0%

La Emperatriz Se Volvió A Casar – Novela Capítulo 289:Rescate (2)

Capítulo de novela - 105 párrafos

Heinley siempre cocinaba para mí. Así que hoy iba a cocinar para él para eliminar por completo el ambiente incómodo entre nosotros.

Me dirigí a la cocina que Heinley solía usar.

La cocina, limpia y ordenada, mostraba que había sido diseñada con énfasis en la estética, más que en el uso práctico, pero estaba equipada con todo lo necesario.

Después de arremangarme, pensé en qué platos podría cocinar.

¿Crema de maíz? ¿Sopa de champiñones? ¿Sopa de verduras? En realidad, casi no tenía experiencia.

¿...debería hacer una tortilla? Era un plato clásico. Lo más importante era que lo haría yo sola para él.

Sí. Haré algo simple pero delicioso, en lugar de algo que no sé preparar bien.

Tan pronto como me decidí, rompí los huevos en un bol y los batí bien con un tenedor... una hora después, en la cena, serví a Heinley la tortilla que había preparado yo misma.

Heinley comió felizmente un trozo de la tortilla.

—¿Qué tal sabe?

—Es la tortilla más deliciosa que he probado en mi vida.

Sé que eran palabras vacías, pero me hicieron sentir bien. Mientras lo veía comer, traté de reprimir el conflicto entre amor o estabilidad que me rondaba por la cabeza los últimos días.

Justo entonces, Heinley me preguntó,

—¿No quieres comer, Mi Reina?

Solo entonces me di cuenta de que apenas había probado la comida de mi plato. Heinley sugirió que probara la tortilla que había hecho.

—Tú también deberías probarla, Mi Reina. Está realmente deliciosa. Lo digo en serio.

Tomé un trozo de la tortilla con el tenedor, lo llevé a la boca, lo mastiqué un par de veces y lo tragué de inmediato.

Pero fue extraño. Se veía deliciosa como él decía, pero no sabía bien.

Además, el sabor de la tortilla que quedó en mi boca fue algo desagradable. De repente, sentí como si en lugar de una tortilla hubiera preparado papilla para polluelos, lo cual me revolvió aún más el estómago.

Cuando bebí apresuradamente un vaso de agua, Heinley preguntó con voz temblorosa,

—¿Mi Reina? ¿Tiene algún ingrediente que no puedes tolerar?

—No. Solo no tengo apetito.

—¿Te sientes bien?

—Sí, es solo falta de apetito.

Heinley extendió la mano y colocó su palma sobre mi frente. Su palma se sentía fresca y agradable.

Cuando cerré los ojos, Heinley murmuró:

—Tienes una ligera fiebre. Llamaré al médico del palacio, Mi Reina.

—Estoy bien. No es necesario llamar al médico del palacio solo por falta de apetito.

Sacudí la cabeza rápidamente, llevé a mi boca algo de la ensalada que había preparado el chef y sonreí forzadamente.

La razón de mi falta de apetito era obvia. Escuché que Rashta quería matar a mis padres, ¿No sería extraño tener buen apetito?

El médico del palacio pensaría que estaba agotada por el exceso de trabajo, interfiriendo así con mis deberes.

Aún tenía mucho trabajo, así que no quería que llamaran al médico por estos síntomas.

༻✦༺  ༻✧༺ ༻✦༺

Cuando el Vizconde Roteschu, que no había ido a visitar a Rashta en días, le preguntó,

—¿Has visto a Rivetti, por casualidad?

Rashta casi suelta un grito de extrema alegría. ¡Ese asesino lo hizo!

—No. ¿Qué pasó?

Preguntó Rashta, reprimiendo el deleite en su voz.

La expresión del Vizconde Roteschu se ensombreció.

—No ha regresado a casa desde hace días.

—¿En serio? —preguntó Rashta con indiferencia, y añadió con firmeza—. No sé nada. Rashta no es cercana ni está relacionada con ella, ¿Cierto? No me interesa nada relacionado con ella.

El Vizconde Roteschu frunció el ceño, pero no respondió. Estaba tan preocupado por Rivetti que ni siquiera parecía querer discutir.

—No es una niña, puede divertirse sin su consentimiento. Preocúpese por lo que le pedí que hiciera.

Finalmente, el Vizconde Roteschu se fue. La noche siguiente, el asesino contratado por Rashta vino a verla.

El asesino entró en la habitación de Rashta con sorprendente facilidad.

Rashta casi gritó de terror al ver al asesino junto a la ventana.

Sin embargo, pronto reconoció la figura peculiar del asesino y preguntó apresuradamente,

—¿Qué pasó con Rivetti?

Preguntó Rashta emocionada, a lo que el asesino respondió con indiferencia.

—La secuestré y la entregué a un comerciante ilegal de esclavos. El dinero de la venta…

—Dámelo. Compraré comida deliciosa con eso. Te daré el pago correspondiente por separado.

Cuando el asesino le entregó el dinero que había traído, Rashta lo guardó de inmediato antes de darle el pago acordado.

Le preocupaba que el asesino hubiera descubierto su identidad y hubiera llegado hasta allí, pero los miembros del gremio de asesinos eran famosos por su silencio.

Esto se debía a que un asesino que revelaba la identidad de un cliente no servía, y pasara lo que pasara, la identidad del cliente debía mantenerse en secreto.

Después de revisar el dinero y las joyas, el asesino asintió y se giró para salir por la ventana.

—Espera un momento.

Rashta detuvo al asesino y preguntó,

—Cuando esa chica sea vendida por el comerciante de esclavos, infórmame a dónde la vendió. Por supuesto, te pagaré por esto.

Cuando Rivetti se sumiera en la desesperación, Rashta planeaba ir a verla y decirle, ¿Cómo se siente ser una simple esclava?

El asesino volvió a asentir y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Rashta se sentó en la cama y se regocijó.

Rivetti llorará con una expresión completamente derrotada, o escupirá maldiciones de desesperación.

Rashta se sostuvo el vientre, le resultaba placentero imaginar que podía vengarse de un enemigo de la misma forma.

Poco después, cuando la sirvienta que Rashta había enviado con Evely vino a verla tras lograr robar el collar de Evely, el ánimo de Rashta se elevó aún más.

—Buen trabajo. Eres realmente competente.

Rashta le entregó un gran collar con joyas y le ordenó,

—Sigue observando a la chica y avísame de inmediato si notas algo extraño. Si Su Majestad la busca, le envía regalos o algo por el estilo.

—Por supuesto. Confíe en mí, Su Majestad.

Sola en su habitación, Rashta resopló mientras examinaba de cerca el collar de Evely.

Esto hizo que su buen humor disminuyera. Rashta tiró el collar al suelo y lo pisoteó varias veces.

༻✦༺  ༻✧༺ ༻✦༺

Mientras tanto, Rivetti se encontraba en una situación en la que no sabía lo que estaba ocurriendo.

De camino a casa después de salir con sus amigas, vio una escena aterradora. Una multitud de personas la seguía fingiendo ser transeúntes.

Trató de huir asustada, pero perdió el conocimiento tras ser atacada por alguien.

Cuando despertó, estaba encerrada en una jaula donde solían tenerse animales salvajes. De repente, vio a un hombre de aspecto realmente malvado riendo y entregando dinero a otro hombre cubierto con una capa.

—A nuestros clientes les gusta destruir la dignidad de nobles altivos. Son muy populares. Aun así, se vuelven esclavos sucios después de unos años. Búscame la próxima vez que necesites vender a otro noble.

Rivetti se estremeció de miedo. ¿Esclavos sucios? ¿A dónde me ha llevado este secuestrador?

Cuando el secuestrador se fue, el hombre malvado miró a Rivetti como si fuera una gran pieza de oro y dijo con una sonrisa.

—Parece que alguien tiene un profundo rencor contra ti.

—¡Por favor, por favor ayúdame, te daré tanto dinero como quieras!

—¿No obtendría más dinero vendiéndote que lo que tú podrías darme?

—¡No, eso no es cierto!

—Además, ¿Cómo sé que cumplirás tu palabra si te dejo libre?

El hombre malvado sonrió con malicia y se fue.

Rivetti, encerrada en una jaula oscura, llamó entre lágrimas a su padre y a su hermano. Pero no había forma de que pudieran oírla desde su cómodo hogar.

Rivetti pasó cuatro días enteros en el terror. Durante ese tiempo, doce personas encapuchadas vinieron una tras otra a verla, discutieron el precio con el hombre malvado y luego se fueron.

Fue extremadamente doloroso presenciar cómo negociaban su precio con calma frente a sus ojos. Rivetti se dio cuenta de lo crueles e insensibles que eran los humanos. Nadie intentó rescatarla, aunque era obvio que la habían secuestrado.

Y el último cliente que entró el cuarto día compró a Rivetti. Preguntó cuánto habían ofrecido los demás y sin dudarlo ofreció el doble del monto más alto.

Rivetti fue obligada a seguir a este último cliente, con ambas manos fuertemente atadas a la espalda y amordazada.

No recordaba cuánto lloró durante el viaje en el carruaje. Finalmente, el carruaje se detuvo frente a una mansión sencilla y hermosa. Rivetti solía soñar con una mansión así, pero incluso este lugar superaba su imaginación.

Sin embargo, cuando este último cliente se quitó la capa que cubría su cuerpo, Rivetti dejó de llorar y abrió los ojos de par en par. Debajo de la capa llevaba el uniforme de los Caballeros de la Guardia Imperial.

Dejó la capa a un lado y se disculpó cortésmente con Rivetti.

—Lamento haberla asustado, Lady Rivetti.

Le desató las cuerdas que ataban sus manos y le quitó la mordaza antes de dar un paso atrás.

Mirando al caballero, Rivetti preguntó entre sollozos:

—¿Quién eres?

—Me llamo Oreleo, miembro de los Caballeros de la Guardia Imperial. Su Majestad me ordenó rescatar a Lady Rivetti.

—¿Su Majestad?

Sorprendida, los ojos de Rivetti se abrieron aún más. ¿Por qué menciona ahora al Emperador Sovieshu? No, ¿Cómo supo el emperador Sovieshu que me habían secuestrado?

Si se tratara del hijo de un Gran Duque, el Emperador aquí podría ordenar directamente a sus caballeros que lo rescataran, pero Rivetti sabía que su familia no tenía tal estatus. Por lo tanto, no podía creer que el nombre de Sovieshu saliera de la nada.

Mientras Rivetti se encontraba perpleja, el caballero dijo,

—Lady Rivetti, Rashta es la culpable de su secuestro.

Traducido por: Valiz

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas ]

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas ]

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas ]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inicio Detalle del manga