Las Flores son Cebo Novela capítulo 131

Las Flores Son Cebo

***

—¡Choo-ja, pásame eso!—

Lee-yeon se movía inquieto. El olor acre persistía en la punta de su nariz como un vago recuerdo del accidente.

El cuerpo del avión cayendo por el cielo, los árboles verdes barriendo la cabina rota, la gente cayendo sobre los pinos. Esa sección del bosque había sido completamente arrasada por el impacto del avión, dejando nada más que una deslumbrante mancha de ocre rojo a su paso.

—¡Choo-ja, aplica una capa a este corte aquí y haré un agujero aquí!—

—Directora So.

—¿Cómo deberíamos manejar esto?—

Mientras Choo-ja tragaba con un suspiro, Lee-yeon se concentraba con determinación en la tarea que tenía entre manos. Al tratar o cortar los troncos de los árboles, pudo distinguir claramente qué árboles podían salvarse y cuáles no.

Al hacerlo, Lee-yeon pudo preparar lentamente la parte dañada del bosque para que crecieran los árboles jóvenes y afligidos.

—¿Pero por qué no está aquí su marido?— Preguntó Choo-ja mientras estiraba la espalda y sus huesos crujían al hacerlo.

El personal del centro estacionado alrededor del bosque tenía dos trabajos. Uno era encontrar y rescatar animales heridos. La otra era observar de cerca y evaluar el desempeño de Lee-yeon. Pero Chae-woo no estaba a la vista.

—Él también debe estar trabajando duro—.

—Directora So. ¿Has notado algo extraño en tu marido estos días?

—¿Qué?—

—Bueno, lo que quiero decir es…— Mientras Choo-ja pensaba en cómo formular su pregunta, miró a Lee-yeon inquisitivamente.

—¿Sientes que a veces la conversación se siente forzada o que él no expresa tanto su afecto, o tal vez se siente un poco frío o distante?—

—Oh…—

—¿Cuándo fue la última vez que se besaron?—

Lee-yeon se detuvo a pensar, lo que hizo que Choo-ja se golpeara el pecho con frustración.

—¡Mirame! ¡Tengo 60 años y lo hice ayer! ¿Realmente necesitas pensar tanto?—

—Espera, espera, ¿dónde…—

—¿Es eso lo importante ahora? ¡Es posible que su marido ya esté sintiendo la picazón de siete años!—

—…¿Siete años de picazón?— Lee-yeon envolvió su boca alrededor del término desconocido.

—Hoy en día ya no parece ese hombre que solía seguirte a todas partes como un cachorrito. Hoy en día se ha vuelto demasiado guapo y confiable. ¿No parece que se ha vuelto un poco apático? Tiene que ser la picazón de los siete años—.

Incluso con los guantes puestos, sus manos y zapatos ya estaban sucios. Mientras limpiaba el combustible negro y resbaladizo del avión, todo tipo de polvo, sangre y cenizas, Lee-yeon incluso logró ensuciarse la cara.

Lee-yeon sonrió torpemente a Choo-ja, quien abrió las fosas nasales.

—La picazón de los siete años, ¿suele aparecer inesperadamente?—

—Puede suceder si te aburres. Para mí también va y viene—.

—…¿Cómo lo manejaste?—

—Solo estoy esperando que pase—.

—Te lo dije, soy vieja—.

—...—

—De cualquier manera, todo terminará una vez que uno de nosotros muera—.

Choo-ja miró hacia el cielo mientras la expresión de Lee-yeon se oscurecía.

—¿Podría estar… cansado de mí?—

Su corazón empezó a latir inestablemente.

Mientras tanto, Chase-woo había estado buscando en la montaña, cuando vio a Lee-yeon luchando con sus brazos alrededor de un árbol que se había partido en dos. Mientras caminaba luciendo exhausta, se destacaba de los demás como si ella sola llevara otro color.

En ese momento, Dong-mi, un poco delante de Lee-yeon, declaró enérgicamente: —Directora So, siempre serás el número uno en mi libro—.

Cuando los otros miembros del equipo notaron a Chae-woo, ellos también comenzaron a hablar uno por uno. Chae-woo no mostró reacción mientras seguía silenciosamente a Lee-yeon con la mirada. Al ver su expresión seria, Dong-mi sonrió y empezó a burlarse.

—¿No sientes la necesidad de intervenir y ayudar?—

Chae-woo simplemente levantó las cejas mientras Dong-mi sonreía y murmuraba para sí misma: —La directora se ve más hermosa cuando trabaja con los árboles—.

—Ella siempre ha sido así—.

Joo Dong-mi le lanzó una mirada cuando escuchó el tono indiferente de su voz. Por un momento, quedó desconcertada por su expresión endurecida, su mueca desalmada tan contraria a lo que acababa de decir.

—Ella es más hermosa cuando se queda dormida bajo un gran árbol. Es un poco gracioso que todavía esté rodeada de árboles incluso ahora—.

Una leve sonrisa cruzó sus labios pero rápidamente desapareció.

Dong-mi, que había estado escuchando en silencio, se frotó los brazos y dijo: —Tal vez sea porque ustedes están juntos, pero me están poniendo la piel de gallina—. Ante esto, los ojos de Chae-woo se agrandaron como si acabaran de despertarlo de un sueño profundo. Tan pronto como se dio cuenta de lo que había dicho, frunció el ceño profundamente.

[Traducción: Lenka_con_L]

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