Me Convertí En La Suegra De La Triste Protagonista Femenina – Novela Capítulo 1

[Traductor: P꒪˙꒳˙꒪]

Capítulo 01

Desde el momento en que decidió casarse con el Conde Winder, Liliana había estado esperando que llegara este día. Miró a la persona frente a ella con una expresión ligeramente nerviosa. 'Esa es la mujer de los rumores...'

Una mujer adornada con decenas de joyas por todo el cuerpo, deslumbrante a la vista. Su fino cabello púrpura y su vestido lujoso eran extremadamente llamativos, pero todo eso palidecía frente a su rostro. Era evidente que cualquiera que viera a aquella mujer quedaría asombrado por su belleza seductora y sin aliento, pero Liliana tenía que resistirlo.

Porque Vanessa Winder no era cualquier persona, era la mujer que se convertiría en su suegra.

"…Gracias por invitarme a la mansión, señora. Soy Liliana Locke." Liliana, muy nerviosa, la saludó con cautela y luego miró a Vanessa con insistencia. No podía evitarlo.

No era simplemente porque era la primera vez que conocía a los padres de su futuro esposo. Más bien, era porque su futura suegra era una mujer despiadada, famosa en los círculos sociales.

Liliana, que examinaba cuidadosamente la expresión de Vanessa, de repente sintió un sabor amargo en la boca. No esperaba una bienvenida… pero tampoco esperaba tanto desprecio. Al ver el ceño fruncido de Vanessa, parecía que ya la había marcado como indeseable.

T/N: A las suegras, en algunos lugares, acostumbran a decirles “madres”.

 "……." "Debí haber venido a saludarla antes, lamento haberme tardado."

Liliana reunió todo su valor y volvió a hablarle a Vanessa. Esperaba que la expresión de su futura suegra se suavizara, aunque fuera un poco. Pero, lamentablemente, todos sus esfuerzos fueron en vano.

"Estás completamente equivocada respecto a algo."

Vanessa, que la miraba con desdén mientras cruzaba las piernas con provocación, finalmente abrió la boca. Liliana tragó saliva al escuchar esa línea tan inquietante.

"…¿Qué?" "¿Por qué crees que te cité hoy?" "Bueno, yo…"

Liliana había estado preocupada desde el día en que recibió una carta de Vanessa pidiéndole que visitara la mansión.

[Ven a la Mansión Winder. Será mejor que lo mantengas en secreto para mi hijo.]

Una carta sin siquiera especificar a quién iba dirigida. Pero esa breve oración contenía muchas implicaciones.

Una nota adicional pidiendo que no le contara nada a su hijo. Con solo eso, estaba claro que no era con buenas intenciones, pero Liliana trató de ignorarlo.

'No puede ser… ¿Me va a pedir que termine con él...?'

No podía aceptar eso. Ella era Liliana y tenía que casarse con Germion a toda costa. De lo contrario, no tendría forma de pagar la enorme deuda que había adquirido de repente.

Liliana rezó en su interior para que su predicción fuera errónea, pero desafortunadamente, Dios no estuvo de su lado.

"¿De verdad crees que tú y mi hijo son compatibles?"

Una voz dura cayó sobre ella. Liliana cerró los ojos con fuerza y dio una excusa que ni siquiera era una excusa.

"Yo sé que el Conde Winder es demasiado para mí, pero…" "No quiero escucharlo. No hablaré demasiado."

Vanessa chasqueó los dedos, haciendo un sonido seco, y la doncella que esperaba detrás de ella colocó sobre la mesa un sobre grueso como una enciclopedia. El sobre era tan pesado que pareció escucharse un golpe sordo al caer.

Vanessa puso la mano sobre el sobre y lo empujó hacia Liliana. Finalmente, soltó las palabras que Liliana menos quería oír.

"Termina con mi hijo. Este dinero debería ser suficiente."

Liliana apretó los labios con vergüenza y empujó el sobre lleno de cheques.

"Señora, no puedo aceptar este dinero. No puedo terminar con él."

Sin embargo—

"¡¿Quién es tu madre, pobretona?!"

Con un rugido que le perforó los tímpanos, Vanessa levantó el fajo de cheques y golpeó a Liliana en la cara con él.

¡Paf! Con un sonido seco, el sobre se rompió y los cheques atados se esparcieron por todas partes. Los cheques llovieron del cielo como si fueran gotas de lluvia.

En medio de esa lluvia, Liliana quedó tan impactada que cayó al suelo. Su mejilla, donde había recibido el golpe, se tiñó de rojo brillante.

Sin embargo, a pesar de su aspecto miserable, Vanessa permanecía imperturbable y despiadada.

"Pensé que entenderías con eso."

Pronunció esas palabras crueles y filosas como una espina y se dio la vuelta.

Clac, clac.

El sonido de los tacones alejándose y, pronto, la puerta se cerró. Vanessa se fue, dejando a Liliana sola en la sala.

Liliana, que se quedó mirando en silencio el lugar por donde su suegra había desaparecido, se tocó la mejilla adolorida con una mano. La quemazón en su rostro era el recordatorio de su situación miserable.

'Solo porque yo quiera, no significa que este matrimonio sea bueno.'

Germion Winder era, sin duda, una persona maravillosa. Pero Liliana no lo amaba, y Germion tampoco la amaba a ella. Liliana era una princesa, pero cargaba con una enorme deuda; Germion era un hombre adinerado, pero sin prestigio. Ambos necesitaban los antecedentes del otro.

Un matrimonio por contrato, estrictamente para beneficio mutuo.

Sin embargo, al enfrentarse a esta situación, no podía evitar sentirse agraviada.

'…Aun así, debo resistir.'

No había otra forma de pagar esa deuda inmediatamente más que a través de este matrimonio.

'Si fuera mi hermano… ¿Habría cambiado algo?'

A diferencia de ella, su hermano, que era mucho más capaz, probablemente habría encontrado una solución incluso en esta situación. Pero para Liliana, este era su límite.

Había hecho todo lo posible por resolver su deuda de 4.800 millones. Incluso visitó a nobles cercanos y pidió préstamos a bancos.

Sin embargo, todos la rechazaron fríamente, como si se hubieran puesto de acuerdo.

Solo Germion prometió ayudarla. Por supuesto, con la condición de que fuera un matrimonio por contrato.

'Debo conseguir la ayuda de Germion de alguna manera… De lo contrario, nuestra familia…'

Cuando pensaba en la complicada situación de su familia, a Liliana le daba vueltas la cabeza. Necesitaba ese matrimonio por contrato. Por muy humillante que fuera, no había nada que pudiera hacer al respecto. Así que suspiró, se agachó en el suelo y empezó a recoger uno por uno los cheques que habían caído.

Como no podía romper con Germion, planeaba juntar todo el dinero y dejarlo sobre la mesa. Pero algo le pareció extraño.

Recogió un cheque, luego otro, pero parecía no tener fin. Aunque ya había juntado más de trescientos, todavía había montones a su alrededor.

Liliana siguió recogiendo dinero después de eso. No tenía idea de cuántas horas habían pasado. Cuando finalmente no quedó ni un cheque a su alrededor, empezó a calcular la cantidad con apuro. Se sorprendió por la cantidad de ceros, eran tantos que ni siquiera podía contarlos bien.

'...Dios mío. Son 10 mil millones de shillings...'

Liliana miró con desconcierto el fajo de cheques que tenía en las manos. Ahora que veía esa cantidad… Era más que suficiente para saldar la deuda de su familia. En otras palabras… Era demasiado dinero como para rechazarlo.

"¿Qué pasó con Liliana?"

El sirviente que estaba colocando los bocadillos respondió de inmediato a mi pregunta.

"Tomó el fajo de cheques y luego salió de la mansión. Me aseguré de acompañarla de forma segura hasta la residencia del Duque Locke, por si se encontraba con ladrones en el camino."

"Bien. Me gusta cómo manejaste el asunto."

Cuando lo elogié, algo poco común, el sirviente se relajó visiblemente. Parece que estaba nervioso por si hacía algo malvado otra vez.

'¿Cómo podría hacer algo malvado en un día tan bueno? Sería una tonta.'

Observé al sirviente en silencio. La copa de cristal transparente se fue llenando poco a poco con vino tinto.

"Es suficiente. Ahora puedes retirarte."

Cuando moví la mano hacia el sirviente que organizaba las cosas, este terminó su labor y se inclinó.

"Que descanse, señora."

Con el sonido de la puerta cerrándose, por fin me quedé sola en el dormitorio. En otras palabras, ¡era hora de brindar!

"¡Por una hermosa despedida entre la protagonista y el protagonista masculino!"

Exclamé feliz en voz baja para que nadie afuera me escuchara. Luego choqué mi copa en el aire y bebí el vino.

¡Cuánto había trabajado para que llegara este día! Con un sentimiento especial, recordé los eventos de los últimos días.

Todo empezó hace una semana. Fue entonces cuando me di cuenta de que en realidad era un personaje de una novela.

Ese día, estaba actuando tan malvada como siempre. Y si me preguntan por qué, no tengo nada que decir. Para alguien como yo, conocida por estar loca, eso era el pan de cada día.

'¿Esto te parece un vino de treinta años? ¡Tendré que arrancarte esos ojos inútiles!'

Me había enfadado porque el sirviente trajo el vino equivocado y me disponía a lanzar la copa, como hacía siempre. Oh, por supuesto, planeaba lanzarla contra la pared. Aunque sea una villana, no llego al punto de agredir físicamente a alguien.

Pero justo en ese momento, mi mano resbaló por el vino derramado…

La copa, que subió alto en el aire, cayó justo sobre mi sien.

Un ruido sordo llenó el comedor. El vino pegajoso empapó todo mi cuerpo, empezando por el cabello.

Si hubiera sido como de costumbre, me habría enfurecido más y causado un escándalo… Pero no tuve más remedio que quedarme quieta, recogiendo mis pensamientos.

En el momento en que me golpeé la cabeza, me di cuenta de que estaba dentro de una novela.

'Jajajaja... ¡Qué ridículo!'

Solté una risa extraña, con expresión perdida, mientras los sirvientes que estaban alrededor corrían hacia mí.

"Señora, ¿está bien? ¡Alguien, un médico! ¡Llamen al médico!"

"¡Señora!"

"¡Silencio! Está bien, así que ¡cállense todos!"

Cuando les grité a los sirvientes que se alborotaban, se detuvieron de inmediato. Por alguna razón, parecían sorprendidos de verme tan tranquila, sin armar ningún escándalo. Pero yo no tenía cabeza para preocuparme por eso.

Después de todo, Vanessa Winder… No era una simple secundaria, sino la suegra villana de la protagonista femenina.

Días de actualización: Martes, Miércoles y Jueves

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