Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso – Novela Capítulo 177

7[Traductor: Mayu]

[El heredero de la tribu Terry está alerta ante la reciente expansión de Delrose. No es que desconozca que si algo les sucediera a los Yesters, perderían contra los humanos a largo plazo], dijo el Milton.

[Sí, circunstancias distintas a las de los Molly], rió el heredero de los Yester. [Solo los Yester pueden vencer a los humanos en abril y revertir la situación].

Por lo que Ilyin veía, parecía que Milton y el heredero de Yester estaban al mismo nivel, a pesar de que el Yester era el heredero de toda una tribu. Quizás el Milton también ocupaba un alto cargo en su propia tribu.

[Pasa el verano en el territorio de la tribu Terry. Será mejor que llegues a Delrose el próximo invierno], sugirió Milton.

Ilyin se estremeció al oír la palabra verano. Ningún ser en esta región invernal la usaba con tanta naturalidad. La región llevaba 500 años olvidada del verano.

[Claro], respondió el Yester, antes de acelerar el paso. Parecía frustrado con el Milton, así que lo levantó y empezó a correr, con los demás Yester siguiéndolo. Apenas eran cien.

En ese momento, el Milton levantó la vista y observó el lugar donde se escondía Ilyin. Ilyin se quedó paralizada, preguntándose si el móvil sobre su cabeza la habría delatado. Pero no pareció notarla esta vez. Sin embargo, las palmas de Ilyin estaban sudorosas y volvía a sentir el dolor en el abdomen.

De repente, su vista se estremeció cuando el sueño llegó a su fin.

“¡Lyn, Ilyn!” gritó Aden, sacudiendo suavemente a Ilyn por los hombros.

Ilyn estaba desorientada, sintiendo como si el presente y la realidad se fundieran. Parpadeó un par de veces, intentando aclararse la mente, y finalmente se encontró con la mirada preocupada de Aden.

“¿Den?” preguntó ella, su voz apenas por encima de un susurro.

Etra estaba detrás de Aden, con aspecto preocupado.

“¿Qué pasó?” preguntó Ilyn, intentando incorporarse.

"¿Estás bien?", preguntó Aden, apretando con fuerza la mano de Ilyn. Ilyn relajó la mano, intentando asegurarle a Aden que estaba bien. "¿Tuviste una mala previsión?", preguntó en voz baja.

Ilyn negó con la cabeza. «No fue mala...». Bueno, al menos no en el sentido tradicional. Pero podría verse como malo desde otra perspectiva. Intentó incorporarse de nuevo, pero Aden la empujó suavemente hacia la cama.

“Tranquila, despacio” dijo él, acariciando su pecho con un gesto tranquilizador. La calidez de su tacto la reconfortaba. “Dime” dijo, mirándola con preocupación.

Ilyn respiró hondo y abrió los ojos, sintiendo que ahora veía con más claridad. No se había dado cuenta de lo nerviosa que había estado.

“Vi al heredero de los Yester”, dijo frunciendo el ceño al recordarlo.

El ceño de Aden se profundizó y los ojos de Etra se abrieron con sorpresa.

“Los Yesters que sobrevivieron, él y el ser de ojos violetas estaban todos juntos” explicó Ilyn con la voz cargada de tensión.

"¿Lo conociste?", preguntó Aden con voz fría al referirse al ser de ojos violetas. Nunca había olvidado a la criatura que había herido a Ilyn.

“Sí. Parece que se aliarán con la tribu Terry. Dijeron que Delrose es una amenaza... Los Yesters están pensando en aumentar su poder y atacar en abril” continuó Ilyn, con el ceño fruncido por la preocupación.

"Como era de esperarse", dijo Aden, con la mente llena de pensamientos. "Pero", añadió, estaba más preocupado por otra cosa. Agarró la mano de Ilyn, notando que estaba fría al tacto. "Tienes la mano fría. ¿Te hizo daño?"

"No", le aseguró Ilyn, negando con la cabeza. Miró su móvil, con la mente llena de pensamientos. "No me ha visto", dijo en voz baja, casi para sí misma.

Pero había tenido miedo. Si el ser de ojos violetas la hubiera visto, quién sabía qué habría hecho. Había tenido suerte la última vez, pero sabía que no podía depender de ella para siempre. Milton podía atacarla a voluntad, pero Ilyn no podría hacer lo mismo. Aunque durmiera con una espada al lado, no cambiaría el hecho de que no sabía cómo contrarrestar sus reflejos en una pelea. Sería vulnerable a sus ataques.

“Pero lo viste” señaló Aden con un dejo de preocupación en la voz. “Tú también estabas cerca. Si no, no estarías tan asustada.” Ilyn asintió, con el miedo aún palpable. Aden comprendió cómo se sentía. Ilyn, que no estaba acostumbrada a las batallas ni a la sangre, ya había sido gravemente herida antes, y era natural que tuviera miedo. Miró a Etra, y en silencio le pidió que saliera de la habitación.

“Si necesita algo, hágamelo saber de inmediato”, dijo Etra, haciendo una profunda reverencia antes de salir de la habitación.

Aden se volvió hacia Ilyn, rozando suavemente la mano de ella. “Debiste estar muy asustada”, dijo en voz baja.

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