La Emperatriz Se Volvió A Casar – Novela Capítulo 204

Capítulo 204 - El choque de Sovieshu (1)

El enviado regresó al palacio imperial mientras Sovieshu leía los informes en su oficina.

Al ver regresar al enviado, el funcionario sobornado por el Vizconde Roteschu se apresuró a ir a su mansión.

En cuanto el enviado entró en su oficina, Sovieshu le preguntó antes de que pudiera acercarse al escritorio.

—¿Y su respuesta?

Sus ojos estaban llenos de anticipación.

El Emperador parecía seguro de que Navier enviaría una respuesta, lo que hizo sentir incómodo al enviado.

Pero no podía mentir, tenía que ser honesto.

—Navier no envió respuesta, Su Majestad.

Sovieshu se mostró desconcertado. Pensó que no había oído bien.

Una leve sonrisa apareció en su rostro.

—Entonces ella le pidió que me comunicara algo.

El enviado respondió con una expresión incómoda.

—Lo siento, Su Majestad.

El rostro de Sovieshu se fue tornando frío, y sus párpados comenzaron a temblar.

Ahora no podía entender el informe del enviado en lo absoluto.

¿No hubo respuesta? ¿Cómo es posible que no haya respuesta? ¿A pesar de que aclaré el malentendido, aún no me respondió la carta?

Mientras el Emperador estaba inmerso en sus pensamientos, el enviado continuó con el informe con dificultad.

—Su Majestad…

—¿Recuerda al Vizconde Langdel?

—¿Por qué lo menciona?

—El Vizconde Langdel y la Duquesa Tuania están en el Reino Occidental.

—¿Qué? ¿Por qué están allí?

—Y el Vizconde Langdel…

—Es el comandante de la Quinta División de los Caballeros Supranacionales.

Tan pronto como el enviado terminó de hablar, Sovieshu se levantó bruscamente.

Apretó los puños y preguntó con frialdad.

—¿De verdad?

Incluso después de que el enviado se fuera, Sovieshu no pudo calmarse.

Aunque fuera la Alianza Wol, mientras el Imperio Oriental tuviera su ejército de magos, no serían rivales para el imperio.

Pero eso no significaba que enfrentarlos no sería un problema.

Los Caballeros Supranacionales eran muy molestos y tenaces. Además, la Alianza Wol detrás de ellos era aún peor.

Sovieshu tragó los insultos que a punto estaban de salir de su boca.

También estaba herido y enojado por la actitud de Navier.

¿Cómo podía no enviar una carta de respuesta? ¿Cómo podía no decir nada aunque yo hubiera aclarado el malentendido?

En ese momento, surgió un pensamiento…

¿Navier cree que el contenido de la carta es una mentira? ¿Cree que lo inventé para persuadirla?

Podría ser.

¿Le cuesta creerme porque está herida? Sí, eso es. Debe ser eso.

Sovieshu se movió inquieto de un lado a otro de la habitación.

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Más tarde, por la tarde.

Después de enterarse de que la Duquesa Tuania estaba en el Reino Occidental junto con el Vizconde Langdel, el Duque Tuania entró en la oficina de Sovieshu y se quejó de que quería que su esposa volviera. Esto aumentó aún más la ira de Sovieshu.

Al final, Sovieshu no pudo soportarlo y le gritó al Duque Tuania.

—¡Fue usted quien no creyó en su esposa y se divorció!

Esto también era lo que quería decirse a sí mismo, pero no quería admitirlo.

—¡Pero Su Majestad! ¡La señorita Rashta fue quien me dijo que mi esposa tenía un romance con otro hombre!

Sovieshu se sorprendió al escuchar de manera inesperada el nombre de Rashta. Sovieshu recordó que Rashta había conversado con el Duque Tuania el día del baile de máscaras.

Sovieshu se rió y dijo.

—No mienta.

Luego agregó con frialdad.

—¿Por qué culpar a otro por su absurdo malentendido? Ese día, parecía que disfrutaba conversando con Rashta.

Ante la respuesta inesperada de Sovieshu, el Duque Tuania no tuvo más opción que entrar en detalles.

—Al principio ella me preguntó si estaba bien que dos personas se abrazaran en el palacio imperial, porque se sentía tan avergonzada de haber visto a un noble y a una noble tocándose el uno al otro. ¡Yo me reía porque pensé que parecía tan ingenua!

—Entonces Rashta no mencionó a su esposa.

—No directamente. Pero cuando le pregunté a quién había visto hacer eso, me describió su apariencia, ¡y era sin duda la apariencia de mi esposa! Yo conocería los rasgos ocultos de su cuerpo…

El corazón de Sovieshu se sintió pesado, pero dijo firmemente.

—De todas maneras, fue usted quien malinterpretó las cosas.

Después de que el Duque Tuania se fuera, Sovieshu se apoyó en su escritorio con dolor de cabeza y se llevó la mano a la frente.

Ya estaba angustiado por el asunto de Navier. Lo que el Duque Tuania dijo había aumentado aún más el peso en su corazón.

Sabía que Rashta tenía un lado ingenuo y calculador. Además, reconocía que para sobrevivir en la alta sociedad, no se podía ser solo ingenuo.

Pero no quería escuchar sobre ese otro lado de Rashta.

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Sin embargo, eso no fue el final de las malas noticias para Sovieshu.

A la mañana siguiente, mientras Sovieshu leía un informe que había llegado a medianoche mientras se vestía, el Marqués Karl le dio otra mala noticia.

—Su Majestad, el Gran Duque Kapmen está en camino al Reino Occidental.

Sovieshu inmediatamente arrugó el informe que tenía en las manos.

Su paciencia se había agotado.

Apretando con fuerza el informe, preguntó al Marqués Karl con severidad.

—¿Qué dijo?

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Completamente enfurecido, Sovieshu se encerró en su habitación, cancelando todas las reuniones programadas.

Paseaba por su habitación mientras organizaba sus pensamientos.

Casi dos horas después, Sovieshu salió de su habitación con calma. Sin embargo, en lo más profundo, estaba lleno de ira y una firme determinación.

Sovieshu haría que Navier se arrepintiera de haberse ido. Y la haría regresar después de que se arrepintiera de no haber creído en su sinceridad.

Para hacer eso…

—Marqués Karl.

—¿Cuándo es la boda de Navier?

—También apresurarán la boda, por lo que coincidirá más o menos con la de Su Majestad.

—Mi boda debe realizarse antes que la de Navier, así que la fecha tendrá que adelantarse.

—Como ordene.

—Y… envíe una invitación oficial al Rey del Reino Occidental. Quiero que asistan a la boda.

El Marqués Karl preguntó ansiosamente.

—¿Cree que vendrán?

En su opinión, era poco probable que vinieran. Pero Sovieshu dijo con una sonrisa fría.

—Vendrán a ver al Duque y la Duquesa Troby.

—Entiendo.

Traducido por: Valiz

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