Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos – Novela Capítulo 84

Dentro del coche.

En el reflejo del espejo había un Gui Lan mayor. Yun Li estaba asombrado, por lo que inmediatamente miró detrás de él y vio ese mismo rostro del espejo. Esa era la apariencia de Gui Lan, no la de Hei Lan. La intuición de Yun Li tenía razón. Hei Lan era, de hecho, Gui Lan.

Pero estaba confundido. Justo antes, estaba tan seguro de que el que veía en el reflejo del espejo era un rostro diferente, pero Gui Lan no usó ninguna habilidad. No escuchó ningún otro movimiento, aparte de Gui Lan moviéndose en el asiento trasero.

Suspiró~ Fue un largo suspiro. 

—Pensé que sería A'Ye quien me reconocería primero. Pero parece que no pudo verme tan claramente como pensaba —susurró Gui Lan.

Al ver la expresión desconcertada de Yun Li, Gui Lan decidió explicarlo. Pero antes de eso, se recostó en el asiento libre mirando el techo del coche. Su explicación fue como narrar un libro. Su voz y tono eran monótonos.

—La razón por la que de repente viste mi verdadera apariencia es porque el efecto de la autoridad que utilicé se desvaneció en el momento en que estabas tan seguro de que Hei Lan soy yo. He impuesto autoridad sobre todos para que la apariencia que pudieran ver frente a ellos no fuera la mía, Gui Lan, sino la apariencia de Hei Lan. En cuanto a la razón, Es por ese hombre.

Yun Li entendió a qué hombre se refería Gui Lan. 

—¿La persona que casi mató a todos hace 15 años? —preguntó.

—Sí. No pude matarlo. Sigue vivo. No le digas esto a nadie. Ni sobre ese hombre ni sobre mí. Especialmente evita a A'Ye. Podría leer tu mente y descubrir la verdad. Entonces ya no tendría más cosas divertidas que hacer~ —dijo Gui Lan mientras sonreía.

—Seguiré sus órdenes, joven maestro —respondió Yun Li.

Luego recordó la escena en la que el primer ministro dijo que dejara de buscar a Gui Lan. En ese momento, Xie Ye casi se volvió loco si no hubiera sido por los demás adultos calmándolo. Desde ese día, Xie Ye rara vez se encontraba con el Primer Ministro. Tenía miedo de que terminara matando al viejo. Al pensar en eso detenidamente, el primer ministro debió haber enfurecido a Xie Ye a propósito.

Eso era para evitar encontrarse con el joven en caso de que le leyera la mente. Después de todo, el primer ministro probablemente estaba informado sobre la situación actual de Gui Lan.

—¿Quién más sabe de esto? —preguntó Yun Li.

—Padre. El viejo tío Ke. El profesor Sen y luego tú. Solo ustedes cuatro. Sería mejor si solo unas pocas personas supieran de mí. Al menos hasta que elimine a ese hombre de antes. De todos modos, olvida esto por ahora. Voy a dormir. Despiértame cuando volvamos al instituto —dijo Gui Lan, quien cerró los ojos. Estaba tan cansado que se quedó dormido de inmediato.

Yun Li susurró: 

—Duerme bien, A'Lan.

Desde ese día, Yun Li rara vez acompañó a Hei Lan en las visitas al caso. Solo lo hacía cuando Xie Ye no estaba cerca. Siempre ponía excusas, diciendo que estaba ocupado con trabajo o algo así. Xie Ye rara vez se encontraba con Yun Li desde ese día. Este último no pensó demasiado en ello, ya que estaba concentrado en observar a Hei Lan.

Después de pasar más tiempo juntos, la incomodidad entre Hei Lan y Xie Ye desapareció. Aunque todavía continuaban discutiendo la mayor parte del tiempo, hubo ocasiones en que incluso comían juntos. Salieron a investigar el caso solo los dos. Los sentimientos entre ellos eran visiblemente ambiguos, tanto que hasta las demás personas de la unidad lo notaron.

Pero nadie se atrevió a comentar, después de todo, uno era un hombre de corazón frío que ni siquiera sonreía, y el otro era una persona que siempre sonreía pero con problemas de personalidad. Ambos eran aterradores y aún más fuertes que cualquiera de ellos. A veces incluso veían a su propio jefe Yi siendo intimidado por Hei Lan tan a menudo.

Por otro lado, Xie Ye no se atrevió a cruzar la línea que había trazado entre él y Hei Lan, ya que aún no había encontrado pruebas que demostraran que Hei Lan era Gui Lan. Eligió mantener la distancia entre los dos. En cambio, trató a Hei Lan como un amigo cercano e íntimo. Pero todos podían ver claramente que Hei Lan sentía algo por él. Después de todo, los ojos indiferentes de este loco solo se suavizaban cuando lo miraba.

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Salto temporal. 6 meses después...

Una mañana deslumbrante.

El cadáver de un esper fue encontrado una vez más.

La ubicación era un granero abandonado en las afueras de la ciudad central. El difunto era un hombre de mediana edad. Estaba completamente desnudo y su cuerpo estaba colgado dentro del granero con cuerdas de piano atadas a sus manos y articulaciones de las piernas. Suspendido en el aire con las cuerdas, como si fuera una especie de muñeco.

Cuando los miembros principales de SID aparecieron, un grupo compuesto por los siguientes miembros: Yi Zheng, Li Guang, Li Xing, Hei Lan y Xie Ye.

Al entrar en el granero, apareció ante ellos toda la escena del hombre desnudo colgado en el área con cuerdas, como un muñeco roto sin vida.

Los ojos de Hei Lan miraron directamente al cadáver frente a él. Sus ojos recorrían todo el cuerpo del difunto con una mirada astuta. Todos pensaron que había entrado en un estado de trance y esperaron a que hablara.

Sus ojos azules se detuvieron en la parte genital del cadáver y frunció el ceño. 

—Es pequeño. Como un hongo arrugado. Se ve feo —dijo Hei Lan.

¡¡¡AHOGO!!!

Cuando pronunció esas palabras, la mayoría de los hombres en el área, excepto el inocente y denso, se atragantaron con su propia saliva. Incluso Xie Ye no pudo evitar toser un poco en señal de advertencia.

El tonto cachorro se estrujaba. 

—¿Qué pequeño? ¿Un hongo? Este es un granero abandonado. Seguro que aquí crecerán algunos hongos salvajes. ¿Quieres recoger algunos? —preguntó Yi Zheng con una expresión inocente en su rostro.

Todos quedaron sin palabras con lo que su jefe dijo y sus mandíbulas quedaron colgando de asombro. Al lado de Yi Zheng, Li Xing se frotó el puente de la nariz mientras soltaba un suspiro de impotencia. Del otro lado, Li Guang se tapaba la boca tratando de contener la risa. Solo Xie Ye y Hei Lan lo miraban directamente, como mirando a un idiota.

—¡Tsk! Qué tonto —murmuró Xie Ye mientras se alejaba un poco para encender su cigarrillo.

Hei Lan dio una palmadita en el hombro de Li Xing en señal de consuelo. 

—Haz tu mejor esfuerzo. —Con una expresión de apoyo y burla en su hermoso rostro.

—Por favor, actúe como si no hubiera oído nada, Señor Hei. Suspiro~ —dijo Li Xing.

—Eh~ pero esto es interesante en sí mismo~ —dijo Hei Lan mientras se reía mirando a Yi Zheng, quien ahora estaba sonrojado de vergüenza al entender el significado de las palabras de Hei Lan.

Yi Zheng, con cara de tomate:

—Por favor, haga su trabajo, Señor Hei —dijo Yi Zheng, todos podían escuchar el sonido de sus dientes rechinando de rabia.

Al ver que los ojos de Hei Lan se quedaban un poco más en Yi Zheng, este se molestó.

—¡A'Hei! ¿Qué estás mirando de todos modos? —dijo Xie Ye, quien finalmente le hizo un gesto a Hei Lan para que hiciera su trabajo—. Haz lo que viniste a hacer.

—¡Tsk! Bastardo tacaño. Apostaría a que el tuyo también es pequeño —dijo Hei Lan.

Enfadado, Xie Ye replicó: 

—¿Quieres que te lo enseñe para saber si es grande o no?

Hei Lan no respondió de inmediato, sino que se puso frente a Xie Ye. Se paró derecho delante de él con las manos en las caderas y una expresión desafiante en su rostro.

—¿Te atreves? —Una voz provocadora y sensual salió de la boca de Hei Lan, con una burla estampada en su rostro hechicero.

Traducido por: Valiz

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