0%

La Emperatriz Se Volvió A Casar – Novela Capítulo 99

Capítulo de novela - 65 párrafos

Al mismo tiempo que la doncella consolaba a Rashta, Alan lloraba de asombro por haberse encontrado con su antigua amante.

Había oído hablar de la concubina del Emperador llamada Rashta en una reunión social después de llegar a la capital, pero en ese momento no pensó que fuera la misma que él conocía. Se encontraba en un lugar diferente ahora, y una esclava no podía encontrarse con el Emperador. Sin embargo, asistió a la fiesta al escuchar sobre las similitudes entre el color de cabello y ojos. Cuando descubrió que la concubina del Emperador era, de hecho, su antigua amante, su corazón tembló violentamente.

—Padre, ¿Lo sabías?

Tan pronto como Alan logró controlarse, regresó a la mansión para hablar con el Vizconde Roteschu. Alan encontró a su padre inspeccionando el interior de la mansión con las manos detrás de la espalda. Cuando su hijo lo enfrentó con la pregunta, murmuró:

—¿De qué estás hablando? —pero sus ojos no se apartaron del magnífico mural.

—La concubina del Emperador, Rashta, es la Rashta que conocemos.

El Vizconde Roteschu frunció el ceño y se volvió para enfrentar a su hijo. Vio los labios temblorosos de Alan y chasqueó la lengua con impaciencia.

—¿Fuiste al banquete del palacio? Cuando vi que la invitación había desaparecido, pensé que debía haber sido Rivetti.

El Vizconde Roteschu no parecía sorprendido en absoluto de que Rashta fuera la concubina del Emperador. Los ojos de Alan se abrieron de par en par.

—¿Lo sabías?

Alan pensó que su padre estaría tan conmocionado como él, pero mostraba un aire de total indiferencia. El Vizconde Roteschu se acarició la barba con una mano y señaló un sofá con la otra.

—Siéntate.

Cuando Alan tomó asiento, el Vizconde Roteschu continuó.

—En realidad, pudimos venir a la capital gracias a Rashta.

Alan miró a su padre, atónito.

—¿Por Rashta? Ah, es porque...

Debió haberla conmocionado descubrir que su hijo estaba vivo. Alan asintió ante su conclusión, pero el Vizconde habló con severidad.

—No puedo darte los detalles.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Compórtate como si no la conocieras.

—Pero padre. Si Rashta está a salvo, debes contarme todo sobre ella.

Alan intentó protestar, pero el Vizconde Roteschu lo desestimó.

—Como habrás oído, el Emperador está profundamente enamorado de Rashta.

—Eso significa que si tú y Rashta son descubiertos, podrían incriminarte. ¿Entiendes?

—Así que cuida lo que dices. Finge que no conoces a Rashta en absoluto.

—Pero padre…

—Padre se encargará de todo.

༻✦༺  ༻✧༺ ༻✦༺

Al día siguiente de la fiesta, mi hermano y su amigo, el Marqués Farang, vinieron a visitarme.

—¿Vamos a dar un paseo, Navier?

Estaba tensa, esperando que mi hermano causara un incidente en cualquier momento, pero sorprendentemente permaneció tranquilo durante todo el recorrido. Aunque paseamos por un sendero del palacio durante más de media hora, no mencionó a Rashta ni a su bebé.

—¿Descansaste bien en casa? Es agradable volver después de tanto tiempo, ¿Verdad?

—Muy cómodo. Habría sido mejor si hubieras estado allí.

—Iré a verte cuando pueda.

—No es necesario, estoy aquí para visitarte.

—¿Es así? Ah. ¿Y el Marqués Farang? ¿Cómo está últimamente?

—Su hermano me regaña cada vez más.

Mi hermano entrecerró los ojos ante la respuesta del Marqués Farang. Sin embargo, el Marqués sonrió pícaramente y continuó actuando como si estuviera atormentado por mi hermano.

—Se llevan bien.

—Koshar tiene defectos por todos lados, pero tiene la suerte de tener buenos amigos. Como yo o usted, Su Majestad.

Mientras los observaba, recordé mi infancia y sonreí. Había sido así durante mucho tiempo. Era agradable verlo permanecer tan franco incluso después de haber crecido.

Justo cuando estábamos entrando en el sendero hacia el palacio oriental, vi a Rashta apoyada en un muro de piedra. Me detuve, y mi hermano me preguntó qué sucedía.

Estaba indecisa sobre cómo manejar la situación: una parte de mí quería seguir adelante, mientras que otra quería dar la vuelta y tomar otra ruta. Si me daba la vuelta, sentiría que estaba evitando a Rashta, y mi orgullo se vería herido. Sin embargo, me sentía intranquila al no saber qué haría mi hermano si la veía.

Antes de que pudiera decidirme, Rashta nos miró sorprendida y se acercó. Mi hermano no la reconoció al principio. Si lo hubiera hecho, probablemente la habría visto como la villana que atormentaba a su hermana, pero era justo decir que, en ese momento, ella parecía tan encantadora como un hada.

—Su Majestad, Rashta tiene algo que decirle.

Solo después de que Rashta revelara su nombre, la expresión de mi hermano se torció en algo más feroz. Rashta miró a Koshar y levantó las cejas, quizá sorprendida de que mi hermano y yo nos parecíamos tanto. Sin embargo, en lugar de saludarlo individualmente, continuó.

—Escuché que fue muy malo que le diera una espada a Rashta, Su Majestad.

Suspiré, no por sus palabras, sino por la situación. No quería discutir con Rashta frente a mi hermano y el Marqués Farang, pero tampoco quería ceder ante sus acusaciones. Si lo hacía, mi hermano se enfurecería más, y los demás pensarían que la influencia de Rashta era mayor de lo que realmente era.

—No es un mal regalo para alguien que no es codicioso, ¿Verdad?

Respondí con voz fría, pero Rashta replicó con firmeza.

—No. Ya sea codicioso o no, es malo. Y se burló de Rashta frente a todos.

A pesar de su tono claro, se veía molesta. Hizo una pausa, respiró hondo y se llevó una mano al pecho.

—Pero Rashta decidió soportar la ofensa de Su Majestad. Aunque se ría, desprecie e ignore a Rashta, Rashta lo soportará.

—¿Se avergüenza de la verdad? Debe tener una alta opinión de usted misma.

—Rashta es la mujer a la que el Emperador ama. Si Rashta no se valora a sí misma, es una falta de respeto hacia Su Majestad.

—¿Su valor solo existe cuando es amada por el Emperador?

Una expresión melancólica apareció en el rostro de Rashta.

—No importa lo que diga, Rashta lo soportará todo. Por el bien de los futuros hijos, Rashta no quiere luchar con la Emperatriz...

—¿Qué quiere decir?

¿Acaso pensaba que lastimaría a sus futuros hijos? Un sentimiento desagradable comenzó a surgir en mí, pero las palabras de Rashta me dejaron aún más perpleja.

—El Emperador me lo dijo. La Emperatriz probablemente es infértil, así que ella será la madrastra de los hijos de Rashta.

Traducido por: Valiz

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas ]

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas ]

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas ]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inicio Detalle del manga