0%

Incluso el Villano Tiene Una Historia – Novela Capítulo 60:Entrenamiento especial (7)

Capítulo de novela - 72 párrafos

La fiebre de Geon-joo no bajaba aunque la noche avanzara, convirtiéndose en un dolor de cabeza para Sa-yoon. Lejos de mejorar, pasada la medianoche la fiebre empeoró, haciéndolo sudar frío mientras no dejaba de gemir en ningún momento. Era una fiebre tan alta que la palma de la mano puesta sobre su frente para revisarla ardía.

Lo único que Sa-yoon podía hacer por el enfermo Geon-joo era preparar un nuevo antídoto y enfriar su cuerpo con el frío que rodeaba sus manos.

Sin embargo, no había forma de que un remedio que no había funcionado antes hiciera efecto ahora solo por haber sido administrado de nuevo.

Había intentado todos los métodos posibles, pero nada cambiaba. El enfermo no hablaba, y toda la frustración recaía en Sa-yoon.

—Aguanta, no te vas a morir por algo como esto.

Sa-yoon sujetaba al retorcido Geon-joo, que gemía con fuerza de vez en cuando, y le hablaba con frialdad. Parecía que la fiebre había superado los 39 grados, pero un cazador no moriría solo por eso. Aunque dicen que los 40 grados ya son peligrosos, incluso si Geon-joo acababa de despertar, no era como para que su cuerpo colapsara tan rápido.

Aun sabiendo eso, Sa-yoon no podía estar completamente tranquilo por el nivel y la experiencia de Geon-joo.

Era de nivel B y apenas habían pasado diez días desde su despertar.

Aunque su cuerpo ya se estaba formando como el de un cazador, todavía no podía absorber completamente sus habilidades, así que no era seguro confiarse en que por ser un cazador no iba a morir.

Qué clase de B era tan débil como este.

Ya habían pasado más de cuatro horas desde que le dio el antídoto, y los síntomas de intoxicación ya deberían haber empezado a mejorar, pero no lo hacían.

Después de calmarlo y acariciarlo varias veces, parecía que por fin se dormía, pero al poco rato Geon-joo volvía a despertarse jadeando, y así seguía, en un sueño intermitente.

Pasar la noche en vela no era algo nuevo para Sa-yoon, así que no le suponía una carga. Pero cuidar a un hombre adulto durante toda la noche sí era una experiencia desconocida y difícil.

No sabía cuánto debía hacer.

No, en primer lugar, no había nada más que pudiera hacer allí.

Ya iban tres frascos entre pociones y antídotos.

Si echaba más, solo sería una sobredosis, así que, deteniéndose justo cuando iba a sacar otra poción por costumbre, Sa-yoon bajó la mano y se resignó a esperar.

Una hora, dos horas, tres horas.

Había pasado bastante tiempo, pero los gemidos seguían. A esas alturas, incluso Sa-yoon, que lo había estado cuidando sin quejarse, empezaba a ponerse irritable.

¿Está haciendo una protesta o qué?

Ojalá dijera que le duele, aunque sea. Si al menos murmurara que tiene fiebre, podría responderle en tono burlón o con amabilidad, según el caso. Pero Geon-joo no hacía nada, solo se quejaba del dolor como si quisiera que lo escucharan.

Eso a Sa-yoon le parecía una protesta.

Esto es por tu culpa.

Por supuesto, nadie lo había dicho en voz alta.

Fastidiado sin razón, Sa-yoon se detuvo justo cuando iba a tirar de la mejilla de Geon-joo.

Se le vino a la mente la crítica de los otros miembros del gremio, que al menos le diera de comer antes de hacerlo trabajar. Cada vez que entraban juntos a una puerta, lo empujaba a una marcha forzada, y terminaba recibiendo las mismas quejas. Pero por flojera y fastidio, nunca cambió ese mal hábito. Y esta vez también se le escapó sin querer.

Por eso la desintoxicación no estaba funcionando bien.

La energía que quedaba en su cuerpo era tan escasa que apenas podía mantenerlo respirando. Al darse cuenta de que estaba exigiéndole demasiado a Geon-joo sin querer, Sa-yoon se llevó la mano al cuello.

—¿Había algo comestible cerca?

No podía simplemente darle insectos a Geon-joo, que acababa de entrar al campo por primera vez, así que necesitaba alimentos que fueran aceptables para el consumo. Mientras escarbaba en su memoria tratando de recordar, esperó a que la fiebre de Geon-joo bajara un poco más, y entonces lo acostó cuidadosamente en el suelo.

Sacó un paño desinfectante, lo envolvió en energía helada y lo colocó sobre su frente. Luego sacó toda la ropa con opción térmica de su inventario y lo cubrió con ella, hasta que el cuerpo del hombre, antes bien formado y musculoso, quedó completamente tapado por los montones de ropa.

Pero ni eso lo tranquilizó. Así que Sa-yoon también se quitó la chaqueta que llevaba colgada al hombro y se la puso. Con un puñal en la mano, salió a cazar.

Con un solo cocodrilo bien cocido bastaría para alimentarlo.

Aunque tenía el agua hasta los muslos, Sa-yoon no dudó en blandir su cuchillo. Revisó la boca del tercer cocodrilo que cazaba. Esta vez no tenía glándulas venenosas. Entre los monstruos del campo, los que se podían comer eran aquellos que no tuvieran veneno en la boca ni parásitos al ser cortados.

Salvo los monstruos de la cordillera del oeste, casi todos tenían veneno. Los dos cocodrilos anteriores lo tenían tan fuerte que, aunque los cazó con esfuerzo, tuvo que usarlos como cebo para atraer a otros cocodrilos. Sa-yoon abrió el cuerpo del tercero. No encontró parásitos.

—Este servirá.

Decidido a cocinar ese ejemplar, Sa-yoon se lo echó al hombro y volvió al lugar donde estaba Geon-joo. No había ido muy lejos por miedo a que su “precioso” volviera a tener fiebre alta y muriera de repente en su ausencia, así que no tardó mucho en regresar.

¿El olor a sangre no será malo para la salud?

Preocupándose hasta por los más mínimos detalles, Sa-yoon se sentó junto a Geon-joo y estuvo a punto de empezar a preparar el cocodrilo, pero decidió ir a la orilla del agua para despellejarlo y extraer la carne. Encendió una fogata y empezó a asar la carne. Mató a todos los monstruos que se acercaban atraídos por el olor, y solo después de liberar su intención asesina y declarar su territorio, los demás monstruos dejaron de aparecer.

Los monstruos de clase S, de temperamento más agresivo, podían sentir su presencia y venir a atacarlo, pero era mejor concentrarse en contener a los más numerosos. Ya lidiaría con los fuertes si aparecían.

Después de todo, ya se había recorrido todo el bosque entrenando a Geon-joo, y parecía que los monstruos del lugar lo reconocían como un ser superior. Pero siempre hay uno que no acepta que hay alguien por encima, ya sea entre personas o bestias.

Sa-yoon volvió junto a Geon-joo con la carne bien asada. No había pasado tanto tiempo, pero el paño helado que le había puesto en la frente ya se había derretido. Suspirando, volvió a infundirle energía helada y lo ayudó a incorporarse.

—Abre los ojos.

—¡Uugh…!

¿En serio?

Después de todo el esfuerzo para conseguir comida, Geon-joo hizo una arcada nada más olerla. Aunque no parecía tener fuerza ni para mover un dedo, fue muy rápido para taparse la boca al sentir náuseas. Sa-yoon frunció el ceño y le sostuvo la cara con el pulgar y el índice.

Al apretar, los labios se abrieron por la presión. Geon-joo protestó débilmente, incómodo y adolorido.

—Si tienes quejas, habla con los ojos abiertos. Si no, come.

¿Con qué cara se pone a vomitar cuando su hyung salió a cazar para alimentarlo?

Las palabras que le subían a la garganta se le quedaron atrapadas al ver el rostro enfermo del otro. Sa-yoon le acercó el pincho con carne, empujándoselo en la boca, pero Geon-joo frunció el ceño. Tal vez era muy grande. Así que lo cortó con el cuchillo en pedazos más pequeños y se los dio. Solo entonces Geon-joo empezó a comer.

Se cree un pajarito.

Lo había traído al campo para entrenarlo como su discípulo, pero terminó criando a un niño. Mientras alimentaba a Geon-joo con los trozos de carne restantes, también comió su parte y empezó a idear un plan para echarle en cara todo esto cuando se recuperara.

Cuando terminaron de comer y limpió las ramas sobrantes y la fogata, notó que el color del rostro de Geon-joo había mejorado visiblemente.

Al final, el problema era simplemente que no tenía fuerzas por falta de comida.

—Parece que no deberías saltarte las comidas.

Al parecer, su cuerpo necesitaba más comida de lo que parecía. Con esa nueva comprensión, Sa-yoon cortó finamente la carne restante para hacer carne ahumada y la colgó para secarla. Cuando terminó de preparar lo que comerían al día siguiente y regresó a su sitio, el paño helado ya se había derretido otra vez.

Al menos la fiebre ya había bajado bastante.

Parece que el antídoto está empezando a hacer efecto.

—Sí, después de estar enfermo más de seis horas, ya era hora de mejorar —dijo Sa-yoon, extendiendo su fría mano para bajar la fiebre que quedaba. Al sentir el frío en la nuca, Geon-joo se estremeció.

—Hace frío…

Era la primera vez en mucho rato que oía la voz de Geon-joo, más allá de sus quejidos. Salió débil, como en un susurro somnoliento, y Sa-yoon dejó escapar una risa incrédula. Le cuidó cuando estaba enfermo, y ahora que comió, le daba frío. Era el colmo.

—Te comportas como un pequeño rey.

—Qué buena vida tienes —dijo Sa-yoon, mirando las montañas de abrigos que le había puesto encima al otro. Al final, se acostó a su lado, resignado.

Estando juntos, podrían conservar el calor. Aunque normalmente su temperatura corporal era baja, seguramente era más cálido que esas ropas. Suspiró mientras miraba el cielo, observando las estrellas en la oscuridad, y de pronto frunció el ceño.

—¿Esto es lo que se supone que debía pasar, bonito?

¿Quién habría pensado que el compañero del gremio que trajo terminaría enfermo en un solo día, y que él estaría cuidándolo toda la noche? Si alguien más lo supiera, se reiría diciendo que el temido líder de las Night Rats se había ablandado. Sa-yoon se tocó la frente, emitiendo un quejido raro en él.

Una noche tranquila, sin gritos ni sangre…

Nada que ver con lo que había imaginado cuando decidió criar a Geon-joo en el campo.

Traducido por: Valiz

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas ]

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas ]

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas ]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inicio Detalle del manga