0%

La Emperatriz Se Volvió A Casar – Novela Capítulo 130:Abandono (1)

Capítulo de novela - 93 párrafos

El tiempo no pasaba rápido, quizá porque tenía algo importante que quería decir.

Abrí los ojos al amanecer y tuve que moverme en silencio para no despertar a las doncellas demasiado temprano. Leí un libro, pero me costaba concentrarme. Terminé sintiéndome agotada en el desayuno en lugar de relajada.

Después de comer, lavarme y vestirme, fui al palacio central y me encontré con Sovieshu. Además de querer hablar con él sobre mi hermano, había otro tema que quería abordar.

—Emperatriz.

Cuando Sovieshu me vio, se levantó de su escritorio y sonrió con suavidad. Su actitud era más amable que de costumbre, a pesar de que mantenía a mi hermano bajo custodia. ¿Qué demonios pasaba por su cabeza? Lo observé fijamente, pero en lugar de hablar sobre Koshar, dejó sus papeles a un lado.

—¿Desayunó?

Fui a su escritorio y levanté los documentos. Uno era un informe sobre la disminución de los magos, y el otro era una directiva para aumentar el gasto militar.

¿Está ampliando el ejército para reemplazar la disminución de magos?

—¿Emperatriz?

—Oh. Ah, sí.

—La salud es lo primero. Debe cuidarse.

Sovieshu me ofreció su consejo con una sonrisa. No era mi imaginación, realmente estaba actuando con más amabilidad de lo habitual.

¿Se siente culpable por haber puesto a mi hermano en arresto domiciliario?

Siempre que Sovieshu me trataba de forma inesperadamente amable, mi primer instinto era desconfiar. Le devolví una sonrisa y Sovieshu soltó una risa divertida.

—¿Es tan extraño que le pida que se cuide?

—…no creo tener nada que decir en esta situación.

—Siempre deseo que la Emperatriz esté saludable.

—Yo también.

¿Por qué era así?

La expresión amable de Sovieshu se desvaneció. Aún tenía una sonrisa en los labios, pero una profunda tristeza se acumulaba en sus ojos. Me sentí aún más incómoda al mirarlos, y entonces Sovieshu comenzó a hablar sobre asuntos nacionales.

—Me reuní con Calenzalo, el mago jefe.

Sí. Era más fácil hablar de trabajo así. Respondí rápidamente.

—Sobre el hombre que dijo haber perdido sus poderes. ¿Realmente era un mago?

—Desafortunadamente.

—¿Qué causó la desaparición de sus poderes? ¿Descubrieron la causa?

—Aún no. No sabemos por qué está desapareciendo el poder mágico, ni por qué el número de magos está disminuyendo.

—No puede ser.

—Pero escuché algo más que me preocupa.

¿Algo que le preocupaba?

—¿Qué es?

—El mago jefe dijo que la disminución de magos ha sido un fenómeno constante durante casi dos décadas.

—Nunca había oído eso.

—Sí. En aquel entonces, el número de sabios y hechiceros era bastante considerable.

—Eso significa…

—Sí. Dicen que los números han disminuido drásticamente en los últimos años.

—Eso ciertamente es preocupante.

Bailábamos alrededor del tema como si tuviéramos algo que decir, pero seguíamos evitándolo. Desde el punto de vista de la Emperatriz del Imperio Oriental, lo que Sovieshu decía era algo que debía considerarse seriamente. Y sin embargo, me costaba concentrarme en sus palabras porque tenía la cabeza llena de otros pensamientos. Me obligué a asentir, y Sovieshu volvió a hablar.

—¿Recuerda a la niña del orfanato patrocinado por el Estado? La que fue enviada a la academia mágica.

Solo cuando Sovieshu la mencionó pude concentrarme por completo en sus palabras.

—¿Qué pasa con esa niña?

No había razón para que la mencionara específicamente, y me puse ansiosa. Sovieshu respondió con una voz grave.

—Escuché que no se está adaptando bien a la academia.

—Porque sus circunstancias de vida han cambiado.

—No, no solo a ese nivel.

—Calenzalo no sabe si son problemas con sus compañeros, de personalidad, o si tiene dificultades para adaptarse al nuevo entorno.

Las palabras de Sovieshu ya eran preocupantes por sí solas, pero justo habíamos estado hablando de magos cuyos poderes mágicos habían desaparecido. Si mencionaba el nombre de esa niña ahora…

—Al principio, mostró mucha habilidad mágica, y estaba motivada para asistir a clases y esforzarse. Dos profesores la elogiaron por ser bastante talentosa. Pero gradualmente su maná comenzó a disminuir, y no pudo seguir el ritmo de las clases.

—Cuando se deprimió, todos pensaron que era cuestión de esfuerzo o del entorno. Pero en un momento en que los magos saben que los poderes mágicos están desapareciendo, todos la están observando.

Se me rompió el corazón al recordar a la niña que estaba tan nerviosa pero emocionada por asistir a la Academia. Quedarse atrás en las clases por falta de esfuerzo o conocimientos básicos era una cosa, pero perder la capacidad mágica…

Le escribiré una carta.

Bajé la mirada al suelo con emociones encontradas. Cuando recuperé la compostura, me di cuenta de que el entorno estaba demasiado silencioso. Sovieshu ya no hablaba. Lo miré y él me devolvía la mirada con una expresión indescifrable.

¿Acaso recuerda que tiene a mi hermano confinado ahora?

Al mirar de nuevo sus ojos cargados, supe que era momento de tener una conversación más privada. Había estado esperando impacientemente este momento desde ayer.

—Soy la patrocinadora de Evely, así que me haré cargo de sus asuntos.

Hablé con calma, intentando mantener el rostro lo más neutro posible.

—Y, si no le molesta, me gustaría preguntar cuánto tiempo piensa mantener a mi hermano en arresto domiciliario.

En una sola frase, el brillo amistoso en los ojos de Sovieshu desapareció, solo para ser reemplazado por hielo frío.

—Será pronto.

—Creo que es importante saber hasta qué punto será liberado.

No se trataba solo de liberarlo del arresto domiciliario. Sovieshu miró en silencio los papeles que había dejado sobre su escritorio.

—Majestad.

Respondió con voz oscura.

—…Emperatriz, no puedo confiar en lo que su hermano dice o hace.

—Lo que creo es que no puede controlarlo, y que él nunca cambiará.

—Majestad.

—Incluso si cambia, no será antes de que nazca mi bebé. ¿Está de acuerdo?

Sovieshu se volvió hacia mí de repente y habló con voz decidida.

—Te lo digo porque ya sabe que su hermano está bajo arresto domiciliario.

Sovieshu se levantó de su asiento y se paró frente a mí. Me miró directamente a los ojos.

—Voy a desterrar a su hermano para proteger a mi hijo.

No había un temblor en su voz, y no parecía la misma persona amable de hace apenas unos momentos.

Mientras yo pasaba toda la noche eligiendo las palabras para hablar con él, él decidía qué hacer con mi hermano.

Me di cuenta de que ya había tomado una decisión firme. Cuando reuní mis emociones, me encontré mordiendo mi labio inferior. Sovieshu lo notó y levantó un dedo cerca de mi rostro.

—Por supuesto, eso no significa que lo desterraré para siempre.

Me di la vuelta rápidamente, pues no podía soportar mirarlo.

—Será un destierro informal, y permitiré que Koshar regrese si se arrepiente de su crimen.

Como no dije nada, Sovieshu me agarró ligeramente del hombro y me giró. Intenté no mostrar ninguna emoción, pero fue un esfuerzo inútil. Tomé una respiración rápida y hablé con un tono simple.

—¿Tiene que hacer esto?

—Podría hacerle esa misma pregunta a su hermano.

—¿Exactamente por qué va a desterrar a mi hermano?

—Solo oyó que su hermano fue puesto bajo arresto domiciliario, ¿Pero supo que agredió violentamente a una persona?

—¿No supo que esa persona mandó atacar a mi hermano primero?

—Ah, lo escuché.

—Pero esa es la versión de su hermano. De cualquier forma, es cierto que agredió violentamente al Vizconde Roteschu, solo para lastimar a Rashta y a mi hijo que ella lleva en el vientre.

Los ojos de Sovieshu temblaron con más ira al mencionar al Vizconde Roteschu. No sé cómo Sovieshu se enteró de que Koshar atacó violentamente al Vizconde. Mi hermano tenía una personalidad explosiva, y era posible que emboscara al Vizconde en el camino. Sin embargo, Sovieshu no actuaba como si entendiera que Koshar fue emboscado primero por los hombres de Roteschu, y mostraba más ira por el ataque de Koshar al Vizconde en lugar de al revés.

¿Pero qué hay de Rashta?

¿Acaso se enteró del pasado de Rashta?

Dudé en hablar, pero en ese momento, Sovieshu se dio la vuelta y se sentó bruscamente en su escritorio.

—No importa lo que diga, no puedo perdonar a Koshar otra vez. Si me lo está pidiendo, olvídelo y váyase.

Traducido por: Valiz

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas ]

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas ]

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas ]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inicio Detalle del manga