Me Convertí En La Suegra De La Triste Protagonista Femenina – Novela Capítulo 6

[Traductor: P꒪˙꒳˙꒪]

Capítulo 06

Lilliana, quien había regresado a la mansión, se dirigió directamente hacia donde estaría Tristan. ‘Si es mi hermano, debe estar en la oficina.’ Habían pasado unos quince días desde que Tristan, el único hermano de Lilliana y heredero oficial de la familia Locke, había regresado. Justo cuando ella había usado los 10 mil millones de won que recibió de Vanessa para pagar una deuda urgente y estaba pensando en sus próximos pasos, Tristan volvió milagrosamente. ‘…Al principio, pensé que estaba soñando.’ La guerra con el Reino de Stel, que duró cuatro años. Tristan fue el más valiente de todos, siempre al frente de la batalla. Junto con el príncipe Dais, lograron varias pequeñas victorias para el imperio. La gente aclamaba tanto al príncipe como a Tristan como héroes. Sin embargo, después de unos tres años y medio, justo cuando parecía que el imperio había asegurado la victoria… ocurrió un giro inesperado. Un contraataque repentino de Stel cambió el rumbo de la guerra. La situación se volvió cada vez más desesperada, y los soldados del imperio quedaron aislados, rodeados por enemigos. El tiempo pasó como una tortura eterna, sin que llegara ninguna noticia. La gente empezó a asumir que el príncipe y Tristan habían muerto. Era raro que un comandante sobreviviera y regresara en esas circunstancias. Aunque Lilliana se negaba a creerlo… con el paso del tiempo, ella misma comenzó a sentir que su determinación flaqueaba. Pero Tristan había regresado, superando todas las dificultades y trayendo la victoria consigo. Lilliana aún no podía olvidar la alegría abrumadora de aquel día hace quince días. Se había aferrado a su hermano y llorado desconsoladamente, incapaz de contener sus emociones. Aunque quería ponerse al día con él y aliviar la tensión acumulada con el tiempo, no había tiempo para eso. Tristan, ahora oficialmente cabeza de la familia, había estado ocupado ordenando los asuntos internos desordenados de la familia Locke. “Lo siento, hermano. No debería haberte dejado cargar con todo esto justo cuando regresaste… Si tan solo hubiera mantenido todo un poco mejor…” “No, ya has hecho más que suficiente. Lily, tú has protegido a nuestra familia.” “Aun así…” “No te preocupes. Yo me encargaré del resto.” Al verla tan abatida, Tristan le dedicó una sonrisa tranquilizadora, más confiable que nunca. Luego se lanzó al trabajo como para cumplir con sus palabras. Pensando que hoy no sería diferente, Lilliana se dirigió a su oficina. Como era de esperar, Tristan estaba allí. Sintiendo que había alguien adentro, Lilliana abrió la puerta de golpe. “Qué descortesía. Entrar sin permiso… Ah, eres tú, Lily.” Fijando la mirada en el escritorio, Tristan empezó a reprenderla con dureza, pero suavizó su tono al darse cuenta de que era su hermana. Sonrió, aunque su sonrisa solo hizo que Lilliana se sintiera incómoda, recordándole el error que había cometido. ‘Ugh. Necesito disculparme por haber tomado ese vino sin permiso… ¿Cómo lo menciono?’ Mientras dudaba y cambiaba de pie, Tristan notó que algo andaba mal. “Lily, parece que hiciste algo malo.” “Eh…” “Está bien, solo dímelo.” Su voz suave la tranquilizó, y ella comenzó a ordenar sus pensamientos lentamente. “Entonces, lo que quería decir es que, en realidad, hoy temprano…” Comenzando con una frase corta, Lilliana confesó todo sobre su encuentro con Vanessa. Cómo se habían topado en la tienda de vinos, y en su afán de impresionarla, Lilliana había tomado una de las botellas de vino de Tristan sin permiso. Lilliana, con la cabeza baja, explicó la serie de eventos con una cara llena de arrepentimiento. “Y así, le di ese vino a Lady Winder como regalo sin preguntar primero. Lo siento mucho…” “Lily, ¿qué dijiste?” “Eh…?” “¿Qué vino… le diste a quién?” Justo cuando terminaba su historia, Tristan, que había estado escuchando atentamente, la interrumpió de repente. Su rostro, antes calmado, se volvió serio. Lilliana nunca lo había visto así. ‘¿Está enojado… o no?’ Nunca había visto ese lado de él, por lo que le costaba entender su reacción, pero trató de responder lo más tranquila posible. Pero pronto se encontró sumida en una profunda confusión. “El Cabernet Brillante… a Lady Winder…” El silencio opresivo que se instaló en la oficina justo después de su respuesta era asfixiante. “…” La atmósfera alrededor de Tristan, que había estado sentado en silencio, se volvió inquietante. El aura intensa y desconocida que emanaba de él hizo que Lilliana sintiera que estaba a punto de ser abrumada. ‘…Oh no. ¡Está realmente molesto!’ En realidad, no estaba enojado, solo serio. Pero como Lilliana nunca lo había visto así, lo malinterpretó. Entrando en pánico, comenzó a suplicar perdón. “Eh, hermano, lo siento mucho. Debes estar molesto porque tomé tus cosas sin permiso. Buscaré la forma de recuperar ese vino… aunque es uno raro… Haré todo lo posible, así que…”

Fue en ese momento, en medio de la confusión y el torrente de palabras. Después de un largo silencio, Tristan finalmente habló. "No, Lily." "¿Eh? ¿Qué no es?" "Eso no es lo importante ahora."

Lilliana mordió su labio, ansiosa y confundida por sus palabras enigmáticas. Pero la respuesta que recibió fue algo que jamás habría esperado. "Deberías haber ofrecido un vino mejor. No algo como eso." "¿Q-Qué…?" "Lily, tú sabes tan bien como yo que le debemos una gran deuda a la señora Winder."

Tristan había regresado, y Lilliana le contó de inmediato que había recibido 10 mil millones de shillings de Vanessa. Gracias a ella, lograron superar con seguridad la crisis de la familia. 'Al principio me preocupaba que me preguntara por qué, pero…' Afortunadamente, Tristan no le pidió detalles. Así pudo ocultar que Vanessa la había presionado para que rompiera con Jeremyon.

Lilliana tardó en responder, distraída al recordar ese momento. Tristan soltó un pequeño suspiro. "¿Y le diste un obsequio tan mediocre a nuestra benefactora?"

Había un tono de reproche en su voz plana. Tristan continuó. "La señora fue una princesa del Reino de Onz. ¿Crees que estaría satisfecha con solo eso? Podría malinterpretarlo y pensar que nuestra familia es de baja categoría." "¿Eh? No, parecía estar complacida…" "Lily."

Llamándola por su nombre con calma, Tristan sonrió. Pero no era una sonrisa cualquiera. Había una presión sutil en ella, difícil de ignorar.

Tristan tiró de una cuerda para llamar a un sirviente y dio una orden. Lilliana observó toda la escena con la mente hecha un caos.

'¿De qué está hablando? Más importante aún, ¿cómo sabe del pasado de la señora?' Por muy inteligente que fuera su hermano, era extraño que supiera sobre la familia de la condesa. 'Ah, ahora que lo pienso…'

De pronto, recordó que Tristan había estudiado en el Reino de Onz cuando era niño. Incluso después de regresar, solía rememorar ese tiempo con frecuencia. 'También dicen que conoció a su primer amor mientras estudiaba allá.'

Le pareció que su familiaridad con Vanessa podía provenir de esa experiencia. Mientras resolvía sus dudas internamente, el sirviente regresó con una caja en las manos. Lilliana la reconoció de inmediato. 'Eso es, sin duda…'

Dentro de la caja estaba el vino llamado “Rubert di Amore”. Mucho antes de ir a la guerra, Tristan lo había reunido con esfuerzo durante años. Era aún más raro que el vino que le había dado a Vanessa, y era el más preciado para Tristan.

'¿Por qué de repente…?'

Su comportamiento repentino no se detuvo ahí. Tristan se levantó de golpe y comenzó a ponerse el abrigo. Luego, con el vino finamente envuelto entre los brazos, salió del despacho.

"…¿A dónde vas?"

Desde que regresó del campo de batalla, Tristan apenas se levantaba de su silla como si estuviera pegado a ella. Estaba tan ocupado que ni siquiera comía bien, así que esta salida repentina fue impactante. '¿Qué está pensando…?'

Mientras pasaba junto a ella, Tristan respondió con más firmeza que nunca. "A restaurar el honor de nuestra familia."

Y con eso, salió. "…¿El honor de nuestra familia?"

Todavía confundida, Lilliana no pudo hacer más que murmurar desconcertada.

Al mismo tiempo, en la residencia del Conde Winder. Tan pronto como regresé de la tienda de vinos, lo primero que hice, por supuesto, fue abrir el vino que Lilliana me había dado como obsequio.

El hermoso líquido rojo giraba y brillaba dentro de la copa. Al verlo, por un instante perdí la compostura y tragué saliva. Al agitar ligeramente la copa, un aroma único pero agradable se elevó. Realmente estaba a la altura de su reputación.

Había sido mi sueño probar este vino al menos una vez antes de morir, y ahora tenía una botella entera de Cabernet Brillante. 'Lilliana, ¡preciosa niña! La amo tanto.'

Mi afecto por mi favorita se disparó hasta el cielo. 'Es una lástima que tenga que renunciar a la oportunidad de convertirla en mi nuera.' Si tan solo Jeremyon hubiera sido un poco más decente, no habría tenido que hacerlo.

Conteniendo la emoción que se alzaba en mi pecho, llevé la copa a mis labios con calma. "…Qué sabor tan extraordinario."

El sabor profundo que tocó mi lengua me cautivó de inmediato. Estaba completamente sumida en el vino, saboreando el momento.

En ese instante, jamás habría imaginado lo que sucedería a continuación. Que ese momento tan placentero sería pronto interrumpido por una visita inesperada.

"Señora, ha llegado un visitante."

Al escuchar la voz de la doncella desde el otro lado de la puerta, incliné la cabeza con curiosidad. '¿Un visitante a esta hora…? Qué raro.' Pero fuera quien fuera, no estaba de humor para tolerar interrupciones.

Resoplé y le di una orden a la sirvienta. "¿Y a eso le llamas visita? Despídelo." "Eh, pero…"

La doncella, que rara vez desobedecía mis órdenes, vaciló, lo cual despertó mi interés por saber quién era. "¿Quién es, entonces?" "Es Su Gracia, el Duque de Locke, que acaba de regresar de la guerra."

Su respuesta me dejó tan atónita que casi dejé caer la copa de vino de la mano.

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