Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos – Novela Capítulo 100

De regreso en el Espacio del Sistema.

Tan pronto como el alma de Hei Anjing fue succionada fuera de la pequeña estrella, abrió sus ojos color zafiro en el habitual espacio negro como la tinta, desbordante de estrellas y galaxias ante él. Pero esta vez, Hei Anjing no pudo disfrutarlo con la misma indiferencia de antes, ya que sus piernas de pronto se debilitaron y cayó sentado sobre el suelo negro como agua que tenía debajo.

En su forma original de alma no podía escupir sangre como lo haría en un cuerpo humano. En su lugar, podía ver que la figura de sus manos y piernas era un poco translúcida, a diferencia de su forma sólida de alma en su estado saludable original.

Hei Anjing se sentó adecuadamente y se pellizcó el puente de la nariz, mostrando claramente su estrés y estado de agotamiento.

—No esperaba que las Leyes Celestiales de esa pequeña estrella me sacaran de repente sin permiso. ¡Qué grosería! ¡Tsk! Ni siquiera pude despedirme como se debe. ¡Maldita sea! —se quejó Hei Anjing, incluso ignorando su estado translúcido actual debido a su alma herida.

Después de mirar a su alrededor, Hei Anjing no vio a su redondo y lindo sistema lunar, Yue. Pensó por un momento y se dio cuenta de que su esposo debía haber atrapado a su pequeño sistema para interrogarlo.

—Eso no es culpa mía, ¿Verdad? Meter a Yue en problemas~ Hm~ Aunque no creo que mi esposo se enoje conmigo o con Yue. Ya que Yue no ha vuelto significa que algo debe haber pasado allá. De todos modos, olvídalo. Vamos a meditar para sanar mi alma y cancelar el castigo que me impusieron las Leyes Divinas. Gracias a Dios que solo tuvo efecto mientras estuve en esa pequeña estrella. Ahora puedo curarme yo mismo~

Hei Anjing silbó unos segundos como si estuviera aburrido. Solo cuando entró en estado de meditación cerró los ojos mientras se sentaba en posición de loto y hacía circular su qi por todo el cuerpo. Solo necesitaba meditar unas horas para que las heridas de su alma se curaran.

Aunque sus recuerdos no se han desbloqueado por completo, solo la información que obtuvo del sistema de Liu Yan era suficiente para que racionalizara su situación actual y su verdadero origen.

Con esos hechos en mente, ahora no necesitaba preocuparse mucho por sus recuerdos sellados y eligió enfocarse en desbloquear sus habilidades originales y su cultivo. Mientras medita, Anjing usa su qi para atravesar lentamente los sellos en su cultivo. Poco a poco eleva su nivel de cultivación de un estado mortal a un cultivador despierto.

Continuó meditando en el espacio del Sistema Yue.

Mientras tanto, el Sistema Yue, que acababa de regresar de esa pequeña estrella arruinada, ahora brillaba débilmente en su forma de avatar lunar. Le tomó medio día poder regresar. Obviamente estaba muy cansado por los eventos ocurridos después de que su anfitrión abandonara la estrella.

—Cansado~ nunca pensé que el Dios Supremo destruiría la pequeña estrella por enojo. Es la primera vez que lo veo tan enojado~ ¡Qué miedo! Aunque es bueno que el Dios Supremo no se enojara porque el anfitrión lo mantuvo en secreto. Verlo cortar esas Leyes Celestiales como si fueran papel fue espeluznante —refunfuñó el Sistema Yue tan pronto como regresó a su espacio.

Después de terminar de hablar consigo mismo, finalmente recordó la existencia de su anfitrión y miró a su alrededor. Soltó un suspiro de alivio cuando vio a su anfitrión meditando en medio del espacio. El qi que emitía era estable y no había ningún otro problema. Al ver esto, el Sistema Yue decidió dejar al anfitrión un momento para hacer su informe.

—Anfitrión. Yue va a informar al jefe un momento. Volveré pronto…

Nadie le respondió, pero el Sistema Yue aún esperó unos segundos antes de salir del espacio para informar a sus superiores. Unas horas después, Hei Anjing volvió a abrir los ojos al terminar su meditación. Su anterior estado translúcido volvió a ser sólido. En medio de la meditación escuchó la voz de Yue, pero no respondió ya que no podía cortar su concentración.

Después de comprobar que su estado actual había vuelto a la normalidad, Hei Anjing se puso de pie y agitó una vez la mano para crear una fisura en el espacio. Metió la mano y sacó algo.

Lo que sacó fue a ese hombre que capturó en la última estrella. Un hombre que se hacía llamar Hei Wanyu. Alguien del Clan Hei. El clan paterno de Hei Anjing. Hei Wanyu seguía inconsciente cuando fue sacado del dominio personal de Hei Anjing.

Tras completar su cuarto mundo, los recuerdos de Hei Anjing se desbloquearon en un 40%. Normalmente podría desbloquear un 5% en cada mundo, pero si es un mundo de alto nivel, podría desbloquear un porcentaje mayor. De todos modos, no necesitaba preocuparse por sus recuerdos, salvo por algunos personales, ya que los principales podían entenderse a través de los datos que obtuvo de la base del Sistema Divino.

Es por eso que sabía sobre Hei Wanyu. Ese hombre era del clan de su padre, Hei Sian. Pero aparte de que su padre era un Hei, no tenía otra conexión con el Clan Hei, ya que su padre era una persona desterrada de ese clan. Se crió bajo el clan de su madre. Además, su línea de sangre por parte de madre era más fuerte que la de su padre.

¿La razón? Porque su nacimiento no fue de forma natural, sino a través de la combinación genética de su padre y su madre. Ya que su madre también era un hombre. En resumen, era un ser nacido artificialmente.

Era alguien con la sangre del Clan Mo. Esa era la razón por la que en su forma humana tenía ojos color azul, mientras que en su forma de Dios los tenía plateados.

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Características de la Sangre Mo:

Color de Cabello: Plateado o Castaño | Color de Ojos: Azul

Características de la Sangre Hei: Cabello Negro y Ojos Plateados.

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Por eso, en su forma humana, Hei Anjing tenía cabello azabache combinado con ojos zafiro. En cambio, en su forma de Dios tenía el cabello largo castaño y los iris plateados. Ers una mezcla de dos líneas de sangre.

Los ojos azul glacial de Hei Anjing miraron fijamente la figura dormida de Hei Wanyu y sin dudarlo le dio una fuerte patada en el estómago.

La fuerza oculta en esa patada no era normal. Hei Wanyu despertó de inmediato por el dolor que le provenía del estómago.

¡AH! Los ojos de Hei Wanyu se llenaron de lágrimas por una sola patada. El dolor que se originó de esa patada de Hei Anjing no era normal. Usó su iniciativa especial del qi. Nació con qi de tipo Yin, que está cargado con elementos de Hielo. Esa patada acababa de congelar lentamente los órganos internos, venas y meridianos de Wanyu.

En resumen, Hei Wanyu se volverá medio lisiado con la parte inferior del cuerpo completamente inútil si no hace circular su qi para detener el qi frío de invadir su cuerpo.

AAH. HAH. AH.

Hei Anjing le sonrió con burla como si no pudiera ver su dolor.

—¿Despierto ya? Dormiste bien para ser un prisionero —dijo sarcásticamente.

Con los ojos llenos de lágrimas, Hei Wanyu fulminó con la mirada a Hei Anjing. No podía hablar bien por el dolor que provenía de sus venas y meridianos.

—T-Tú... b-bas...tardo… —respondió Hei Wanyu.

Gui Lan lo trató con indiferencia.

—Te sugiero que me digas todo lo que sabes. ¿Por qué estás atacando los fragmentos del alma de A'Xia cuando él no tiene nada que ver contigo ni con el sagrado Clan Hei? ¿O es por mí? No... si fuera por mí no te atreverías. Después de todo, papá no tendría problema en eliminar a tu llamado clan si escuchara que me tocaste…

La respiración entrecortada de Hei Wanyu resonaba en el espacio. Hei Anjing observaba tranquilamente al hombre en el suelo retorcerse de dolor.

El rostro de Hei Anjing se mantuvo inexpresivo a pesar de su sonrisa astuta.

—Si juras responder a mis preguntas con honestidad, suprimiré temporalmente el qi frío en ti. De lo contrario, solo puedes esperar a morir lentamente después de quedar lisiado. —Le dio una opción para elegir.

De vuelta en el Espacio del Sistema.

Tan pronto como el cuerpo de Hei Wanyu comenzó a temblar sin control, supo que la persona frente a él jamás bromeaba, porque para él no era más que un extraño. Al recordar la línea de sangre Mo que ese tipo poseía, un miedo inimaginable se esparció por su corazón. Temperamento frío y falta de piedad hacia sus enemigos. Nunca dudaban en actuar contra quienes se les oponían.

Esa familia solo era amable con los suyos y trataba fríamente al resto. Incluso si él era alguien del clan Hei.

Hei Anjing nunca trató al Clan Hei como su propia familia, ya que su padre había sido desterrado de ese clan hace mucho tiempo. Eran incluso más que extraños, muy cerca de ser enemigos. Un solo paso en falso y serían castigados sin ninguna piedad. Esto era lo que temía el Clan Hei. Hei Sian ya no se preocupaba por el clan y se quedaba con su esposa las veinticuatro horas del día.

Para él, no eran más que extraños con la misma sangre.

Pero Hei Anjing era distinto. No había sido desterrado ni nada por el estilo. Simplemente creció fuera del clan. No sentía nada por ellos. Ni afecto ni odio. Los trataba como parientes lejanos y sinvergüenzas, pero al menos todavía los veía como familia, aunque fuera solo de nombre.

Para el Clan Hei, eso era suficiente por ahora, pero aún querían más. Por eso querían que alguien del Clan Hei cortejara a Hei Anjing.

Esto era porque sabían del rasgo especial del Clan Mo hacia su otra mitad. Un Mo solo puede amar a una persona por toda la eternidad. Su corazón solo late una vez en toda su existencia.

Mientras alguien del Clan Hei pudiera conquistar el corazón de Hei Anjing, podrían promoverse a sí mismos como un clan real, como el único Clan Supremo, como la Familia Mo, cuya autoridad incluso igualaba al origen de todos los reinos: el Dios de la Creación, Siwang.

Hei Wanyu asintió con desesperación. Hei Anjing movió su mano una vez para suprimir el qi frío en el cuerpo del otro, permitiéndole hablar sin problemas.

—Explícame todo lo que sepas —dijo Hei Anjing con frialdad.

—...solo estoy siguiendo órdenes de arriba. No sé los detalles de lo que el clan quiere hacer. La orden solo decía que capturara los fragmentos del alma de ese hombre —respondió Hei Wanyu.

El rostro de Hei Anjing se ensombreció.

—¿Quién dio la orden de apoderarse de los fragmentos del alma de A'Xia? —preguntó.

—¡El Ancestro del Clan, Hei Jue! —respondió Hei Wanyu.

Por primera vez, la sonrisa de Hei Anjing desapareció de su rostro, no por ira, sino por incredulidad. Se tambaleó por un momento mientras se cubría la frente, como si acabara de recibir una revelación que nunca hubiera esperado.

—¿Q-Qué?

Desde el principio, Hei Jue había sido su único amigo. El único en toda su vida. Había crecido tratandolo como su confidente más cercano y una figura de hermano mayor. Él era también la única razón por la que nunca había eliminado completamente al Clan Hei de su corazón. Era por la existencia de Hei Jue que el Clan Hei aún existía.

Su rostro estaba lleno de escepticismo.

—¡Estás mintiendo! ¡Jue-ge nunca haría eso! —exclamó Hei Anjing.

Intentó convencerse a sí mismo, pero no pudo hacerlo. El caos en su corazón incluso provocó ondas dentro del espacio, causando una perturbación tan fuerte como si un gran terremoto lo sacudiera. El estado de ánimo de Hei Anjing cambió completamente a uno similar al asesinato. Agarró el cuello de la túnica de Hei Wanyu y lo levantó. Sus ojos se tornaron de un tono plomizo igual al de la luz de la luna.

Sus ojos brillaban con rabia salvaje mientras fulminaba a Hei Wanyu con la mirada.

Hei Wanyu, que no esperaba esa reacción, quedó desconcertado y sin palabras. Apenas podía respirar con la fuerza del agarre de Anjing en su cuello. Sentía como si alguien lo estuviera estrangulando directamente.

—Mentiste. ¡Dime la verdad! —dijo Hei Anjing.

Con el rostro volviéndose lentamente morado por la falta de aire, hizo todo lo posible por responder.

—Es verdad. ¡Te respondí con honestidad! —replicó Hei Wanyu.

Esta era la escena que el Sistema Yue presenció cuando regresó a su espacio. Pero esta vez no estaba solo. Un hombre de largo cabello rubio claro y ojos púrpura —uno de ellos oculto tras un lente de cristal sujeto por el puente de su nariz— apareció en el espacio vistiendo túnicas blancas y violetas.

Ese hombre se llamaba An Liang. Era un Dios del Inframundo que trabajaba como Señor Dios sustituto mientras Ye Xiajie no estaba. Era el superior de Zhi Yue —el verdadero nombre del Sistema Yue—.

An Liang sacó a Hei Wanyu de las manos de Hei Anjing, salvándolo de ser asesinado. Pero esta acción hizo que la ira de Anjing se dirigiera hacia él. An Liang se estremeció al ver esos orbes plateados llenos de intención asesina dirigirse hacia él. Sintió que todo su cuerpo se cubría de hielo, pero eligió ignorarlo ya que no podía permitir que Hei Anjing se perdiera en la ira.

—¡Señor! Por favor, cálmese. An Liang le explicará todo cuando haya regresado a este espacio una vez más. Por favor, discúlpeme por mi repentina rudeza. Con permiso —dijo An Liang, controlando el espacio para atraer una estrella violeta desde el horizonte.

Era una estrella que no estaba entre las variedades usuales que Anjing podía elegir. Era una estrella recién llegada. Empujó directamente al furioso Hei Anjing para que fuera absorbido por esa estrella mientras capturaba a Hei Wanyu. El Sistema Yue quedó atónito por todo el evento. No podía creer que su jefe se atreviera a hacerle eso a un ser tan estimado como su anfitrión. Ni siquiera su Señor Dios se había atrevido a tanto antes.

Una mirada salvaje de Hei Anjing fue dirigida a An Liang antes de ser completamente absorbido por la estrella violeta.

Hei Anjing gritó.

—¡Hijo de puta! ¡Condenado An, te voy a matar!

Esas fueron las últimas palabras que Hei Anjing profirió antes de desaparecer del espacio.

En el momento en que Hei Anjing desapareció, excepto por la tos desordenada de Hei Wanyu, solo quedó el silencio en el espacio. Zhi Yue miró a su jefe con una expresión lastimera, como si lo viera muerto. An Liang usó su mano libre para presionar sus sienes palpitantes.

—No me mires así. Si no lo hacía, habría destruido este espacio con su ira, y ese grupo de ancianos molestos pensarían que sus recuerdos y su fuerza habían regresado cuando aún no es así —dijo An Liang.

Zhi Yue no creyó del todo las excusas de su jefe.

—Ya que lo obligaste de esa manera, necesito calmarlo con algo o su ira no se disipará —respondió Zhi Yue.

—Desbloquea una o dos habilidades o talentos especiales que tenga. Solo hasta el punto que su alma pueda soportar. Su alma aún no está completamente despierta y su recipiente actual no podría sostener su fuerza completa todavía. Solo uno de cada uno —dijo An Liang mientras esposaba a Hei Wanyu con cadenas Anti-dios. Esto restringiría completamente su cultivo y lo convertiría en un mortal.

Zhi Yue miró a An Liang.

—¿Cuánto puedo decirle al anfitrión? —le preguntó a su jefe.

—No todo, pero no le mientas. Asegúrate de pedirle al fragmento del alma de esa persona que hable con su amante al respecto. Dile que ofendí a su amante y que realmente no quiero morir joven aún. Dile eso a A'Ye. Haa~ me ha estado doliendo la cabeza últimamente. ¿Será estrés? Esto definitivamente es estrés~ —dijo An Liang antes de desaparecer del espacio con el nuevo prisionero, Hei Wanyu.

—Todos ustedes me dejaron todo el trabajo difícil. ¿No saben que solo el Señor Dios puede calmar la ira de ese Señor? Yo tampoco quiero morir aún —murmuró Zhi Yue, quien volvió a tomar su forma completa de avatar lunar y siguió a su anfitrión hacia esa estrella violeta a la que su jefe lo había arrojado.

Después de que se fue, ese espacio volvió a quedar en silencio una vez más.

Traducido por: Valiz

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