Buscando Al Papá Del Bebé Dragón – Novela Capítulo 7

[Traductor: P꒪˙꒳˙꒪]

Capítulo 07

Desafortunadamente, Alexion no logró reconocer la sinceridad de Iris.

"¿Estás segura de que eso es realmente una carta para tu lugar de trabajo?"

"¿Tendría alguna razón para mentirle, Su Gracia?"

La mirada carmesí de Alexion se volvió fría.No, su ya gélida mirada se volvió aún más helada.A Iris se le secó la boca.

Alexion… sospechaba de ella.

'¿Por qué, exactamente?'

Por más que lo pensara, Iris no había hecho nada que justificara tal desconfianza.

Iris le entregó la carta sin resistencia.Si se negaba a mostrársela solo por estar molesta, las cosas no harían más que empeorar.

"¿No tienes otras cartas?"

Los ojos de Alexion se posaron en su muñeca.El vestido que llevaba Iris era tan viejo y le quedaba tan ajustado que no había realmente lugar para esconder algo, salvo en las mangas.

"Las mangas."

Iris suspiró y volteó las mangas vacías para mostrárselas.

Alexion rompió el sobre con la mano, sacó la carta y la leyó.Su rostro rígido se suavizó, apenas perceptiblemente.

"¿Ahora me cree?"

Iris se encogió de hombros.No estaba enojada.Solo esperaba que él dejara de sospechar de ella.

"No tengo intención de informarle a nadie más sobre este asunto sin su permiso, Su Gracia."

Cayó el silencio.

"Ven conmigo."

"¿Perdón?"

"Dijiste que ibas a enviarla."

Alexion habló de forma cortante.

"Al parecer no consideraste que la residencia del Duque tiene su propia sala de correos."

"Ah……."

"La sala de correos está en el anexo, así que será difícil de encontrar. Olvídalo si no quieres venir."

"¡V-Voy a ir!"

Iris no era tan tonta como para no darse cuenta de que Alexion le estaba haciendo un favor.Él bien podría haberle dicho cómo llegar o haberla dejado en manos de otra persona.Pero, por alguna razón, eligió guiarla personalmente.

'Qué bueno que me encontré con Alexion.'

Resultó que el anexo estaba ubicado detrás del edificio principal, al otro lado de un pequeño jardín en forma de laberinto.La distancia no era larga, pero era un camino que le habría resultado difícil de recorrer sola.

Poco después, una enorme cerca de tuyas les dio la bienvenida.Altos y verdes árboles estaban agrupados densamente, como si intentaran alcanzar el cielo.

Iris parpadeó varias veces.No fue por la común cerca de arbustos.

'...¿Sonidos de llanto?'

Guau, guau. Se oía el ladrido de un perro, el gorjeo de pájaros, el rugido de alguna bestia salvaje…Podían escucharse diversos sonidos de animales.

Alexion la miró de reojo.

"¿Tienes miedo?"

"……Sí."

Iris respondió con honestidad.Con el rugido de una bestia salvaje en el aire, ¿cómo no iba a tener miedo?Incluso si estaban bien entrenados, los animales podían actuar de forma impredecible en cualquier momento.

"Qué lástima. Tengo que revisarlos a esta hora todos los días."

"¿Revisar… qué?"

"Sí. No tienes que venir si tienes miedo."

Con esas palabras, Alexion apartó las densas tuyas y entró.

Iris dudó por un momento antes de seguirlo.

Iris se cubrió la boca con ambas manos.La escena ante sus ojos era realmente impactante.

Contrario a lo que había imaginado, los animales estaban todos confinados en jaulas, pero el entorno en sí no era lo que le causaba impresión.Cada jaula era espaciosa y estaba adaptada adecuadamente a las necesidades de los animales.

Lo que dejó a Iris sin aliento fue… el estado en que se encontraban los animales.

Un perro con una pierna menos.Un corzo que no podía correr bien.Un tigre que seguía chocando con las cosas porque era ciego.Un cisne con un ala extrañamente doblada…

Además, había muchos otros animales que claramente tenían distintas discapacidades físicas.

"…Todos son animales que habrían muerto si no fuera por mí."

En la voz de Alexion se percibía una ira helada.

"Y todos terminaron así por culpa de los humanos."

Algo era extraño.En las palabras de Alexion, Iris percibía un odio mucho más profundo que la simple ira hacia los humanos malvados que lastimaban a esos animales.'...¿Por qué?'Iris reflexionó por un momento sobre la razón, pero no se le ocurrió nada.

Alexion reprimió un suspiro, revisó el estado de cada animal y les ofreció un poco de comida junto con su toque y calidez.Tal como había dicho, al asegurarse de que los animales estaban bien y a salvo, su expresión se tornó satisfecha.Pero Iris no podía sonreír con él.

"……"Sus ojos, que habían estado ardiendo por un rato, finalmente cedieron, y lágrimas cristalinas comenzaron a deslizarse por su rostro.

Alexion la observó.Un atisbo de desconcierto y leve incomodidad nubló sus ojos rojos."¿Por qué llora?"

"……No lo sé."No, en realidad sí lo sabía.Solo que no quería decirlo.

Iris también había estado alguna vez en una situación no muy distinta a la de esos animales discapacitados y confinados.

Hace doce años.Fue secuestrada por un lunático y sometida a diversos experimentos mágicos.

'Si ese chico no me hubiera salvado... probablemente aún seguiría atrapada ahí.'

La voz de ese niño aún resonaba con claridad en sus oídos:"Estoy bien, así que… corre sin mirar atrás. ¿Lo entiendes, Iris? Tienes que traer a los adultos. N-No vuelvas nunca."

Aquel niño, cubierto de sangre, ayudó desesperadamente a Iris a escapar.Y ese niño, cuyo nombre Iris ni siquiera conocía, probablemente ya estaba…

Las lágrimas comenzaron a fluir de nuevo.

"……¿Mi lady?"Alexion la llamó, visiblemente incómodo.Él tampoco parecía haber anticipado esta situación en absoluto.

Iris respondió con voz entrecortada por la emoción:"……Son tan desdichados."

Aunque el motivo de su compasión era diferente, Alexion asintió ante sus palabras.

"Sí, son criaturas desdichadas."La voz de Alexion era mucho más suave."Y no hay muchas personas que lo reconozcan."

Iris estuvo completamente de acuerdo con esa afirmación.

El anexo estaba a solo unos minutos a pie de las jaulas de los animales.El empleado de bajo rango que dormitaba en la sala de correo se puso firme y saludó tan pronto como vio a Alexion.

Alexion le entregó la carta y dijo:"A partir de ahora, haz que una doncella se encargue de estas cosas. Para eso se te asignaron."

"……Sí."

De hecho, Iris también pensaba que eso habría sido mucho mejor.Pero sabía muy bien por qué no había podido pedirle ayuda a Miriam.

Los días en que podía recibir ayuda de las doncellas sin pensarlo habían quedado atrás.Iris había tenido que aprender a hacer todo por sí misma de principio a fin, y como resultado, dudaba en hacer peticiones que pudieran incomodar a los demás.

'Pero, dado que la situación ha cambiado… yo también necesito cambiar.'

Si hubiera recibido ayuda de una doncella con la carta, podría haberla enviado fácilmente, pero las cosas se salieron de control porque intentó encargarse de todo sola.Aun así, Iris no se arrepentía.

Porque gracias a eso, pudo aclarar algunos malentendidos sobre Alexion, a quien pensaba que solo era frío.Porque pudo vislumbrar su sinceridad, sin adornos ni fingimientos.

Cuando levantó la cabeza, Alexion, que ya estaba dándose la vuelta para irse, llamó su atención."Gracias, Su gracia."Al saludarlo con un leve retraso, Alexion giró ligeramente la cabeza para mirarla.

Su ceño, tan bien delineado, se frunció levemente."Te dije que me llames Alex."

Luego se marchó.Como si realmente solo hubiera venido para mostrarle la ubicación del anexo.

Lo que recibió a Iris al volver a su habitación fue un pequeño dragón completamente furioso.

"¡Kyuuuu!"

Estaba agitando sus alas rosadas con todas sus fuerzas, como si estuviera protestando.

"¡Kkyuuuuuuu!"

Iris lo observó en silencio, atónita.Aunque no podía pronunciar una sola palabra, la intención en su expresión era clara.

¿Este pequeño… está molesto?

"Frijolito."Iris intentó llamarlo con la voz más suave posible.

No era tan difícil adivinar el motivo de su enojo.Estaba molesto porque al despertar, su madre —que siempre debía estar a su lado— no estaba allí.

Dado que no entendía palabras en absoluto, sería mejor consolarlo en lugar de intentar explicarle la situación.'Aun así, debería intentarlo.'

"Solo salí un momento para ocuparme de algo."

El pequeño dragón infló el pecho.Claramente era un intento de verse más grande y temible, pero...

'No da miedo en lo absoluto. ¡En realidad es adorable!'

Esos eran los únicos pensamientos que pasaban por su mente, y que probablemente enfurecerían aún más al pequeño dragón si los supiera.

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