a su lado.
Era un arco. Era mucho más grande y grueso que los que llevaban los guardias. Incluso también había un carcaj negro.
Algo del tamaño de un antebrazo en su cinturón emitía una luz reflectante. Era un cuchillo tan grueso como un hacha. También traía consigo una espada pesada que se usaba comúnmente para cortar ramas.
Él era un hombre que realmente sabía cómo utilizar un arma. La palabra “asesino” de repente se volvió muy clara para Lokira, quien tembló levemente. Los horribles crímenes cometidos en el exterior de los que Loxias había mencionado, hicieron volar su imaginación.
Pero no quería huir tal como lo había hecho la noche anterior.
Lokira dijo mientras abrazaba el paquete con fuerza.
—Debes ser muy fuerte como para mover el barco con ese cuerpo e incluso traer tu equipaje hasta aquí. Me había estado preguntando si habías muerto durante la noche.
—A diferencia de tí.
El hombre se encogió de hombros.
Maldita sea, no podía contradecirlo. Lokira estalló en un ataque de ira, avergonzada.
—Estoy segura que no habrás tenido nada que comer. ¿O será que comiste pan remojado en agua de mar?
Dejó el paquete en el suelo y desató el nudo. Pan de cebada, queso y crema de aceitunas. Incluso trajo toda la carne seca que le fue llevada durante la cena.
—Te lo estoy dando porque me ha sobrado un poco de comida durante la cena. Come como prueba de tu agradecimiento.
Lokira se agachó y colocó una mano en su barbilla.
No importaba cuán salada y húmeda fuera la cueva, el olor ya se habría esparcido deliciosamente.
Lokira se asombró de sí misma mientras hablaba. ¿Cómo es que podía decir las cosas sin vacilar? El hábito de tratar siempre de complacer a los demás con buenas palabras mientras ocultaba sus pensamientos más íntimos se había ido. ¿Quizás era porque este hombre no sabía sobre sus cuernos y tampoco parecía querer intentar golpearla todavía?
Esperando frente a la comida de esa manera, de alguna forma sentía que estaba domesticando a un ratón. Fue exactamente lo que sucedió aquella vez cuando esparció pan y esperó a que saliera uno de un hoyo. Fue su amigo y compañero de encierro, lo cual era lamentable debido a su corta vida.
Este ratón en cambio era increíblemente enorme.
El hombre pareció vacilar por un momento.
Sin embargo, la tentación de la comida fue más fuerte. Todo lo que había comido durante el día habría sido insuficiente para su cuerpo a la deriva. Sobre todo si era tan grande.
El hombre inmediatamente chasqueó la lengua con un "¡Tsk!" y se acercó de inmediato.
Lokira empujó el paquete hacia él. Observó entonces al hombre acabar con las sobras a una distancia de cinco pasos.
Para ser honestos, fue más interesante que ver a ratón royendo pan. El hombre comió pan, queso, aceitunas y carne, todo a la vez. Parecía bastante hambriento.
Si éste fuera el caso, ¿escucharía ahora lo que tenía que decir? Lokira aprovechó la oportunidad para preguntarle al hombre.
—¿De dónde eres? ¿De Quíos?
Se había jactado de haberle hecho daño a la princesa de Quíos.
Sería bueno que lo corrigiera de inmediato, pero el hombre se mostró cauteloso por un momento. Habló por lo bajo.
—Es terrible el sólo pensar en esa desquiciada. ¿De qué me serviría decírtelo?
—Entonces, ¿eres de Atenas?
—No, no es así.
—¿Tebas? ¿Micenas? ¿Esparta?
—No hagas preguntas innecesarias.
—Viendo que hablas griego, no debes ser egipcio ni asirio. Y como las amazonas del norte son un reino de mujeres, tampoco puedes ser de allí. ¿Será que eres celta, del oeste? ¿O quizás un Hua (de los Hua-Xia) del este?
—Estas empezando a decir tonterías. ¡¿Acaso parezco un bárbaro?! (extranjero)
El hombre estalló.
Pero así no era como se veían esas personas. Lokira no se sorprendió esta vez. Este hombre sólo tenía una forma de hablar un poco ruda, pero no tenía intención de hacerle daño. Ahora que lo había notado, el miedo desapareció un poco.
Estaba lo bastante familiarizado con el mar de por aquí, hasta el punto de cruzar por su cuenta el mar Egeo. Sin embargo, era absurdo abordar un barco tan pequeño. Los barcos de suministro provenientes de Mykonos y los barcos de guerra que llegaban durante las reuniones de la alianza eran grandes incluso en la distancia.
—Sólo responde, ¿o es que tengo que nombrar a todos los miembros de la Liga Helénica?
Mientras tanto, Lokira notó que la comida se había ido por completo, por lo que mencionó con asombro.
—Dijiste que no lo necesitabas pero parece que acabaste con todo. ¿No le dirás tú ciudad natal o por lo menos tu nombre a la persona que te dio de comer?
El hombre que había recogida la última aceituna entonces la devolvió a su sitio.
Juntó sus gruesas cejas y dejó escapar un quejido. Parecía estar realmente indeciso en lo referente a su deseo de sobrevivir o mantener su dignidad social
Fue sólo después de saciar su sed al terminar el contenido de la cantimplora que sus ojos azules, los cuales únicamente se abrían de un sólo un lado, miraron a Lokira.
—...No creo que estés preguntando esto para informar a otros, sacerdotisa de Artemisa, quien debería mantenerse alejada de los hombres y es poco probable que quiera ser malinterpretada por la noche.
¿Parecía dudar de sus intenciones? Ella le respondió.
—Si me atrapan, seré golpeada por la suma sacerdotisa. Entonces, ¿no responderás a mi pregunta?
—Orionis.
Respondió bruscamente.
Lokira abrió mucho los ojos por la sorpresa. El hombre continuó hablando con seriedad, sin ningún signo de picardía.
—Mi nombre es Orionis. Orionis de Tira*. Otros me llaman Orión. Puedes llamarme como quieras.
Lokira abrió aún más la boca. Efectivamente, el hombre no era un extranjero desconocido. Tira era una tierra que ella también había escuchado mencionar.
Era parte de la Liga Griega, al sur del mar Egeo. Se decía que estaba al norte de la gran nación de Creta, en el extremo sur.
Sin embargo, por lo que había escuchado de Loxias…
—Si es Tira, debe haber un nombre diferente para ese lugar.
—Es cierto que la nación donde se encuentra esa ciudad tiene un nombre más importante. Sí, soy de Atlántida. Entonces, ¿qué estás escondiendo bajo esa tela?
*Tira: En la antigua Grecia, Tira (o Thyra) era una ciudad que estaba situada en la isla de Thira (actualmente conocida como Santorini) en el mar Egeo. Tanto en la antigua Grecia como en la actualidad, es conocida por su importante ubicación estratégica y su papel en el comercio y la cultura de la región.
Traducción: Claire
- Capitulo 147: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 147
- Capitulo 146: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 146
- Capitulo 145: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 145
- Capitulo 144: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 144
- Capitulo 143: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 143
- Capitulo 142: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 142
- Capitulo 141: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 141
- Capitulo 140: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 140
- Capitulo 139: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 139
- Capitulo 138: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 138
- Capitulo 137: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 137
- Capitulo 136: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 136
- Capitulo 135: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 135
- Capitulo 134: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 134
- Capitulo 133: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 133
- Capitulo 132: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 132
- Capitulo 131: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 131
- Capitulo 130: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 130
- Capitulo 129: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 129
- Capitulo 128: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 128
- Capitulo 127: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 127
- Capitulo 126: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 126
- Capitulo 125: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 125
- Capitulo 124: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 124
- Capitulo 123: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 123
- Capitulo 122: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 122
- Capitulo 121: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 121
- Capitulo 120: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 120
- Capitulo 119: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 119
- Capitulo 118: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 118
- Capitulo 117: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 117
- Capitulo 116: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 116
- Capitulo 115: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 115
- Capitulo 114: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 114
- Capitulo 113: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 113
- Capitulo 112: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 112
- Capitulo 111: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 111
- Capitulo 110: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 110
- Capitulo 109: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 109
- Capitulo 108: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 108
- Capitulo 107: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 107
- Capitulo 106: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 106
- Capitulo 105: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 105
- Capitulo 104: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 104
- Capitulo 103: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 103
- Capitulo 102: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 102
- Capitulo 101: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 101
- Capitulo 100: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 100
- Capitulo 99: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 99
- Capitulo 98: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 98
- Capitulo 97: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 97
- Capitulo 96: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 96
- Capitulo 95: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 95
- Capitulo 94: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 94
- Capitulo 93: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 93:Capitulo 93
- Capitulo 92: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 92
- Capitulo 91: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 91
- Capitulo 90: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 90
- Capitulo 89: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 89
- Capitulo 88: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 88
- Capitulo 87: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 87
- Capitulo 86: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 86
- Capitulo 85: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 85
- Capitulo 84: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 84
- Capitulo 83: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 83
- Capitulo 82: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 82
- Capitulo 81: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 81
- Capitulo 80: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 80
- Capitulo 79: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 79
- Capitulo 78: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 78
- Capitulo 77: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 77
- Capitulo 76: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 76
- Capitulo 75: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 75
- Capitulo 74: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 74
- Capitulo 73: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 73
- Capitulo 72: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 72
- Capitulo 71: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 71
- Capitulo 70: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 70
- Capitulo 69: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 69
- Capitulo 68: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 68
- Capitulo 67: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 67
- Capitulo 66: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 66
- Capitulo 65: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 65
- Capitulo 64: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 64
- Capitulo 63: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 63
- Capitulo 62: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 62
- Capitulo 61: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 61
- Capitulo 59: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 59
- Capitulo 58: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 58
- Capitulo 57: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 57
- Capitulo 56: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 56
- Capitulo 55: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 55
- Capitulo 54: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 54
- Capitulo 53: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 53
- Capitulo 52: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 52
- Capitulo 51: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 51
- Capitulo 50: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 50
- Capitulo 49: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 49
- Capitulo 48: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 48
- Capitulo 47: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 47
- Capitulo 46: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 46
- Capitulo 45: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 45
- Capitulo 44: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 44
- Capitulo 43: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 43
- Capitulo 42: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 42
- Capitulo 41: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 41
- Capitulo 40: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 40
- Capitulo 39: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 39
- Capitulo 38: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 38
- Capitulo 37: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 37
- Capitulo 36: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 36
- Capitulo 35: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 35
- Capitulo 34: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 34
- Capitulo 33: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 33
- Capitulo 32: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 32
- Capitulo 31: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 31
- Capitulo 30: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 30
- Capitulo 29: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 29
- Capitulo 28: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 28
- Capitulo 27: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 27
- Capitulo 26: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 26
- Capitulo 25: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 25
- Capitulo 24: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 24
- Capitulo 23: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 23
- Capitulo 22: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 22
- Capitulo 21: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 21
- Capitulo 20: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 20
- Capitulo 19: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 19
- Capitulo 18: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 18
- Capitulo 17: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 17
- Capitulo 16: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 16
- Capitulo 15: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 15
- Capitulo 14: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 14
- Capitulo 13: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 13
- Capitulo 12: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 12
- Capitulo 11: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 11
- Capitulo 10: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 10
- Capitulo 9: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 9
- Capitulo 8: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 8
- Capitulo 7: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 7
- Capitulo 6: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 6
- Capitulo 5: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 5
- Capitulo 4: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 4
- Capitulo 3: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 3
- Capitulo 2: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 2
- Capitulo 1: Bailando En Un Mar Legendario – Novela Capítulo 1:Prólogo
Deja un comentario