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Incluso el Villano Tiene Una Historia – Novela Capítulo 62:Inferior (1)

Capítulo de novela - 101 párrafos

Solo en cuanto a sentido común parecía estar bien, pero considerando las olas de monstruos, el cuerpo y habilidades de Geon-joo, que antes parecían completamente inútiles, al llegar al tercer día de entrenamiento intensivo empezaron a mostrar señales de que era alguien competente.

Tal vez por repetir de manera burda ese entrenamiento especial, el cuerpo delgado que parecía romperse con un solo toque comenzó a desarrollar la máxima cantidad de músculo posible en solo tres días, y como resultado, su fuerza física también aumentó. Ya no era el enclenque que se había visto al principio.

Antes, si Geon-joo se encontraba con un monstruo más fuerte que él, normalmente terminaba lanzando su espada sin poder hacer nada más, pero desde que su musculatura comenzó a definirse, esos casos se redujeron considerablemente. Ya no se trataba de perder la espada, incluso parecía tener el valor de un principiante, pues a veces soportaba directamente el ataque del monstruo.

Claro que no aguantaba ni tres segundos y era su cuerpo el que salía volando, no la espada, pero lo importante era que había resistido el ataque de un enemigo más fuerte por más de un segundo. Fue un logro realmente admirable.

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Estado de Han Geon-joo

Sexo: Masculino

Rango: Rango B

Tendencia: El cielo y la tierra me pertenecen a mí solo

Títulos: El observado por los dioses(?) Soy un poco talentoso(A) El que absorbe todas las cosas(S) Solo hay un genio bajo el cielo(A) Miembro del gremio Night Rats (E)

Habilidades: 

Habilidad social(A)

Adaptación(S)

Perspicacia(B)

Buen hablador(A)

Hablar solo(A)

Manejo de armas(S)

Serenidad(B)

Resistencia(B)

Habilidad exclusiva: Sentido de supervivencia(SS+)

Habilidades no desbloqueadas: 

Discernimiento(SSS)

Dominio de las sombras(L)

Ventajas: 

Vaya diferencia de nivel(A) No es por presumir, pero llevo una semana desde que desperté(S) Talento nato(A) Flor cubierta de barro(A)

Estadísticas:

Fuerza: B++(SSS)

Agilidad: B+(SSS)

Resistencia: A(SSS)

Suerte: S(S+)

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Era una tabla de estado que mostraba de un vistazo los logros que Geon-joo había conseguido en los últimos tres días. Sa-yoon comparó las estadísticas del primer día que vio a Geon-joo con las actuales y sonrió.

La fuerza ahora tenía un ‘+’ más, y la resistencia había subido de A- a A. Era un logro tan grande que costaba creer que lo había conseguido en solo tres días. Le picaba la lengua de ganas de presumir. Quería agarrarlo por los hombros y decirle:

—¿Ves? ¿Qué te dije? Dos estadísticas te han subido. Te dije que si me hacías caso, te lloverían bendiciones hasta durmiendo.

Fue un cambio de ese calibre.

Incluso Sa-yoon, que solía reaccionar con indiferencia ante la mayoría de las cosas, tenía ganas de darse crédito.

Geon-joo, que apenas había entrado en su segunda semana tras despertar, aún no se daba cuenta de lo grande que era este logro, pero si otros miembros del gremio lo hubieran visto, se habrían muerto de envidia.

Incluso con pociones carísimas y suplementos, subir estadísticas no era cosa fácil, pero aquí estaba, después de solo tres días en el campo, con aumentos en fuerza y resistencia. Solo por eso ya se le podía considerar de rango B+ como mínimo.

Todo marchaba a la perfección.

Si continuaba entrenando con constancia los dos días restantes, las técnicas físicas y el sentido del combate que había aprendido se asentarían en su cuerpo. Luego, si soportaba las olas mientras acumulaba experiencia real, ya nadie podría decir que era débil en combate. Y una vez completara la mazmorra, el rango A era seguro.

Aunque el rango S aún estaba lejos, el A ya era suyo sin duda alguna.

El cambio en las estadísticas de Geon-joo lo anticipaba, y por eso no podía evitar que se le escapara una sonrisa. Después de diez años sin que la vida le sonriera desde su despertar, por fin parecía que llegaban días soleados. Todo iba verdaderamente bien.

—¿Y ahora en qué piensas que te estás riendo así?

Geon-joo, que no podía ocultar su incomodidad cada vez que Sa-yoon se reía, retrocedió uno o dos pasos y preguntó. Sa-yoon, al ver a Geon-joo intentando alejarse, tuvo una visión fugaz donde la imagen de Jong-sik y otros miembros del gremio se superponían sobre él. Parpadeó una vez. El rostro de Geon-joo, que por un momento se cubrió con decenas de otros rostros, volvió a verse con claridad.

—¿Es la primera vez que me ves reír, guapo?

—Pero te estás riendo de forma siniestra.

—¿Y qué tipo de risa es esa?

—Existe. Es esa risa que te hace entender por qué ese tal Jong-sik se sobresaltaba cada vez que el maestro del gremio se reía.

Ay, esta cosita adorable.

Lo traje al campo para que construyera un vínculo conmigo, pero estaba formando lazos con el pobre Jong-sik al sentir una compasión compartida por su situación.

Sa-yoon se echó a reír con incredulidad al ver la mirada de Geon-joo, que claramente pensaba en Jong-sik, que debía estar fuera del portal. No sabía por qué ponía esa cara solo porque él se había reído. No le gustó, así que estiró la mano, le agarró la barbilla y la giró, haciendo que la mirada de Geon-joo volviera naturalmente hacia Sa-yoon.

—¿Qué pasa?

—Si vas a intentar entender a alguien, deberías empezar por entenderme a mí, que soy quien te está criando. ¿Por qué piensas en Jong-sik? En vez de perder el tiempo con tonterías, piensa en por qué perdiste la pelea, guapo.

Cuando empezó a señalarle el error, Geon-joo rodó los ojos hacia un lado. Era una clara señal de que no quería escuchar. Sa-yoon siguió explicándole las razones por las que había perdido la pelea, ignorando su reacción, mientras el chico, a medio escuchar, ajustaba el agarre de su espada.

—Entonces, si la diferencia de fuerza es grande, no hay que embestir como un bruto, sino manejarlo con más flexibilidad, ¿Verdad?

—En resumen, sí.

—Entonces debiste decirlo así desde el principio. ¿Por qué te explayas tanto?

—Porque tienes que saber en qué momento actuaste así y en qué situación fue, para que te sea más fácil entenderlo.

Qué fastidio, todo el tiempo con preguntas y explicaciones.

Casi que mejor no le habría cuidado. Desde el incidente de la intoxicación, la actitud de Geon-joo hacia él se había vuelto un poco más atrevida. Decir que era valentía sería ser generoso; hablando directamente, era insolencia.

Sa-yoon le apretó la mejilla a Geon-joo con el pulgar y el índice cuando este empezó a alzar los ojos o a desviar la mirada. Geon-joo, obligado por la presión, sacó los labios hacia afuera y frunció el ceño abiertamente.

—Porque soy yo, te lo dejo pasar, guapo. Pero no andes así por ahí. Te van a apuñalar.

—Lo hago porque ered el maestro del gremio.

—Yo no soy así con los demás. Solo vivo así de relajado porque tu fuiste quien empezó a tratarme así primero.

Geon-joo, que inclinó la cabeza hacia atrás y escapó de la mano de Sa-yoon, habló frunciendo el entrecejo, como si aún le doliera la mejilla que le había sostenido. Sa-yoon lo miró mientras este se frotaba la cara, dándole vueltas en la cabeza a lo que podía significar esa frase, que podía interpretarse de muchas formas.

Si de verdad actuaba así porque se sentía cómodo con él, sería lo mejor, pero Geon-joo lo dijo con ese tono que parecía más un “Como tú te comportas como un perro, yo también actúo como uno”.

El sistema decía que se había formado una relación cercana, pero no sabía si dentro de eso había verdadera confianza.

¿Esto se supone que me debe gustar o no?

Sa-yoon, que lo pensó un momento, decidió dejar de lado las ideas complicadas y volvió a hablarle sobre los errores que había cometido Geon-joo en el combate. Cuando le preguntó por qué creía que había perdido la pelea anterior, Geon-joo giró la espada en la mano y murmuró:

—Porque la diferencia de rango era grande, supongo. Dijeron que era casi rango S.

Como lo dijo justo enfrente, no se sabía si lo decía para sí mismo o si respondía. Lo importante era que Sa-yoon lo oyó, así que le dio un manotazo en la cabeza por insolente. Sería bueno que con eso también se le aplastara la arrogancia, pero lamentablemente no era tan fácil.

—Aunque parezca que el rango lo es todo, llegará un punto en que la experiencia acumulada en el cuerpo y el instinto serán más importantes, guapo. Cuando llegas al rango S y ya no hay más a dónde subir, se ve claramente si llegaste por el sistema o por experiencia. ¿Hasta cuándo vas a culpar a la diferencia de rango cada vez que pierdes contra un oponente fuerte? Aunque haya cierta diferencia, si usas tu ingenio y aprovechas la situación, hasta a un oponente de un rango superior se le puede...

Las palabras que continuó diciendo sin pausa terminaron en un:

—En mis tiempos… —Geon-joo, que entendió con buen ojo que Sa-yoon estaba a punto de empezar otra historia del pasado, le cortó la frase con un:

—Ya entendí. —Y se alejó del lugar en busca de monstruos. Verlo marcharse por su cuenta a entrenar, sin que Sa-yoon tuviera que presionarlo ni amenazarlo, era tan admirable que le hizo olvidar todas las molestias pasadas.

Hasta el segundo día después de empezar el entrenamiento especial, Geon-joo aún mostraba claramente que no quería hacerlo, pero ahora ya ni siquiera eso. Por su actitud, estaba claro que también lo estaba sintiendo.

Que estaba creciendo.

Desde el inicio, la ventana del sistema se lo había mostrado directamente a través de las estadísticas, así que era imposible que no lo notara.

Sa-yoon observó en silencio sus ojos, donde antes no había pero ahora sí se notaba el deseo, y sonrió. Estaba en esa etapa en la que quería comprobar constantemente cuánto más fuerte se había vuelto.

Hasta dónde había llegado, qué nivel tenía ahora, y contra quién podía pelear.

Era el momento en que todo eso generaba curiosidad, por eso Sa-yoon miraba con satisfacción la espalda de Geon-joo mientras corría por su cuenta a buscar monstruos.

Incluso él mismo pensaba que lo había criado bien.

¡Kwaaaang!

Mientras se sumía en la emoción, Geon-joo se enfrentó a un nuevo monstruo. A diferencia de otras veces, hoy no era uno de los que Sa-yoon había seleccionado, sino uno que el mismo Geon-joo encontró en el bosque para comenzar su entrenamiento.

Ya había aprendido a huir y a esconderse, así que ahora era el momento de desarrollar la capacidad para evaluar si su oponente era más fuerte o más débil que él. Por eso era un método que se forzó a practicar.

No había mejor manera de saber cuán fuerte era un enemigo o qué tanta diferencia había entre ambos que enfrentarlo directamente. Con suficientes encuentros, uno empezaba a notar el nivel del enemigo solo con la energía que emitía. Sa-yoon quería que Geon-joo adquiriera ese instinto.

Con esa buena intención, le había sugerido este nuevo tipo de combate, y al comprobar que el monstruo con el que se topó Geon-joo era de rango A, desvió la mirada.

Si hubiera sido de rango S, lo habría enfrentado él mismo, pero a ese nivel podía dejarle el encargo. Incluso dentro del rango A, era uno de los más débiles, así que con suerte Geon-joo podría derrotarlo.

—Entonces, ¿Yo seguiré leyendo esto…?

Con algo de tiempo libre, Sa-yoon murmuró como si tarareara y desplegó frente a sí la ventana de estado de Geon-joo.

Había pensado varias veces tengo que revisarla bien, tengo que revisarla, pero por falta de oportunidad o porque se le olvidaba, no había podido echarle un vistazo. Ahora por fin la tenía frente a sus ojos.

Sa-yoon, que por fin tenía tiempo para revisar una por una las habilidades, tocó primero la sección de personalidad.

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Tú eres único en el cielo y en la tierra

El sistema aplaude tu sorprendente talento. ¡En todo el universo no existirá una sola entidad con más potencial que tú! ¡El sistema celebra tu florecimiento!

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Tal como se esperaba, desde el principio resultaba insoportablemente arrogante.

Traducido por: Valiz

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