0%

Las Flores son Cebo Novela capítulo 21

Capítulo 21

Creo que es demasiado pronto para que salgamos juntos- Ella razonó.

¿Soy yo o tú quien no está listo?

Lee-yeon se quedó sin palabras por un segundo.

Solo haré lo que me digas- dijo - Solo haré lo que me pidas que haga, y solo lo que me permitas hacer. Entonces, déjame ir contigo.

¿De qué está hablando...? Lee-yeon estaba desconcertada. Parecía que ella era la que tenía poder aquí. Mirándolo, recordó el tipo de persona que era. Ella tal vez era una mentirosa engañosa, pero él era un asesino obediente. La dejó sin palabras y confundida. No había otro que supiera cómo hacer que alguien se perdiera por las palabras que Kwon Chae-woo.

Por alguna razón, su rostro sonriente permaneció en su mente durante mucho tiempo.

* * *

Lee-yeon llegó al vestíbulo del salón de banquetes del Hwaido Grand Hotel.

Mira hacia allí. Spruce Hospital también está aquí - La gente comenzó a susurrarse entre sí.

En el momento en que el sombrero de paja de Lee-yeon pasó por las voces susurrantes se detuvo. Los ojos que la miraban eran sospechosos e incluso temerosos. Spruce Hospital era un lugar difícil de definir para otros médicos de árboles. No podían decidir si el lugar era un aliado o un enemigo.

Especialmente porque solo había una joven Lee-yeon y una anciana que encajaban perfectamente como un par. La gente chismorreaba sobre ellas. Una médico joven de árboles que era una solitaria y no mantenía ninguna conversación personal o privada con nadie, y la terapeuta arbóreo, Gye Choo-ja, que solía ser una rompecorazones de todos los hombres de la localidad.

En este trabajo, por lo general las personas tenían entre 50 y 60 años, era imposible que alguien no estuviera familiarizado con Choo-ja. Uno era un viejo árbol sabio, y otro una flor marchita. Ciertamente eran un par.

Lee-yeon se sintió abrumada ante los ojos de las personas que la juzgaban. Es por eso por lo que odiaba ir a lugares con demasiada gente. Los ojos hablaban tantas emociones. Ninguna persona podía ocultar sus sentimientos en sus ojos. Cuando se enfrentaba a tantas emociones crudas y sin filtrar, Lee-yeon generalmente tenía dolor de estómago.

Sus manos se estaban volviendo cada vez más frías. De repente, algo cálido sostuvo sus manos. Sorprendida, se alejó con flexibilidad, pero Kwon Chae-woo se mantuvo firme.

¿No me dijiste que solo vas a hacer lo que te diga que hagas? - Lee-yeon lo fulminó con la mirada. El hombre sonrió lentamente.

Lo haré. Elige uno - Por lo general, su fría impresión alejaba a cualquiera de acercarse. Pero hoy, su sonrisa lo hizo parecer tan inocente - ¿Serán los ojos o la boca?

¿Qué? - Preguntó Lee-yeon, perpleja.

Estas personas que siguen mirándote. ¿Son los ojos o la boca los que no quieres que tengan? Si no lo dices en voz alta, puedes señalarlo con el dedo.

Su mente se quedó en blanco. Sintió que su inquietud desaparecía.

¿Saben que estás casada?

¿Qué? N-no―

¿No? - Preguntó bruscamente.

¿Fue un error traerlo conmigo? Kwon Chae-woo habló amenazadoramente, lo que hizo que Lee-yeon temiera que pudiera recuperar sus recuerdos. Se sintió impotente.

Es porque ... Estuviste en estado vegetativo durante mucho tiempo. Mucha gente probablemente no sabe que estoy casada.

Sus ojos que escaneaban el lugar parecían aterradores. Lee-yeon tiró de su manga, temiendo que todos los estímulos externos pudieran hacer que recordara sus recuerdos perdidos.

Simplemente no hagas nada.

¿Es eso lo que quieres?

Lo prometiste. Que solo harás lo que yo permita.

Kwon Chae-woo miró la cara rígida de Lee-yeon.

¿No fui amable en este momento?

¿Como? - Estaba desconcertada.

¿Los dueños no acarician a los perros cuando muerden cosas que los molestan?

¿Quién diablos cría perros así...? Kwon Chae-woo jugueteó con el largo cabello de Lee-yeon. Estaba frunciendo el ceño ligeramente.

¿Hice algo que se supone que no debo hacer?

Lee-yeon sintió como si estuviera flotando en el espacio. Ella miró su rostro encantador, incapaz de pensar en una respuesta adecuada a su pregunta. No había ningún indicio de travesura en sus ojos marrones claros, pero Lee-yeon no se dejó engañar. Un hombre con un sentido de identidad fuera de lugar en el mundo a veces no conocía la línea. Y en este momento, Kwon Chae-woo podría ser peligroso incluso si ya no recordaba haber sido un asesino.

En lugar de explicarle todo, ella decidió dejarle las cosas claras.

Sí.

Kwon Chae-woo se volvió para mirar a Lee-yeon con su voz severa. Ella decidió no dejarse intimidar por su mirada aguda y persistente como solía hacer. Estaba planeando algo en su cabeza, ella lo podía ver. Pronto, asintió como si la entendiera. Lee-yeon finalmente se sintió aliviada y soltó toda la tensión a la que se había aferrado.

Al verlo tan gentil, casi quiso acariciarle el cabello. Ella contuvo el impulso, pero cuando su mano rozó la suya, no pudo evitar entrar en pánico.

¡Kwon Chae-woo, tus manos están tan calientes!

¿Eso te hace sentir incómoda?

¿Qué? No. ¿Pero tienes fiebre?

Estoy bien.

¿Estás seguro? Pero ¿qué pasa si algo está mal y tu cuerpo lo manifiesta en forma de fiebre?

Kwon Chae-woo disfrutó el momento. Nunca había pensado que alguien que se preocupara por él lo haría sentir tan cálido. Se mordió los labios, mirando la cara de Lee-yeon. Ella no lo sabía, pero Kwon Chae-woo deseaba poder memorizar cada parte de su rostro e inmortalizarlo en su mente.

Me gusta.

¿Qué? - preguntó, perpleja.

Me gusta la sensación de sangre corriendo cada vez que te veo.

(n/t: se refiere al sonrojo, pero como nuestro guapo protagonista esta algo loquito, lo deje así).

¿Estás realmente bien? - preguntó Lee-yeon, preocupada y sospechosa.

Mucho - dijo con firmeza.

Él le sonrió. El silencio cayó en el vestíbulo. Todos los ojos se volvieron hacia Kwon Chae-woo y Lee-yeon. Ella era muy consciente de ello. Cuerpo alto y bien tonificado. Cabello cuidadosamente recortado para que su nariz afilada fuera aún más prominente. Sus cejas que se sentaban perfectamente sobre sus ojos, y sus ojos fríos y hermosos. Todos estaban hipnotizados.

Justo en ese momento, se abrió la puerta de la sala de conferencias.

Tengo que irme ahora. Puedes esperar aquí.

Lee-yeon se dio la vuelta para seguir a la multitud. Se dio cuenta de que había estado sosteniendo su mano todo este tiempo. Lo sostuvo unos segundos más y luego la dejó ir.

Traducido por hanhan.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inicio Detalle del manga