Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso Novela capítulo 148

[Traductor: Mayu]

“Gracias”, dijo Aden. La trataba con sumo respeto. Los otros Delrose también lo hicieron, y no sólo por su ejemplo. El respeto que mostraban a Bertha provenía del respeto y el amor que sentían por Ilyin.

“Ilyin está viviendo en un buen lugar”, dijo riendo. Una gruesa manta azul rodeaba sus hombros. Aunque ya no hacía frío, siguió envuelta en ella. Le gustaba su suavidad.

“Le debemos tanto”, dijo Aden. Puede que su poder abriera el camino, pero fue su previsión la que puso el carruaje de Milo en el lugar y el momento adecuados para encontrarse con Etra. Y su conocimiento de la previsión de ella fue lo que le guió a usar su poder en primer lugar.

“No sé si salvar a mi propia nieta es algo por lo que debas estar en deuda conmigo”, respondió con una sonrisa. Señaló a Milo con su bastón. “Aunque si este tipo no se tomará su tiempo, no podríamos haber llegado ni antes.”

La cara de Milo parecía ponerse azul. Idith le envió una mirada de simpatía.

El estado de Ilyin mejoraba notablemente. Ahora se encontraba en un estado más parecido a un sueño normal y reparador. Con su señora fuera de peligro inmediato, las otras criadas se habían marchado, dejando sólo a Bertha, Aden, Milo y Etra vigilando la habitación de Ilyin.

“¿También viste a la persona que la atacó en tu sueño?” preguntó Aden. Por mucho que lo intentara, no podía ocultar el tono de ira en su voz. Cuando encontrara a esa persona, lo pagarían.

“Hmmm”, dijo Bertha pensativa. Estudió a Aden. Era el señor de esta tierra, tenía derecho a un poco de arrogancia. Pero también era capaz de discernir. Aden no sacrificaría lo que era mejor o lo que se necesitaba sólo por orgullo.

Delrose no pudo encontrar al intruso, pensó. Aunque la fría mirada de Aden decía que lo encontraría. Brillaban con resolución: hará sangrar a esa persona más de lo que lo ha hecho Ilyin.

“No”, dijo ella. Tomando la mano de Ilyin, pudo sentir que su temperatura volvía a la normalidad. “Sólo preví que Ilyin resultaría herida.”

“No había rastros de un intruso en la habitación”, dijo Idith con cuidado. Ilyin fue atacada aquí. Su estado era demasiado crítico para moverla, pero no encontraron rastro de ningún intruso. ¿Se atrevían a trasladarla a otra habitación, ya que no sabían cómo había entrado en ésta su atacante? Y si la trasladaban, ¿sería más segura la nueva habitación?

La investigación seguía su curso, pero de momento parecía que no había ningún intruso.

“Tendrían que haber dejado algún rastro”, continuó. “Aunque hubieran entrado volando, habrían tenido que abrir la ventana o la puerta.”

“Yo estaba en la habitación de al lado y la puerta no estaba abierta”, dijo Etra. “No hasta que entré a ver cómo estaba la señora.”

Así que Ilyin fue atacada sola en su dormitorio, pensó Bertha.¿O el intruso entró antes y se escondió?Miró al techo.

“¿Dónde está el móvil?”, preguntó. Todos la miraron, confusos. Recordaban el móvil que Ilyin guardaba por ahí, pero no podían imaginar que Bertha lo mencionara.

“Íbamos a ponerlo”, dijo Etra. “Así que de momento está en mi habitación.”

“Puede ser”, frunció el ceño Bertha.

La confusión en la habitación aumentó. ¿El móvil? ¿Qué podía tener que ver con la herida de Ilyin?

“Ese móvil pasó de generación en generación, a las hijas que tenían la capacidad de previsión”, explicó Bertha. “La familia nunca supo el origen de la habilidad, pero el móvil siempre aparecía en el sueño. Tenía que estar relacionado con la habilidad de alguna manera.”

“Así que estás diciendo que podría ser algo más que un intruso de carne y hueso”, dijo Aden.

***

Aden seguía al lado de Ilyin hasta altas horas de la noche. Su color y su respiración estaban mucho mejor. Sólo tenía que esperar a que se despertara de su largo sueño. El móvil estaba ahora colgado sobre la cabeza de Ilyin, como había dicho Bertha.

Aden miró el móvil y lo tocó. La luz danzó a través de él mientras se agitaba. La luz púrpura brillaba a través de la tela azul, la naranja a través de la roja. Cada una de las diez partes equilibradas del móvil filtraba una luz diferente.

Previsión, pensó Aden mientras cogía la mano de Ilyin. La habilidad formaba parte de ella, pero a Aden no le importaba si podía hacerlo o no. Lo que le importaba era cómo se sentía ella con la habilidad.

Ella estaba feliz de poder ayudar a Delrose, y él sabía que su habilidad era de gran ayuda. Solo había que ver lo que había hecho con los refuerzos de los Yesters en el paso.

Aunque era la mayor potencia de la región invernal, siempre se necesitaban imprevistos. Su previsión siempre sería una ayuda, y él estaba agradecido por ello. Pero...

“Ilyin”, susurró.Si esa habilidad te hace daño, entonces no la necesito.

Bertha dijo que podrían averiguar qué había pasado una vez que Ilyin despertara, aunque todos suponían que la habían atacado en el sueño. No estaba completamente descartado.

“A veces, hay interacción dentro del sueño”, había explicado Bertha. “Incluso cuando el sueño es propio.”

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