Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso – Novela Capítulo 171

[Traductor: Mayu]

"Esta noche, vamos a dormir temprano. ¿De acuerdo?" dijo Ilyin juguetonamente. Recordaba la misión que tenían por delante, y estaba más que dispuesta a aprovechar esta oportunidad para exigir una promesa que les mantuviera en el camino.

“¡Ah!” gimió Aden "esto es demasiado cruel…”

“¿Lo prometes?”, dijo ella, mirándole a los ojos. Él asintió apresuradamente, tratando de ocultar su deseo, pero incapaz de contener su respiración agitada.

“Lo prometo”, exhaló.

Ilyin volvió a contemplar su miembro y dejó que su mano lo recorriera de nuevo. Ya estaba húmedo de fluidos, el lubricante de su excitación. Se sonrojó, pero lo apretó una vez antes de soltarlo. De repente, su respiración se volvió más agitada. Volvió a mirarle a los ojos con una mirada recordatoria.

Me lo prometiste.

Ella volvió a sonrojarse, a su pesar. Normalmente, Aden tomaba las riendas, guiándola hacia el placer. Hoy sería diferente. Hoy, ella sería la líder.

Se levantó de su abrazo el tiempo suficiente para reposicionarse. Ahora a horcajadas sobre él, bajó lentamente. Su miembro enfurecido estaba debajo de ella, esperando, mientras movía sus caderas para frotarse contra él.

Lo empujó contra ella y se deslizó a lo largo de su tronco, hacia delante y hacia atrás. Al instante, sintió que se empapaba de su propia excitación. Los ojos de Aden parecían oscurecerse de deseo al sentir los fluidos de ella cubriendo su miembro.

Ella volvió a moverse hacia delante y luego hacia atrás, moviendo lentamente las caderas. Aden jadeó y le agarró las caderas con fuerza, pero no tanto como para controlarla. Dejó que ella siguiera, aunque era evidente que el placer se apoderaba de él. Lo habían persuadido, más que persuadido, pero la dejó seguir, incapaz de resistirse.

Ilyin aceleró el ritmo y sus movimientos se hicieron más urgentes a medida que se deslizaba a lo largo de él. Sintió un efecto indescriptible en su interior, incluso cuando la respiración de Aden se volvía cada vez más agitada, aun cuando sus manos parecían perder el control de sí mismas. Quería agarrarla, recolocar su miembro y colocarla debajo de él. Pero ahora estaba atrapado en la corriente con ella, sus dedos se enroscaban y temblaban en sus costados como si no supiera qué hacer con ellos.

“¡Ah!”, gritó Ilyin cuando una corriente la alcanzó. Se estremeció sobre él por un momento, jadeando, mientras Aden -ahora casi dolorosamente duro- se tensaba y gemía entre dientes. La silla crujió con su movimiento mientras ella se movía sobre él, rodeándole el cuello con los brazos, hundiendo la cara en el aroma de su pelo mientras la vibración de su orgasmo la recorría.

Ahora estaba empapada, mojada por la sensación de su miembro contra ella, de su punta abultada presionando su trasero cada vez que ella se deslizaba hacia delante. Cuando el espasmo la abandonó, volvió a colocarse en su sitio, ahora lo bastante despierta como para permitir que el miembro de Aden se mantuviera erguido, y luego bajó lentamente hasta él.

Se quedó allí, justo encima de la punta. Volvió a mover las caderas, restregando sus labios por la punta, hacia delante y hacia atrás, empapándolo con los fluidos de su pasión.

Una y otra vez... siguió moviéndose. Las manos de Aden se movieron hacia los lados de la silla, agarrándose a ellos como si fuera a romperla. Agarrándose como si tuviera que evitar levantarse hacia ella. Ahora respiraba con dificultad y parecía estremecerse de anticipación.

“Mmm”, gimió ella mientras se mantenía sobre él. Ella retrocedió de nuevo y acercó su cara a la de él.

«Aden», suspiró, y finalmente bajó sobre él. Estaba tan preparada, el miembro de él tan resbaladizo con sus fluidos, que no hubo ninguna de las habituales indecisiones. Bajó completamente sobre él, echando la cabeza hacia atrás y suspirando al sentirlo dentro de ella.

“¡Aaaah!”, gimió. Las manos de Aden abandonaron la silla y sus brazos la rodearon, acercándose y abrazándola por completo durante un largo rato.

“¡Ilyin!”, gruñó, y luego se movieron juntos, subiendo y bajando lentamente. Volvieron a detenerse, y entonces ella tomó la iniciativa y volvió a subir hasta que sólo la punta del miembro quedó dentro de ella. Giró suavemente las caderas a su alrededor y Aden se estremeció.

Luego volvió a deslizarse hacia abajo, esta vez más rápido y sin detenerse, pero manteniendo un movimiento de empuje suave. Las caderas de Aden se movieron en respuesta a las suyas mientras ella subía y bajaba, envainándolo y desenvainándolo repetidamente.

En el silencio de la oficina, sus respiraciones agitadas y el golpeteo silencioso de piel contra piel parecían resonar. El ruido hizo que Ilyin se sonrojara de nuevo, pero ella no se detuvo. Al contrario, aceleró el ritmo y el movimiento de sus caderas se hizo cada vez más pronunciado a medida que empezaba a dejarse llevar por la pasión.

La sensación de ella estaba volviendo a Aden medio loco de pasión. Sentado como estaba, era capaz de penetrarle más profundamente de lo normal, y la forma en que controlaba sus movimientos, su deseo descarado, lo hacía aún más intenso.

Pero su propio deseo le estaba impacientando. Se movió y se incorporó, sujetando a Ilyin con las piernas alrededor de su cintura. Al ponerse de pie, empezó a darle fuertes y repentinas embestidas que le arrancaron un grito antes de que ella inclinara la cabeza hacia delante y mordiera su hombro para silenciarse.

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