Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso – Novela Capítulo 187

[Traductor: Mayu]

Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso 187

El cuerpo de Ilyin se retorcía y giraba mientras los dedos de Aden danzaban sobre sus muslos, provocando escalofríos de placer e incomodidad por su espalda. No sabía si lo hacía a propósito o no, pero las sensaciones tentadoras que le provocaba eran innegables.

Sintiendo la inquietud de Ilyin, Aden susurró suavemente; sus palabras fueron un bálsamo calmante para su mente atribulada. Le levantó las piernas y las colocó suavemente sobre sus hombros, exponiendo la parte inferior de su cuerpo a su experta caricia. Mientras sus dedos trazaban delicados patrones sobre sus muslos, Ilyin temblaba con una mezcla de placer y anticipación.

El toque de Aden se volvió más directo e intenso, provocando que Ilyin gimiera de placer mientras su cuerpo respondía a cada uno de sus movimientos. Su mano se deslizó dentro de su muslo, creando una cálida sensación de hormigueo que se extendió por su cuerpo como pólvora. Con un toque hábil, Aden masajeó su muslo, moviendo sus dedos con la destreza de un maestro escultor.

Cuando su pulgar presionó su clítoris una vez más, el cuerpo de Ilyin se estremeció con una potente mezcla de placer y excitación. Se aferró a Aden con fuerza, clavándole los dedos en sus hombros mientras él estimulaba con maestría la parte inferior de su cuerpo. Con cada roce, cada caricia, sentía que su excitación aumentaba cada vez más, su cuerpo vibraba de deseo.

Sentada en el escritorio, Ilyin se entregó por completo a las caricias de Aden, entregándose a la embriagadora oleada de placer que inundó sus sentidos. Mientras sus dedos se deslizaban dentro de su ropa interior, penetrando su entrada con maestría, ella dejó escapar un fuerte gemido, tensando su cuerpo de placer.

El sonido de su pasión llenó la habitación mientras Aden seguía acariciándola y estimulándola, sus dedos danzando sobre sus puntos más sensibles con una facilidad experta. Ilyin se perdió en el momento, perdida en el puro placer.

"¿Hay algún otro lugar incómodo?", preguntó Aden con la voz ronca por el deseo. Al inclinarse hacia adelante, el cuerpo de Ilyin se movió con el suyo, sus dedos apretándose con fuerza alrededor de sus hombros. Con una sonrisa traviesa, tocó otro punto sensible cerca de su entrada.

El cuerpo de Ilyin vibraba de sensaciones mientras Aden la exploraba a fondo con sus labios y dedos. Estaba completamente a su merced, incapaz de resistir el placer que le proporcionaba. Su respiración era agitada y el corazón le latía con fuerza en el pecho mientras él descendía hacia su vientre, dejando un rastro de besos a su paso.

"¿Qué te parece este lugar que me acepta a diario?", preguntó Aden mientras la recostaba suavemente sobre el escritorio. La superficie fría le provocó escalofríos, pero estaba demasiado absorta en el momento como para que le importara. La mano de Aden se deslizó bajo ella, arrancándole la ropa interior con una facilidad experta.

La repentina exposición hizo que Ilyin se sintiera vulnerable, pero el toque de Aden era suave y reconfortante. Gimió cuando él deslizó tres dedos dentro de ella, presionando un punto sensible en lo más profundo de su ser. Fue una sensación intensa, y sintió que su cuerpo respondía instintivamente a cada uno de sus movimientos.

Mientras él continuaba explorando con los dedos, la boca de Aden volvió a la suya, su lengua hundiéndose profundamente en su boca. Ella se saboreó a sí misma en él, y eso solo aumentó la excitación que recorría su cuerpo. Con cada caricia, cada beso, cada roce de sus dedos, sentía que se deslizaba cada vez más profundamente en un mundo de puras sensaciones.

A Ilyin se le cortó la respiración mientras los dedos de Aden exploraban su parte inferior. No pudo evitar exhalar bruscamente al sentir una oleada de calor que la recorrió. A pesar del riesgo de ser descubierta, permaneció sentada cerca de la puerta, exponiéndose. Apuntó los pies hacia el techo mientras intentaba ignorar la preocupación y concentrarse en el toque de Aden.

Aden apretó su cuerpo contra el de ella, y el sonido del chapoteo resonó entre su humedad y la tela seca de él. Ella contuvo un gemido al sentir su presencia, y su parte inferior se tensó, dificultándole el movimiento de los dedos. Aden rió suavemente.

"Estás muy tensa", susurró.

Mientras la estimulaba con los dedos, su pulgar presionaba su clítoris, enviando oleadas de placer por todo su cuerpo. La cintura de Ilyin se sacudió con la fuerte estimulación, y un ruido húmedo llenó la habitación. Aden se inclinó sobre su bajo vientre, su aliento caliente tentadoramente cerca de su piel expuesta. Justo cuando estaba a punto de sucumbir a su toque, una criada los interrumpió.

"Su Alteza", resonó la voz de la criada.

Ilyin se estremeció y su cintura tensa se sacudió. La voz de Aden permaneció tranquila, como si nada hubiera sucedido al otro lado de la puerta, pero la parte inferior de Ilyin permaneció expuesta hacia la entrada de la oficina.

Si la criada entrara ahora…

Los músculos de Ilyin se tensaron.

“Ha llegado una carta, pero…” susurró Aden, interrumpiendo el intenso momento entre él e Ilyin. Sabía que no podía ignorar al mensajero en la puerta.

El corazón de Ilyin se aceleró cuando Aden se levantó de debajo de ella. No pudo evitar sentir una sensación de excitación y anticipación al verlo desvestirse. Él tomó su parte inferior con la mano, y ella jadeó ante la sensación.

Cuando Aden la penetró, el cuerpo de Ilyin tembló de placer. Intentó contener sus gemidos, pero el placer era demasiado intenso. Aden le puso un dedo en los labios y ella sintió una oleada de deseo.

De repente, la voz de una criada los interrumpió de nuevo, "¿Su Alteza?"

Ilyin entró en pánico e intentó incorporarse, pero Aden la sujetó, penetrando aún más con su miembro erecto. Le susurró, recogiendo su ropa para ocultar sus huellas: “Shh, puede que nos oigan.”

El cuerpo de Ilyin se estremeció cuando Aden la levantó en brazos, y ella intentó reprimir sus gemidos. Aden tenía razón: los de abajo, afuera, no podrían oírla, pero la idea de ser descubierta hizo que Ilyin se sonrojará de vergüenza.

Cuando Aden volvió a sentarse, Ilyin sintió que su miembro aún temblaba dentro de ella. No pudo evitar gemir suavemente mientras él la penetraba cada vez más profundamente. El placer era abrumador, y se aferró a él con fuerza.

Ilyin dejó escapar un suave gemido cuando el miembro de Aden se hundió más en ella, y él la silenció llevándose un dedo a los labios. Justo entonces, la voz de la criada los interrumpió desde el otro lado de la puerta.

“Adelante”, le ordenó Adén a la criada.

“¡Adén!” Un jadeo silencioso escapó de los labios de Ilyin, y Aden puso un dedo sobre ellos, silenciándola.

Aunque Aden había borrado cualquier rastro de su pasión, el corazón de Ilyin se aceleró mientras se preguntaba si aún quedaba algo. Con el rostro enrojecido y las piernas abiertas, no sabía qué podría notar la criada. Su interior se tensó, apretando el miembro de Aden aún más fuerte de lo habitual.

Inesperadamente, Aden jadeó, e Ilyin se tensó aún más cuando la criada abrió la puerta y entró en la habitación. Aden lo esperaba y no se inmutó, pero Ilyin ni siquiera pudo girarse para mirar a la criada, temeroso de que cualquier movimiento la excitara profundamente.

La criada inclinó la cabeza y le entregó la carta en una bandeja de plata. Aden parpadeó como si nada hubiera pasado, mientras Ilyin luchaba por contener un gemido.

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