La Emperatriz Se Volvió A Casar – Novela Capítulo 348:Regalo (1)

Justo como pensaba. Lo que no entendía era por qué alguien ordenaría eso.

—¿Quién lo ordenó? ¿Con qué propósito? ¿Para arruinar los regalos enviados por el emperador Sovieshu? ¿O qué más…?

Tal vez fue una orden de Rashta. No creo que tuviera una razón, pero la mayor parte de la hostilidad que Rashta había mostrado hacia mí carecía precisamente de eso.

Sin embargo, lo que McKenna reveló fue inesperado.

—Lo ordenaron el Vizconde y la Vizcondesa Isqua.

—¿De verdad?

Recordé a la pareja que solía comportarse como personas amables. Aunque nunca tuvimos una conversación adecuada, los recordaba claramente porque estaban indirectamente relacionados con el destierro de mi hermano.

—Sí. El culpable confesó que recibió una gran suma de dinero para causar un “accidente”.

—¿Por qué dieron esa orden…?

¿Acaso me guardan rencor? ¿O es contra Sovieshu? Entendía que Rashta y Sovieshu no tenían una buena relación en ese momento. Como los habían tomado a Rashta como su hija, ¿Estaban enfadados con Sovieshu?

—Fue por la señorita Evely.

Las palabras de McKenna fueron nuevamente inesperadas.

—¿Evely?

¿Por qué Evely?

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—Fue el Vizconde y la Vizcondesa Isqua quienes ordenaron el “accidente” del carruaje. Tenían la intención de hacerle daño.

Evely murmuró de forma sombría en respuesta a mis palabras.

—Debieron haberlo hecho por lo que malinterpretaron. El Vizconde y la Vizcondesa Isqua piensan… piensan… que soy.

Pero, a diferencia de mí, Evely no se sorprendió de que la pareja intentara hacerle daño. Tal vez no se llevaban bien.

Sin embargo, había tantos vacíos en las palabras de Evely que resultaba difícil de entender. ¿Qué pensaban el Vizconde y la Vizcondesa Isqua de Evely?

—¿Evely?

—No me malinterprete, Su Majestad. ¡Absolutamente no, absolutamente no!

¿Qué estaba diciendo?

Evely juntó sus manos, me miró cuidadosamente a los ojos y, sonrojada, confesó tímidamente.

—La pareja piensa que soy la segunda concubina del Emperador Sovieshu. Por eso me odian tanto.

—¿Su concubina?

—¡Nunca, Su Majestad!

Como si temiera que yo pudiera malinterpretarlo, Evely se levantó rápidamente y agitó las manos apresuradamente.

—Soy asistente del mago de la corte y vivo en el Palacio del Sur. Su Majestad Sovieshu me ha dado muchas comodidades, de ahí el malentendido.

¿Sovieshu estaba cuidando de Evely? Eso fue una sorpresa.

Pero ahora que lo pienso, tiene sentido que Evely realizara este encargo para Sovieshu si él estaba cuidando de ella. Sería muy extraño que él llamara a Evely desde la academia de magia para que hiciera un encargo.

Dejando de lado el dinero, tal vez fue por ese malentendido que la persona encargada de aflojar la rueda del carruaje accedió a la solicitud de la pareja.

—¿No te sientes incómoda viviendo allí?

—No. El mago de la corte y los demás superiores son buenas personas. No tengo que ver a Su Majestad Sovieshu, así que no me siento incómoda.

A pesar de eso, su complexión seguía siendo sombría.

—¿Solo el Vizconde y la Vizcondesa Isqua se metieron contigo?

—…Rashta también piensa que soy la concubina de Su Majestad Sovieshu, pero yo deliberadamente no traté de aclarar el malentendido. Quería hacerla enojar.

Evely se sonrojó y bajó la cabeza. Se veía tan linda que no pude evitar reírme.

—¿Lograste hacer enojar a esa mujer?

Evely me miró con los ojos bien abiertos ante mi pregunta. Luego sonrió y asintió rápidamente.

—Hiciste bien. Gracias.

Tan pronto como la agradecí, Evely se sonrojó aún más y se dio la vuelta un poco.

—Por cierto, Evely. ¿Estás segura de quedarte allí?

—El Vizconde y la Vizcondesa Isqua todavía se meten contigo. Incluso pudieron causar un accidente en el carruaje de la delegación para hacerte daño… y podría empeorar más adelante.

—Sí. Es probable.

Sentía que Rashta podría estar detrás de esto, pero decidí no mencionarlo por ahora.

En su lugar, sugerí cuidadosamente a Evely.

—¿Por qué no te quedas en el Imperio Occidental?

Tenía pocas esperanzas de que Evely aceptara quedarse en el Imperio Occidental. Ahora que había recuperado su mana, debía querer aprender muchas cosas. Sería difícil para ella dejar el puesto de asistente del mago de la corte. Preferiría regresar a la academia de magia que quedarse en el Imperio Occidental.

Como esperaba, Evely rechazó débilmente.

—Si me quedo aquí ahora, solo seré una chica común que ha recibido la gracia de Su Majestad. No seré de utilidad para la Emperatriz. Solo recibiré la ayuda de Su Majestad como lo hice antes… pero si aprendo mucho del mago de la corte, me convertiré en una persona útil para la Emperatriz. En ese momento, definitivamente estaré al lado de Su Majestad.

Asentí con una sonrisa de comprensión. Sin embargo, tal vez porque Evely se sentía mal por rechazar mi sugerencia, apretó el puño y añadió después de un momento de reflexión:

—Si Su Majestad me necesita, iré de inmediato incluso si estoy en medio de otro asunto. No tiene que preocuparse por mí, estaré bien. El Vizconde y la Vizcondesa Isqua actuaron así porque yo estaba lejos. De hecho, solo hablaron mal de mí cuando estaba en el Palacio del Sur. A veces a mis espaldas y otras veces directamente a mi cara.

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Aunque el banquete ya había terminado cuando Evely llegó, la delegación se fue después de unos días.

A diferencia de cuando llegaron, partieron en dos carruajes. En uno de los carruajes se llevaba por separado al criminal que aflojó la rueda del carruaje por orden del Vizconde y la Vizcondesa Isqua.

Probablemente el criminal será castigado por intentar arruinar los regalos enviados por el Emperador Sovieshu cuando regrese al Imperio Oriental.

Podría haber sido castigado en el Imperio Occidental, pero eso significaría que el castigo habría sido menos severo porque podría causar conflictos entre los países.

También escribí una carta separada a Sovieshu, en la que le informaba que el Vizconde y la Vizcondesa Isqua solían meterse con Evely.

No sé si me creerá. Si el arrepentimiento que mostró frente a mí no era una mentira, entonces prestará atención a esto.

Después de la partida de los últimos invitados, el Imperio Occidental se sumergió completamente en los preparativos para el cumpleaños de Heinley.

Traducido por: Valiz

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