Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso – Novela Capítulo 178

[Traductor: Mayu]

"Lo siento", se disculpó Ilyn. "Solo fue un sueño, y me siento mal por preocuparte". Miró el reloj y notó que eran más de las cuatro de la mañana. Den debía de haber estado trabajando hasta entonces, pero seguro que se sorprendió al verme cubierta de sudor frío, pensó, sintiéndose culpable por molestarlo.

“No tienes por qué tener miedo” la tranquilizó Aden, sosteniéndole la mano con fuerza. Siempre había querido que Ilyn estuviera feliz y cómoda; no quería que tuviera miedo, sobre todo al tener una visión en medio de una tormenta de nieve. Era imposible detener sus sueños, así que protegerla era lo único que podía hacer.

“¿Tienes miedo de volver a enfrentarlo?” preguntó Aden, con la mirada fija en Ilyn. Ella asintió brevemente, con expresión preocupada.

“Entonces, hagamos esto” dijo Aden, envolviendo una tela roja alrededor de la muñeca de Ilyn. Era el objeto divino de los Molly, y era su forma de decirle que estaría con ella tanto en sueños como en la realidad.

“Tendré el mismo sueño que tú”, dijo Aden con un susurro.”Y si esa cosa te amenaza, o si la veo, la mataré.”

Cuando Ilyn había sido herida antes, Aden no le había quitado la vista de encima, aunque le dolía profundamente verla sufrir. No dudaría en causarle aún más dolor al ser de ojos violetas si volvía a amenazar a Ilyn. Delrose y él no eran de los que olvidaban. Aden besó a Ilyn suavemente en los labios.

“Tranquila” dijo, besándola en sus ojos. “Estaré contigo.”

Entonces Ilyn se quedó dormida, sintiéndose segura y protegida con Aden a su lado.

Ilyn se despertó en una habitación oscura, con la cabeza apoyada en el pecho de Aden. No recordaba haberse quedado dormida, pero el calor de su cuerpo y el latido constante de su corazón indicaban que llevaban un buen rato acostados juntos.

"¿Estás despierta?", preguntó Aden, ajustando la lámpara de pie para iluminar la habitación, que por lo demás estaba oscura.

“¿No dormiste?” preguntó ella, notando la agudeza en sus ojos.

"Dormí lo suficiente", respondió, pero Ilyn tenía sus dudas. Extendió la mano y le tocó la mejilla, sintiendo el calor que emanaba de su piel. Estaba demasiado cálido como para haber estado afuera.

"¿Parecía que estaba mintiendo?" preguntó, con un poco de diversión en su voz.

“De ninguna manera” respondió Ilyn, bajando la mano. Pero Aden la agarró, sujetándola con fuerza. “Entonces, ¿qué significaba esta mano?” preguntó con un brillo travieso en los ojos.

Ilyn sintió que se le enrojecían las mejillas ante la pregunta. Quería tocarlo, sentir su calor y cercanía, pero no se atrevía a decirlo en voz alta. En cambio, lo miró fijamente, sus ojos expresando todo lo que sus palabras no podían expresar.

Aden sonrió y le besó la mano; sus labios eran suaves y delicados sobre su piel. Ilyn sintió una punzada de risa en su interior, y antes de darse cuenta, la había abrazado con fuerza.

"Me haces cosquillas", rió Ilyn mientras Aden continuaba besando las partes más suaves de su mano y muñeca.

"Fui atacado primero, así que tengo que vengarme", bromeó, con un rastro de sonrisa en sus labios.

Ilyn no pudo evitar reírse ante lo absurdo de la situación. Solo había tocado su mejilla, y sin embargo, allí estaba él, fingiendo ser víctima de algún tipo de ataque.

Pero por mucho que disfrutara de esos momentos de juego con Aden, Ilyn sabía que el amanecer se acercaba rápidamente. Necesitaba desviar la conversación si quería que él pudiera dormir un poco antes del amanecer.

“Sobre ese sueño”, empezó con voz cautelosa y mesurada. Aden detuvo sus besos un instante y miró a Ilyn con una mezcla de curiosidad y preocupación.

Pero cuando Ilyn empezó a hablar, los labios de Aden volvieron a vagar, explorando su mano y muñeca con renovada intensidad. Parecía como si intentara compensar su vacilación llenándola de besos. Sin embargo, no pudo competir con la mirada firme de Ilyn.

"Estoy escuchando", dijo Aden, sus labios finalmente se detuvieron mientras miraba a Ilyn.

Ilyn sonrió suavemente, recordando su sueño. Había sido una impresionante escena invernal, una que no conocía del todo. “El clima parecía un poco diferente en ese sueño”, dijo. El paisaje que había visto en su sueño era de nieve cayendo lentamente, sin viento. La nieve parecía caer del cielo a cámara lenta, amontonándose en el suelo.

"No había viento", dijo Ilyn, recordando el sueño. Rozó suavemente la mejilla de Aden mientras hablaba. "No había viento, solo nieve cayendo lentamente del cielo.”

Adén asintió, comprendiendo por fin. «Ah», dijo, con una sonrisa extendiéndose por su rostro. Su espoda, de la región cálida, desconocía el invierno de febrero.

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