Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos – Novela Capítulo 87

Tercera Estrella Azul - ¿Dónde está?

Instituto Psique.

Todos hicieron sus propios preparativos. Después de que Yi Zheng y Li Xing informaran a sus guardianes, Ke Lou y Lin Ye, sobre la información que habían recopilado, la pareja visitó al Profesor Sen y hablaron sobre el cronograma de sus planes. Xie Ye los acompañó como representante de su Clan Gui.

Miembros de la reunión:

Representante del Clan Gui: Xie Ye

Representantes del SID: Ke Lou y Lin Ye

Representante del Instituto Psique: Profesor Sen.

Estaban planeando todo el desarrollo de los eventos que se avecinaban, desde la destrucción de Inferno hasta planificar las secuelas una vez que todo estuviera resuelto.

El Profesor Sen habló: 

—Me tomará al menos cuatro o cinco días reunir a todos los espers de mi lado.

—Supongo que tendrás que llamarlos a todos de regreso en esta situación. Sugiero que pongamos el plan en marcha dentro de una semana —dijo Ke Lou.

Lin Ye, con una suave sonrisa en el rostro, dijo: 

—Haremos nuestro mejor esfuerzo para respaldarlos.

—Dirigiré el frente personalmente. A’Yi y A’Xu se moverán conmigo. A’Li y A’Yun permanecerán con el equipo restante para apoyar y liderar después de que nos separemos del grupo principal —dijo Xie Ye.

—¿Qué planea hacer el Clan Gui? —preguntó el Profesor Sen.

Xie Ye respondió: 

—Disminuirán los efectos que podrían afectar a las personas normales. Al menos evacuarán a las personas que se encuentren a cien metros alrededor del Palacio Eterno.

—Eso sería excelente. La batalla entre espers deja demasiadas secuelas para que la gente común como nosotros las soporte —dijo Lin Ye.

—Haré todo lo posible por mantener las bajas al mínimo —dijo Xie Ye.

Ke Lou suspiró. 

—Eso sería genial. Sería mejor con el Joven Maestro presente. Al menos podrías compartir la carga —dijo.

—Puedo soportar toda la carga esta vez. Él ya la soportó toda hace quince años—dijo Xie Ye.

Esas palabras generaron un silencio dentro de la habitación. Todos los allí presentes comprendían el significado de las palabras de Xie Ye. Aún podían recordar la pequeña figura de Gui, cubierta de polvo, de pie frente a su grupo mientras levantaba una enorme barrera de hielo, protegiéndolos y bloqueando al enemigo. El esper más fuerte del mundo, Gui Lan.

—Bien. Como el plan ya está definido, Ye’er y yo regresaremos a la sede para ayudar a nuestro hijo y yerno con los preparativos. ¿Vienes con nosotros, Xie Ye? —preguntó Ke Lou.

—No, necesito ver a alguien—respondió Xie Ye.

El Profesor Sen sabía que Xie Ye probablemente estaba buscando a Hei Lan. 

—Si buscas a Hei Lan, no está aquí. Se fue a casa esta mañana.

—Lo sé. Es a Yun Li a quien necesito ver —dijo Xie Ye.

El profesor respondió: 

—Si buscas a Yun Li, estará en la biblioteca con Xu Lun. Pasan la mayoría de sus citas allí.

—Entonces, con su permiso —Xie Ye dejó la oficina del decano después de despedirse.

Los tres hombres mayores vieron a Xie Ye marcharse con pasos pesados.

Ke Lou habló: 

—Ha sido difícil para ese chico. Ha estado ocupado con el Clan Gui, ayudando a nuestro estúpido hijo, A’Yi, con el SID a veces. Ahora tiene que liderar este plan por su cuenta, cargando tanto sobre sus hombros. Pronto se cumplirán dieciséis años desde el día en que se separó de Gui Lan. Es sorprendente que aún pueda soportarlo.

—Su obsesión por el Joven Maestro es demasiado intensa. Si pudiera dejarlo ir, podría tener una vida normal —dijo Lin Ye.

—Escuché de nuestro hijo que alguien se interesa por él. Se llevaron bien durante seis meses o más, pero luego aún rechazó al chico. ¿Cómo se llamaba el joven? —preguntó Ke Lou.

—Hei Lan. El oficial especial A’Zhe lo invitó a trabajar para el SID —dijo Lin Ye.

—¡Sí! Ese chico. Xie Ye lo rechazó ayer. Escuché que el joven es el mayor atractivo de nuestro departamento —dijo Ke Lou.

Lin Ye comentó: 

—No he visto a nadie más atractivo que el Joven Maestro.

El Profesor Sen intervino: 

—Ambos eran bellezas celestiales. Incluso decían que compartían un temperamento similar.

—¿Entonces no es algo bueno? ¿Por qué ese mocoso rechazó a Hei Lan? —preguntó Ke Lou.

Lin Ye respondió: 

—A’Zhe dijo que Xie Ye todavía eligió al Joven Maestro sobre el chico, desafortunadamente.

—Lamentable, en verdad—dijo el Profesor Sen.

Ke Lou suspiró. 

—Ese mocoso es simplemente demasiado obsesivo.

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Biblioteca del Instituto.

Yun Li leía en silencio como siempre mientras Xu Lun dormía usando su regazo como almohada. La atmósfera entre la pareja era demasiado serena y tranquila, como si tuvieran su propio mundo. Esa serenidad fue interrumpida por la llegada de alguien más. Era Xie Ye.

Tan pronto como sintió la presencia de su jefe, Xu Lun abrió los ojos al instante y se sentó correctamente al lado de su amante, Yun Li. Xie Ye se paró frente a la pareja con una expresión calmada, pero sus ojos carmesíes delataban sus sentimientos. Había anhelo y tristeza contenida en ellos. Estaba claramente alcanzando su límite.

Yun Li miró a Xie Ye pero no hizo nada más que eso.

Xu Lun preguntó: 

—¿Jefe, necesita algo de Li’er?

—No estoy aquí para hacerle daño. Si lo hiciera, Lan’er se enojaría mucho —respondió Xie Ye.

Al escuchar esto, la vigilancia de Xu Lun se relajó. Después de todo, había sentido un peligro inmenso proveniente de Xie Ye. Pensó que este último había venido a lastimar a su amante. Si ese fuera el caso, incluso si se trataba de su jefe, Xu Lun no se quedaría de brazos cruzados viendo cómo acosaban a su propio amante, aunque el enemigo fuera su superior.

Xu Lun preguntó: 

—¿Por qué está aquí, jefe? ¿La reunión terminó?

—El plan se finalizó. Se programó para realizarse dentro de una semana —dijo Xie Ye antes de continuar—. Vine aquí para preguntarle a Yun Li.

Cuando se mencionó su nombre, Yun Li cerró su libro y se dispuso a atender el asunto frente a él.

Yun Li preguntó: 

—¿Qué es lo que desea saber?

Xie Ye miró a Yun Li durante unos segundos antes de dirigir su mirada a la ventana cercana. Entonces habló como si estuviera narrando un cuento infantil. Su voz era suave y gentil, diferente de su tono usualmente frío e impasible.

—No le gusta comer sus vegetales, especialmente los verdes y naranjas. No bebe leche, pero le gusta el té con leche. Puede soportar el aburrimiento y hace cosas locas por entretenimiento. Un ceño aparece en su rostro cada vez que le duele el estómago, incluso un poco. Es perezoso por naturaleza y le encanta molestarme a mí y a quienes le agradan.

El discurso de Xie Ye no se detuvo allí.

—Le teme al frío y siempre lleva dos o tres capas de ropa. Le gusta la limpieza y odia que los extraños lo toquen. Es voluble y parece alguien con un trastorno de personalidad. Puede sonreír al principio y luego parecer frío al segundo. A pesar de su temperamento distante, trata a quienes le agradan con un gesto de cariño, como acariciar sus cabezas como a un niño. Es un mentiroso muy hábil, pero aún así te dirá la verdad si se lo preguntas.

Xu Lun estaba completamente confundido por lo que decía su jefe.

Su amante a su lado ahora mostraba un ceño fruncido mientras las palabras de Xie Ye continuaban.

—Sus habilidades especiales deberían ser Telepatía y Autoridad, pero...—Xie Ye miró entonces a su subordinado, quien estaba completamente desconcertado por los eventos que se desarrollaban frente a él, pero lo ignoró y preguntó a Xu Lun—. Xu Lun, dijiste que Lan’er leyó tus recuerdos hace quince años.

El confundido Xu Lun solo pudo responder con sinceridad: 

—Sí, lo hizo.

—¿Te tocó la mano y cerró los ojos? —preguntó Xie Ye.

Xu Lun pensó profundamente mientras recordaba ese evento de hace quince años. Recordaba que Gui Lan había sostenido sus manos y las de Yun Li cuando revisó sus recuerdos.

—Sí. Dijo que para poder usar su habilidad necesitaba sostener nuestras manos mientras se concentraba en ver nuestros recuerdos. Cerró los ojos cuando activó su Retro... ¿Eh? ¡Wow! ¿Habla en serio?—exclamó Xu Lun, quien finalmente comprendió lo que su jefe intentaba decir.

Entonces miró a su amante sentado a su lado; su amante, evidentemente, mostraba ahora una expresión helada en su rostro neutral. Solo al ver estos cambios en el rostro de su amante, Xu Lun supo que todas sus conjeturas eran correctas. Que Hei Lan era, de hecho, Gui Lan.

Pensamientos de Xu Lun: Escuché que el jefe rechazó a Hei Lan ayer. ¡Maldita sea! Estúpido jefe, ¿Por qué obsesionarse tanto con los recuerdos del pasado cuando el presente ya está a tu lado?

Xie Ye volvió a fijar su mirada en Yun Li.

—¿Desde cuándo te diste cuenta? —preguntó Yun Li, quien finalmente habló después del largo discurso de Xie Ye.

Xie Ye respondió con honestidad. 

—Escuché que lo rechazaste —dijo Yun Li.

Xie Ye mordió su labio inferior con arrepentimiento. 

—Eso fue culpa mía.

Yun Li continuó presionándolo.

—Cuando lo confronté ese día, dijo que esperaba que fueras el primero en reconocerlo entre todos nosotros—dijo Yun Li.

Xie Ye respondió con silencio.

—Dijo que no eras capaz de verlo con claridad.

—Estaba tan cerca de ti. Ya han pasado seis meses desde que han pasado tiempo juntos y ahora me dices que solo lo reconociste ayer. ¿Estás tan ciego, Xie? —reprendió Yun Li.

Xie Ye no pudo evitar bajar la cabeza, reconociendo su error.

—Me equivoqué —dijo Xie Ye, pero Yun Li resopló.

—También sé que regresó a Gui Lan —dijo Yun Li.

Yun Li respondió: 

—A’Lan solo pasará por allí. Su destino final no es ese.

—¿Dónde está?—preguntó Xie Ye.

Traducido por: Valiz

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