Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso – Novela Capítulo 172

[Traductor: Mayu]

“Ilyin”, volvió a respirar cuando la sensación de los dientes de ella en su piel le hizo estremecerse con más fuerza, haciéndola rebotar contra él y penetrándola con más fuerza. Ella lo agarró con más fuerza y de sus dientes apretados se escaparon ruidos ininteligibles.

La sentó en el borde del escritorio y pasó las manos por debajo de los muslos de ella una vez que su peso estuvo sostenido. Ilyin se inclinó un poco hacia atrás para mirarlo a los ojos, con sus alientos mezclados mientras permanecían cara a cara, rozando sus bocas.

Entonces Aden levantó más los muslos e Ilyin se inclinó más hacia atrás en respuesta, tumbándose sobre el escritorio mientras él le acercaba las piernas al pecho. Ella extendió los brazos por encima de su cabeza y se agarró al otro borde del escritorio para mantenerse firme.

“Siempre te lo he dicho”, jadeó, mirándole a los ojos, “no tienes por qué contenerte.”

Con las piernas pegadas a sus hombros, Aden la agarró por las caderas y la empujó, al principio con movimientos suaves, pero rápidamente intensificando sus movimientos que sacudieron el escritorio.

“¡Aaaah!”, gritó ella, un gemido largo y tembloroso que llenó la oficina. Soltó el escritorio con una mano y volvió a bajarla para taparse la boca: había gritado más fuerte de lo que esperaba. Ahogó más gemidos mientras Aden continuaba con sus embestidas, cada vez más profundas.

El informe que Aden había estado leyendo al principio seguía sobre el escritorio, ahora inmovilizado bajo el trasero de Ilyin. Ella estaba más excitada que nunca, y sus fluidos goteaban sobre el papel. Aden, desde su posición, lo vio claramente.

“¡Ja!”, dijo con una sonrisa, “ estás ensuciando todo.”

Su mente salió de la penumbra blanca de su excitación y se dio cuenta de lo que había debajo de ella. Sus ojos no pudieron contenerse.

“¡Oh!”, dijo, intentando levantarse de repente del escritorio. “El…”

“Déjalo”, dijo él. La agarró con más fuerza y la mantuvo firmemente en su sitio, sin que ella pudiera hacer nada contra sus fuertes brazos.

“Pero Idith…”, protestó ella, aunque ya no intentó escapar de su abrazo.

Aden empezó a ralentizar el ritmo de nuevo.

“Entonces déjame hacer lo que pueda, antes de que causes más estragos”, dijo con picardía. Se separó de repente, haciendo que ella sintiera un espasmo ante su repentina ausencia, y luego se arrodilló. Besó con rudeza la parte posterior de su muslo, luego el interior un poco más arriba y finalmente sus labios alcanzaron su humedad. Ilyin jadeó y volvió a tener espasmos al sentir su boca, y sus manos bajaron para agarrarle el pelo mientras él lamía lentamente sus fluidos. Las piernas de ella, ahora libres, se enroscaron alrededor del cuello de él.

"¡Oh!.. ¡oh, Aden!", dijo mientras él lamía, chupaba y bebía de su fuente. Ilyin se excitaba mientras su boca danzaba en su interior, sacudida por el comienzo de su orgasmo.

Entonces Aden se apartó. Sus manos se soltaron de su pelo, e instintivamente volvieron a sujetar el escritorio mientras él la besaba a lo largo del muslo, volviendo a ponerse de pie y colocando las piernas de ella a la altura de sus hombros.

“Ya está”, suspiró, y luego adelantó las caderas, penetrándola con ansia. Ella volvió a estremecerse y ahogó otro grito mientras él volvía rápidamente a su ritmo. Ilyin empezó a escalar de nuevo hacia el orgasmo que le había provocado con su boca.

Las embestidas de Aden eran firmes, duras y profundas. La agarró por las rodillas y separó ligeramente las piernas de su cuerpo, doblándolas hacia ella para abrirla aún más. Se inclinó hacia delante y sus embestidas profundizaron cada vez más en ella.

“Ilyin”, su voz era entrecortada, su respiración entrecortada mientras se movía. "Mi amor, Ilyin…”

“A-Aden”, respondió ella, con la voz igualmente entrecortada. Volvió a sentirse blanca y la oficina pareció desaparecer a su alrededor. Sólo podía ver su rostro, su pecho, sus fuertes brazos. Su cuerpo parecía entumecido, salvo por la parte que rodeaba el miembro , y esa única sensación parecía extenderse como fuego por todo su cuerpo.

La propia visión de Aden se estrechaba ahora, todo excepto la imagen y la sensación de ella se eclipsaba a medida que se movía más rápido, más bruscamente. Ahora galopaban, cada vez más fuerte, hacia una luz compartida.

Sus voces se entrecortaron en gemidos, sonidos a medio formar como un lenguaje secreto de pasión. El cuello de Ilyin se arqueó, su cabeza se inclinó hacia atrás mientras su voz la abandonaba por completo, su boca abierta en un grito silencioso mientras se movían más y más rápido hasta que...

La corriente se rompió. Aden explotó dentro de ella, llenándola con su orgasmo mientras su cuerpo se estremecía y se le escapaba un rugido. El gemido silencioso de Ilyin volvió a oírse de repente y ella gritó, convulsionando todo su cuerpo con su propio clímax.

Volvieron a tener espasmos, y otra vez, cayendo lentamente de su orgasmo hasta quedar completamente agotados. Aden cayó hacia delante, tumbándose suavemente encima de ella, rodeándola con los brazos mientras ella le rodeaba el cuello. Permanecieron tumbados, abrazados, hasta que desaparecieron las últimas réplicas.

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