Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos – Novela Capítulo 89

Han pasado tres días desde que Xie Ye comenzó a vivir en la Mansión de Gui Lan. A nadie le importaba su presencia, solo el hecho de que su nombre estuviera escrito en los documentos como uno de los copropietarios de esa tierra. Xie Ye incluso pudo entrar a la mansión sin códigos de acceso de Gui Lan. Sus datos biométricos obviamente estaban registrados como los de un propietario de la casa.

Sede Central de SID.

Oficina del Jefe.

Xie Ye fue a revisar el progreso del lado de Yi Zheng y Li Xing. Mientras Li Xing interrogaba a su hermano gemelo con un esper capaz de influir en la voluntad de una persona, Yi Zheng y Xie Ye estaban en la oficina esperando. El jefe estaba enterrado en su trabajo mientras echaba un vistazo a su hermano mayor, sentado en el sofá personalizado que normalmente ocupaba Gui Lan.

Miró a Xie Ye con una expresión de duda.

Pensamientos de Yi Zheng: ¿Qué le pasa a dage? ¿Por qué está doblando la funda del sofá con tanto cuidado como si fuera un objeto invaluable? ¡Esa manta solo cuesta unos pocos dólares, una funda de sofá de algodón que Hei Lan compró en un mercado nocturno! ¡Ayuda urgente! #¡Alguienayudeamihermanomayorqueperdiólacordura!?#

Por otro lado, los pensamientos de Xie Ye eran los de un esposo preocupado.

La textura de esta funda de sofá no es buena para la piel sensible de Lan’er. Le saldrán erupciones. La almohada no es lo suficientemente grande ni suave. Llevaré esto a casa y traeré un reemplazo mañana.

Entonces, como si recordara algo, Xie Ye, que acababa de terminar de doblar la manta y la almohada, miró a Yi Zheng después de colocar ambos objetos en su regazo como si fueran un tesoro. Al verlo, el corazón de Yi Zheng casi explotó de miedo, aunque su rostro permaneció neutral como siempre.

Siendo observado.

Tum. Tum. Tum.

¡Maldita sea! ¿Hice algo mal otra vez? ¡No recuerdo haber hecho nada malo! Wuwu~ ¡Alguien sálveme! Xing’er, vuelve pronto. Tu esposo está a punto de morir.

—A'Yi —llamó Xie Ye.

—¡S-Sí, Dage! —respondió Yi Zheng al instante.

Xie Ye habló: 

—Recuerdas la última vez que fuiste a la casa de Lan’er, ¿Verdad?

—¿L-Lan’er? Ah~ dage debe estar hablando de Gui Lan. No he ido a la Mansión del Clan Gui últimamente, excepto cuando dage está allí —respondió Yi Zheng.

Xie Ye replicó: 

—Hablo de la Mansión de Hei Lan. Ese día tuviste que pedirle ropa prestada a Lan’er porque jugaste con el barro junto a ese tipo llamado Li Guang.

Yi Zheng recordó de repente la escena en la que fue derribado al suelo embarrado por ese tipo intrigante, Li Guang, y frunció el ceño al rememorar. 

—Eso... lo recuerdo.

—Bien. Devuélveme la camisa y los pantalones que tomaste prestados esa vez. Te daré una semana. Asegúrate de buscarlos, o destruiré tu pequeño refugio si no me devuelves mi ropa —dijo Xie Ye.

El rostro de Yi Zheng palideció al escuchar que su casa podría ser destruida por un par de prendas. 

—¿Eh? ¿Por qué? ¿Acaso el Señor Hei no dijo que al dueño no le importaría perder unas camisas y pantalones?

Xie Ye frunció el ceño y respondió: 

—¡A mí sí me importa! Devuélveme esa ropa. Tienes una semana para encontrarla o si no... Lan’er compró esa ropa para mí. ¿Por qué permitiría que alguien más la usara? ¡Es solo mía!

Yi Zheng accedió de inmediato a pesar de su confusión. Después de todo, al ver el rostro oscuro de Xie Ye, sabía que este no estaba bromeando sobre destruir su casa.

—¡La buscaré! ¡Lo antes posible! Wuwuwu~ dage, ¿Desde cuándo esa ropa es tuya? Estoy confundido, pero más asustado.

Xie Ye respondió: 

—Ve y limpia a la Familia Li esta noche.

Yi Zheng solo pudo observar cómo Xie Ye dejaba su oficina llevando la funda del sofá y la almohada que Hei Lan solía usar.

(A/n: Xie Ye solo llama Lan’er a Gui Lan y A’Hei a Hei Lan.)

Coincidentemente, Li Xing regresó en ese momento y chocó con Xie Ye que estaba a punto de irse. Se toparon en la puerta.

—Xie-ge, ¿Te vas temprano hoy? —preguntó Li Xing.

—Sí. Ocupado con algo. El plan está finalizado y se ejecutará en tres días. Prepárate y limpia el resto —dijo Xie Ye.

—Sí, Xie-ge. Tendremos todo bajo control antes de la redada final —respondió Li Xing mientras sus ojos notaban la almohada y manta familiares en manos de Xie Ye. Obviamente, esos eran objetos de Hei Lan. ¿Por qué Xie Ye los llevaba consigo?

—Eso está bien. Me voy ahora —dijo Xie Ye antes de irse de inmediato.

—¿Eh? —respondió Li Xing, aún desconcertado.

Tan pronto como Xie Ye se fue, Li Xing se dirigió a su amante para aclarar la duda en su mente.

—A'Zhe, ¿Por qué Xie-ge lleva consigo las cosas del Señor Hei? —preguntó Li Xing.

Yi Zheng no respondió de inmediato; estaba cubierto por un aura sombría que Li Xing no notó.

—No lo sé —susurró Yi Zheng en respuesta.

Li Xing, que no alcanzó a escuchar su voz por lo baja que era. 

Yi Zheng de repente abrazó a Li Xing por la cintura.

—Wuwuwu~ Xing’er, ¡Sálvame! ¡Voy a quedarme sin hogar por culpa de una camisa y unos pantalones!

—¿Eh? ¿De qué estás hablando? —preguntó Li Xing.

Yi Zheng respondió: —¡ES DAGE! ¡DIJO QUE DESTRUIRÁ MI CASA SI NO DEVUELVO ESA CAMISA Y ESOS PANTALONES!

—¡Oye! ¿No puedes explicarme todo? ¡No entiendo nada, A'Zhe! —respondió Li Xing.

Yi Zheng no tuvo más remedio que contarle todo a Li Xing mientras lloraba.

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Mansión Principal del Clan Gui.

En el espacio junto a la enorme ventana del lugar, un joven hermoso de cabello azabache y ojos zafiro estaba sentado, observando el paisaje exterior. La enorme luna en el cielo nocturno era la única fuente de luz en la oscuridad de esa habitación vacía donde el joven permanecía. Miraba el horizonte distante, más allá de su línea de visión.

El joven, terriblemente hermoso, no era otro que Gui Lan en su apariencia de Hei Lan.

—Yue, ¿Cómo les va a los protagonistas? —preguntó Gui Lan.

—Informando al anfitrión. Bajo el liderazgo del Protagonista Gong, Yi Zheng, y del Protagonista Shou, Li Xing, capturaron a Li Guang anoche. Después de dejarlo con sus padres adoptivos, ahora planean capturar a toda la Familia Li.

El rostro de Gui Lan no mostraba ninguna expresión mientras escuchaba el informe de su sistema.

Luego preguntó:

—Ya veo. ¿Y ese hombre? —Gui Lan se refería a su amante.

—Después de que el anfitrión expusiera su identidad como el Segador, él ayudó con los preparativos para la gran redada contra el sindicato. Cuando la programación de la redada se finalizó esta tarde, fue a la biblioteca buscando a Yun Li para preguntarle dónde estaba el anfitrión. Como la ubicación del anfitrión es desconocida, visitó en su lugar la pequeña mansión que el anfitrión posee en los terrenos del Instituto. El villano está actualmente en la habitación principal de la mansión del anfitrión.

—Pfft~ dejémoslo colgado ahí unos días más. ¡Se atreve a ignorarme y rechazarme de esa forma! No solo no me reconoció, sino que además decidió desestimarme.

—Pero anfitrión, ¿No lo hace solo por lealtad a su amor por usted? Fue porque pensó que Hei Lan era otra persona, por eso eligió a Gui Lan por encima de todo.

—¿Y qué? Es su culpa por no notar que era yo. Le dejé demasiadas pistas y, entre ese pequeño grupo, solo Yun Li me reconoció.

—Pero la culpa es del anfitrión por cambiar completamente de temperamento.

—¿De qué hablas, Yue? Odiar el aburrimiento, estar loco y tener trastorno de personalidad es quien soy realmente. Les mostré eso cuando eran niños.

—Según los recuerdos del anfitrión, no fue así. El anfitrión solo actuaba como un genio bien portado y una pequeña belleza, que se comportaba con madurez a pesar de su corta edad. Además, el Hei Lan que el anfitrión representa es como una seductora zorra mítica, con ligeras similitudes con su personalidad en la infancia. Es normal que solo Yun Li, muy observador y que gusta de verlo en silencio, reconozca al anfitrión.

—Ahora que lo dices, reprimí mi temperamento por miedo a asustar a la versión joven de mi esposo. Bueno, ya que es así, lo visitaré más tarde después de hablar con padre. Por ahora ve a observar a ese destructor por mí. No te dejes atrapar, ¿De acuerdo?

—No permitiré que me atrapen. No se preocupe, anfitrión.

—Bien. Puedes irte, Yue.

—Volveré pronto, anfitrión.

El sistema Yue se fue para completar la tarea que su anfitrión le había encomendado. Después de separarse de su anfitrión por un rato, Yue no notó que un par de orbes color argenta lo observaban ocultos desde atrás. Al ver a su sistema marcharse, Gui Lan desapareció de repente. Nadie notó su partida.

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Instituto de Psicología

La mansión detrás del Instituto.

Dormitorio principal.

Las luces dentro de la habitación estaban atenuadas, solo una lámpara opaca al costado de la cama estaba encendida. Al otro lado de la cama había una mesa auxiliar con vino tinto descorchado y una copa medio llena. En la enorme cama tamaño king en el centro de la habitación había un hombre en pijama negro durmiendo profundamente. Solo se escuchaba el suave sonido de su respiración. La persona en su sueño era Xie Ye.

Tenía cejas negras como el Hades fijadas en un rostro estético. Una nariz imperial, pómulos angulares sobre una piel tersa y una mandíbula afilada, obstinada e inquebrantable. Hombros corintios sobre un abdomen marcado de seis músculos en un cuerpo digno de un dios griego. Su proporción corporal rozaba la perfección, sus músculos eran firmes y fuertes, pero no se veían voluminosos, sino sanos y vigorosos.

Ese hombre parecía el ser más perfecto del mundo.

Una sombra se cernía sobre la cabeza de Xie Ye. Como hombre precavido, nunca bajaba la guardia, ni siquiera en su sueño. Al sentir la presencia de otra persona sobre él, Xie Ye abrió los ojos al instante, revelando un destello feroz en sus iris bermellón. En una fracción de segundo fue capaz de agarrar a la presencia sobre él y arrastrarla a la cama.

Atrapando a la persona bajo él, logró contraatacar, hasta que de pronto escuchó una voz familiar.

—¡Auch! ¡Me dislocaste el hombro! ¡Duele~! Wuwuwu~ —dijo Gui Lan con lágrimas en los ojos, sin poder mover su hombro derecho, que Xie Ye acababa de jalar.

Xie Ye, que estaba demasiado atónito para hablar al ver a Hei Lan frente a él, sintió cómo su visión comenzaba a dar vueltas. Al principio era el rostro de Hei Lan, pero poco a poco fue transformándose en los rasgos de Gui Lan. El cabello obsidiana se tornó aguamarina y los ojos zafiro se volvieron berilo. Pero esa presencia tentadora de Hei Lan permanecía, aunque la apariencia entera de la persona cambiaba frente a él. Al principio, Xie Ye pensó que era un sueño.

En los últimos quince años de su vida, solo había podido imaginar a un Gui Lan maduro en sus fantasías.

Su voz temblaba y era ronca cuando pronunció el nombre que había anhelado todo ese tiempo.

—¿Lan'er? —llamó Xie Ye mientras observaba fijamente al ser hermoso bajo él. Sus ojos estaban rojos del esfuerzo, sin querer parpadear por miedo a que esa imaginación tan realista desapareciera.

Xie Ye solo pudo estrecharlo con más fuerza en sus brazos, como si quisiera encadenarlo a sí mismo.

Traducido por: Valiz

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