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La Adopción Del Protagonista Cambió El Género – Novela Capítulo 4

Capítulo de novela - 117 párrafos

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

T/N: (nota de traductor)

Capítulo 04

"Sí, creo que he perdido".

Deseché cuidadosamente mi plan de huir.

Si me fuera corriendo para salvarme, y el futuro del protagonista saliera mal, probablemente me arrepentiría hoy por el resto de mi vida.

"Solo son seis meses".

Protegeré temporalmente al protagonista durante medio año, luego lo entregaré a salvo a Ofelia y me iré.

Vale, así que supongo que tengo un nuevo plan, ahora volvamos a mi prioridad actual.

‘A ver, cariño, ¿cómo te llamas?’ = "¿Nombre?"

"Mi nombre es, es..."

"Ah, todavía no tengo uno".

¿Qué? ¿Por qué no tiene nombre?

Estaba a punto de pedir una aclaración cuando recibí una respuesta impactante.

Sonó una campana y apareció una ventana de búsqueda.

Ah. Sí, lo veo.

Recuerdo que cuando empecé a jugar, empecé por nombrar al personaje principal.

"¿Qué hago con esto?"

No soy Ofelia, así que supongo que estoy siendo recompensada con algún tipo de estatus de "tutoría temporal".

No sé qué es, pero voy a ser un guardián permanente, así que tomaré lo que pueda, ¿verdad?

Murmuré una aceptación con una cucharada de desinterés, y una cosa parecida a un cursor apareció sobre la cabeza del niño y parpadeó, al igual que en el juego.

‘¿Te importa si te nombro?’ = "Supongo que un perro necesita un nombre".

"¿Un nombre?"

No sé qué fue lo de mis malas palabras que lo hicieron tan feliz, pero sus ojos brillaban como estrellas fugaces en un lago azul profundo.

No quería decepcionar al niño, pero no tuve que pensar mucho.

Tenía un nombre con el que lo había estado llamando durante mucho tiempo. Enrollé el nombre lentamente en mi lengua, midiendo su reacción.

"Tu nombre será Ratchet a partir de hoy".

Sus ojos se abrieron de par en par ante mis palabras.

"Mi nombre es...... Ratchet".

Sonreí, cubriendo la parte inferior de la cara con mi abanico.

¡Sí, Rachet! ¿Qué tal eso, no te encanta...?

‘Espera. ¿Qué?'

¿Quién diablos le acaba de decir a mi Leo que se llama Ratchet?

Pronto hubo un sonido de mecanografía y el nombre que le había dado apareció por encima de la cabeza de Leo.

Siguió una fanfarria, y luego...

¡Argh, mira este maldito sistema!

Estás llamando a Leo "Rata" cuando no tiene nada que ver. ¡Qué broma!

¡Mi hijo se llama Leo!

‘¡Que crezcas para ser tan valiente y saludable como un león!’  = "Es un nombre apropiado para ti, porque eres tan sucio como una rata y tan pequeño como una castaña".

Leo, que había estado de pie con la cara feliz a mis palabras, se frotó las esquinas de los ojos con la manga.

"Sí, um, sí".

‘¡Leo!’ = "Ratchet".

‘¡Leooooo!' = "Ratchet".

"¡Sí, soy Ratchet!"

Hmph. ¿Por qué diablos no puedo dirigirme a él como Leo?

"Tu tarea es atender a Lady Belinda", dijo la criada de manera severa mientras estaba de pie frente a la vieja puerta de roble.

¿Qué significa "atender"?

Leo no sabía lo que significaba la palabra, pero no estaba en el lugar adecuado para preguntar.

Y cuando finalmente se enfrentó a la figura del otro lado de la puerta...

"Pareces un animal".

Leo inclinó la cabeza, sintiéndose como la cosa más baja e insignificante del mundo.

Su mirada era fría.

Y la mirada en la cara de Belinda mientras retorcía las comisuras de su boca al verlo...

Quería darse la vuelta y alejarse, pero Leo se pellizcó el muslo y se aguantó.

‘No quiero volver al orfanato’.

Fue a través de su pura desesperación que Belinda finalmente le dio permiso para trabajar en la mansión.

Leo se acercaría a ella. No importa lo difícil que fuera, lo haría.

"Lo que Belinda quiere que haga es..."

"No me gustan las camas frías. Ratchet, calienta la cama con el calor de tu cuerpo".

"Haré eso".

"Los postres son terribles. ¡Ratchet, cómete toda esta mierda ahora mismo!"

Con duda, tomó un bocado de la misteriosa comida que le entregó Belinda y se la metió en la boca.

‘Parecía un trozo de carbón... y, sin embargo, es increíblemente dulce’.

De vuelta en el cuarto de los sirvientes, Leo golpeó su pie y reflexionó sobre la dulzura del fondant de chocolate.

Luego inclinó la cabeza, como si de repente se diera cuenta de algo extraño.

¿Es así como se supone que debe ser?

Leo pensó en lo que había hecho hoy.

Una dulce siesta en la cama de Belinda, esponjosa como una nube, tres comidas para llenar su vientre.

Sus manos, que no habían visto ni una gota de agua en todo el día, temblaron con el sabor del azúcar de su postre.

Y tengo un nombre.

Fue lo primero que Leo, que no tenía nada, había tenido, y era completamente suyo, algo que no quería que nadie le quitara.

"¡Sí, soy Ratchet!"

Cada vez que Belinda llamaba su nombre, era como si alguien le hiciera cosquillas en el corazón con una pluma.

Le hizo tan feliz que estaba al borde de las lágrimas.

"Belinda es un poco... umm, un poco aterradora, pero no creo que sea una mala persona. Me está dejando trabajar en la mansión, e incluso me ha dado un nombre".

Tal vez aquí es donde puede ser la persona que estaba destinado a ser.

Leo apoyó su cabeza en su almohada con una anticipación incontenible.

"¿Por qué eres tan duro con el chico? Es solo un niño, incapaz de rebelarse contra ti".

La voz era muy nítida.

La mujer miró fijamente a su oponente, que le llevó su espada a la garganta. Con ella de vuelta a la luna, no podía ver su cara.

A pesar de que su vida estaba en juego, se mantuvo tranquila.

"Si me preguntas, ¿por qué no debería acosarlo?"

Con una inclinación indefensa de su cabeza, algunas hebras de pelo rojo sangre fueron cortadas por la hoja.

La mano del hombre en la espada se sacudió, pero la mujer no se perturbó.

"Solo es un pobre huérfano. Una vez fue mi sirviente, así que si me preguntas por qué lo trato con tanta falta de respeto...

Por primera vez, la cara inexpresiva de la mujer parpadeó de disgusto.

"Bueno, es porque nací para ser así. Soy una noble nacida de la naturaleza, y estoy fisiológicamente rechazada por la sangre humilde de origen desconocido".

La mujer lo miró y sonrió, como si buscara el acuerdo de un amigo.

"Su Alteza puede entender mis sentimientos, ¿verdad?"

"......No te entiendo".

Finalmente, el hombre levantó su espada. La hoja brillaba inquietantemente pálida a la luz de la luna.

"Espero que consideres mi última misericordia dejarte ir sin dolor".

Eso fue todo.

El sonido de una hoja cortando la carne.

Luego, el sonido de algo pesado rodando por el suelo, y la pantalla se desvaneció a negro...

Me desperté de mi pesadilla, todo mi cuerpo empapado en un sudor frío. Levanté la mano hasta el cuello y sentí que mi cabeza todavía estaba unida.

Qué sueño de mierda.

Este final se puede lograr cuando el protagonista participa en el torneo anual de espada y se desempeña bien.

El príncipe heredero, que oculta su identidad, se involucra con el protagonista en el torneo y, reconociendo el talento del niño, se convierte en el patrocinador secreto del protagonista para convertirlo en el jefe de los caballeros reales.

Hace todo lo posible para mantener al niño, y antes de que te des cuenta, está decapitando a Belinda.

"No me di cuenta cuando estaba jugando, pero el juego me está vendiendo".

¿El príncipe heredero de un país le corta la garganta a una mujer noble por el bien de un niño que ha predicho que se convertirá en caballero?

¿Qué diablos es esa mierda?

Arrastré mi cuerpo pesado y me senté contra la cabecera de la cama.

Apenas podía levantar un dedo por la mañana, y mi cabeza estaba tan brumosa que no podía pensar con claridad.

Todavía puedo verlo. ¿Una alucinación de un ángel sin alas en cuclillas en la ventana de ...... mi habitación?

"¿Ratchet?"

"Buenos días".

No, cariño, ¿qué diablos estás haciendo aquí tan temprano por la mañana?

Espera. ¿Es ese un trapo que Leo tiene en la mano?

Mientras estaba allí aturdida, incapaz de aceptar la realidad de la situación, Leo me miró y luego habló.

"El jardín está floreciendo tan maravillosamente, y pensé que si la ventana estaba sucia, Belinda no podría verla bien cuando mire hacia fuera..."

Me sujeté las manos sobre la boca y apenas me tragué un grito.

No fue una alucinación. El ángel alado era real, ¡era mi Leo!

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