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La Emperatriz Se Volvió A Casar – Novela Capítulo 151

Capítulo de novela - 69 párrafos

Capítulo 151 - Reunión en el reino occidental (2)

Ese momento, Rashta se encontraba en la torre occidental con Sovieshu. Había varios otros nobles presentes, junto con dos periodistas.

—Estas son las personas que dicen ser sus padres, Rashta.

Sovieshu presentó a la pareja ante Rashta. Ella intercambió algunas palabras cuidadosamente con cada uno de ellos, y Sovieshu observó con calma.

No sabía si la pareja de Blue Bohean era realmente sus padres. Los había interrogado, y había varias razones plausibles por las que Rashta podía ser considerada su hija biológica. El embajador Lingall también confirmó esa información de antemano y la reportó unos días después de que la pareja llegara.

Fueran o no los verdaderos padres de Rashta, la pareja del Barón Lant debía confesar que eran falsos. Si se revelaba que ambas parejas eran farsantes, entonces habría que traer otra pareja más. Al menos esta vez podían decir que habían conocido a Rashta a través de los periódicos…

El suspiro de Rashta llegó a los oídos de Sovieshu, quien se volvió para mirarla. Sus ojos estaban húmedos mientras se encontraba frente a la puerta de la celda de la pareja de Blue Bohean.

—Creo que estos son mis padres.

La pareja noble también empezó a llorar.

—No sabemos cuánto tiempo llevamos buscándote.

—Solo podíamos pensar en cuánto habías sufrido.

Fue un reencuentro verdaderamente emotivo. Las manos de los periodistas volaban rápidamente sobre sus cuadernos, y varios nobles presentes tenían los ojos llorosos. Ninguno pidió una prueba de sangre, ya que hacerlo se consideraba vergonzoso tanto entre los nobles como entre los plebeyos. Solo se usaba en circunstancias absolutamente necesarias.

Después del breve reencuentro, Sovieshu ordenó a los guardias que abrieran la celda. La pareja noble salió, abrazó a Rashta y volvió a llorar. Sovieshu esperó un momento a que se calmaran, luego les advirtió en voz baja.

—Si son unos farsantes, tengan en cuenta que sus cuellos estarán en el cadalso.

Los ojos de la pareja de Blue Bohean se abrieron con temor, pero asintieron. Rashta los condujo a su habitación. Tal como le había aconsejado el Duque Elgy, los trataría como si fueran sus verdaderos padres. Por ahora.

Sin embargo, al llegar frente a su habitación, un hombre desagradable se encontraba de pie justo afuera de su puerta. Rashta se tensó al verlo, pero mantuvo la voz firme.

—¿Qué sucede?

—Vine como su tutor. ¿Qué es esto?

—¿Mi tutor? ¿Por qué es mi tutor?

Rashta presentó con calma a sus nuevos padres.

—Ellos son mis tutores.

—¿Tutores? ¿Son los que salieron en el periódico? ¿Dijeron ser tus padres?

—No voy a discutir con usted.

El Vizconde Roteschu resopló furioso.

—¡No, ellos son unos farsantes!

El arrebato del Vizconde Roteschu le dio a Rashta una sensación de satisfacción. Le encantaba verlo retorcerse.

—¡Mis padres no son unos farsantes!

Rashta le gritó directamente, y el Vizconde Roteschu se puso aún más morado del enojo.

—¡¿Padres?!

En lugar de responder, Rashta llevó a sus padres al interior de la habitación.

—Se irá.

Cuando se cerró la puerta, Martha, una de los padres, habló con preocupación.

—¿Está bien?

Rashta respondió de manera brusca y les indicó que se sentaran en el sofá. Ella se sentó frente a ellos y los miró con incomodidad.

—Martha y Gillimt… ¿Así dijeron que se llamaban?

—Gracias por decir que somos sus verdaderos padres, señorita Rashta.

Conversaron durante un rato. Marsha y Gillimt tenían personalidades muy amables ¿Sería porque el Duque Elgy los había escogido?. Eran tan cálidos y afectuosos que Rashta deseó que fueran sus verdaderos padres. Cuanto más hablaba con ellos, más deseaba que fuera real.

—No sé si el Duque Elgy le dijo, pero realmente perdimos a dos hijas.

—Tuvimos que huir cuando fuimos atacados por un grupo de bandidos. Cada niño fue llevado por una niñera… y no supimos nada de ellos desde entonces.

—Hemos estado buscando a nuestras hijas todo este tiempo.

—Buscamos tanto tiempo, y vergonzosamente gastamos toda nuestra fortuna.

Marsha y Gillimt tomaron cada uno una de las manos de Rashta y la sostuvieron con fuerza.

—Una de las niñas tiene la misma edad que la señorita Rashta. La otra es unos años menor.

—Aún la estamos buscando.

—Todavía queda una hija más.

Después de compartir brevemente su historia, le preguntaron a Rashta sobre ella; qué le gustaba, cómo había estado, por qué sus manos estaban tan llenas de cicatrices…

Mientras Rashta hablaba sobre el pasado, lloró y abrazó a sus padres. Aunque eran padres falsos contratados para borrar su identidad anterior, ser amada por estas personas le llenaba el corazón. Había tenido miedo de que quisieran usarla como lo había hecho el Vizconde Roteschu, pero parecía que no tendría que preocuparse por eso.

—Rashta es huérfana… pero si tuviera padres, serían como ustedes.

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El Vizconde Roteschu regresó a casa de peor humor que Rashta. Nunca olvidaría su rechazo. Había sido agredido y mutilado por Koshar por su culpa, mientras ella se divertía encubriendo su identidad y recibiendo a unos padres falsos.

Esto era inaceptable. ¿Qué ideas se le ocurrirían después de dar a luz al bebé del Emperador?

—Debo tomar la iniciativa.

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Koshar finalmente llegó a la capital del Reino Occidental, y estaba cruzando las puertas del palacio. En solo unos días, el hombre que lo escoltaba se había enamorado de Koshar y le había contado todo tipo de historias. El hombre había oído rumores de que Koshar era un canalla terrible, pero no le parecía necesariamente cierto. Koshar tenía sin duda una personalidad fogosa y un temperamento corto, pero no era tan extremo como sugerían los rumores.

Sin embargo, lo que más fascinaba al hombre eran las habilidades de combate de Koshar. El incidente decisivo ocurrió cuando se encontraron con un grupo de bandidos en la frontera. Koshar se encargó de los diez bandidos por sí solo, y a ojos del escolta, era el villano atractivo de una historia de héroes.

—Si yo fuera mujer, sin duda me enamoraría del Lord Koshar.

—Quiero que considere con cuidado mis pensamientos.

—¿Algo bueno?

—Veo que no tiene en cuenta nada de eso.

—¡Jajaja! En realidad tengo una hermana que se parece a mí. Todavía no está casada.

—¿Llegamos? Ah, ahí.

—¿Lord Koshar? ¡Lord Koshar! ¡No es por ahí! ¡Regrese!

El hombre logró alcanzar a Koshar y llevarlo al lugar del encuentro que se había establecido.

Para sorpresa de Koshar, el Rey Heinley ya lo estaba esperando allí. Se había enviado un mensaje cuando Koshar pasó por las puertas principales, pero no esperaba que el Rey lo recibiera de inmediato.

¿Por qué estaba tan ansioso el Rey Heinley por ver a Koshar Lilder Troby?

Traducido por: Valiz

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