¿Por qué estás obsesionado con tu esposa falsa? – Novela Capítulo 46

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

T/N: (nota de traductor)

Capítulo 46

Cuanto más Glenn escuchaba las opiniones de sus vasallos, una por una, solo le hacía dar vueltas la cabeza.

Mientras tanto, siguió derramando todas las ideas que tenía en mente.

Sería una locura si una idea plausible viniera de varias personas que derramaran todo tipo de opiniones.

"¿Qué te parece colocar un pestillo en el pecho para apoyar la jabina?"

"Eso suena bastante útil, Su Gracia. No creo que sea tan difícil de hacer. Podría dar instrucciones a los enanos para que hagan nuevas muestras".

"Oh, ¿estaría bien pedir más muestras a los enanos? ¿Era Miar? Ese enano protestaría porque está cansado".

"Tenemos que producirlo en masa algún día de todos modos, así que tenemos que decirles que lo hagan por adelantado".

La conversación parecía larga, pero la reunión se desarrolló sin problemas.

Nadia parecía contenta mientras los hombres ideaban juntos y compartían sus preocupaciones.

"Afortunadamente, saben pensar".

Nadia no podía controlar todas las partes del plan de batalla.

Después de que ella dibujara un gran plano, otros tenían que rellenar los defectos.

En ese sentido, los vasallos tenían que ser competentes.

Es una suerte que el plan no fuera a salir mal, ya que todo el mundo estaba tratando de lograr el mismo objetivo en mente.

‘Pero necesito darles algunas pistas’.

Las tácticas montadas parecían haberse utilizado durante mucho tiempo en la ciudad natal de Lee Jiho.

Eso significaba que ya podría saber cómo tomar represalias.

Nadia tendría que avisarles sobre esta parte.

Nadia irrumpió entre los caballeros en medio de una acalorada discusión y abrió la boca.

"Disculpa, Glenn".

Tan pronto como Nadia entró en la conversación, las voces se detuvieron. Podía sentir los ojos de los vasallos en ella.

"Siento interrumpir la discusión. Pero hay una cosa que tengo que decir".

¿Qué más estaba tratando de decir esta vez? No solo Glenn, sino también otros, la escucharon.

Era algo que habían aprendido de su experiencia que la nueva señora nunca dice tonterías.

"Por supuesto, como ya sabrás... No existe tal cosa como una enfermedad sin debilidad".

"Así es. Si tal cosa existiera, el ejército estaría compuesto por un soldado".

"Lo mismo ocurre con nuestra nueva unidad. Cuando tienes fortalezas, también existen debilidades. El enemigo estará nervioso al principio, pero algún día se le ocurrirá una manera de detener a nuestras tropas".

Nadia continuó, mirándolo.

"Suponiendo que Su Gracia se enfrentara a una caballería fuertemente armada, ¿cómo te defenderías? Desde la perspectiva de un enemigo hipotético... Así es, imagina, Su Gracia, póngase en la piel de los Señores del Sur".

"¿Ejército del sur? ¿Estás asumiendo una guerra civil?"

"Hagamos como que sí, es un ejemplo".

Glenn se detuvo a pensar.

El punto de vista de Nadia para pensar siendo el enemigo tenía sentido.

A menos que el enemigo fuera un idiota, una vez que fueran derrotados, tomarían precauciones contra él en el futuro.

Si es así, sería su tarea prepararse para las contramedidas.

"Si tenemos que detener el cargado de la caballería armada sin flechas ni jabalinas..."

Sería un suicidio luchar contra la caballería que ellos tenían.

Porque la caballería del enemigo de Glenn, el ejército del Sur, es más débil que la del Norte.

Pero si él fuera el comandante del ejército del sur, seguramente trataría de encontrar otra manera.

"Construiría una unidad de infantería fuertemente armada que use lanzas más largas que las existentes".

Después de mucha contemplación, finalmente llegó a una conclusión.

"A diferencia de los humanos, los caballos no pueden cubrir todo su cuerpo con armadura. Se usaría una jabalina muy larga para apuntar al caballo en lugar del jinete. Debido al impacto de la caída, la caballería no podría moverse libremente durante un tiempo. Creo que vale la pena intentarlo si están apuntando a ese momento".

Nadia pensó que es un gran alivio que Glenn pudiera pensar bien.

Si su pareja para vengarse no tuviera ni idea, el futuro sería muy difícil.

Glenn añadió.

"Pero el sur no podrá operar la infantería tan fácilmente como nosotros".

"¿Por qué es eso?"

"En primer lugar, la mayoría de la infantería son agricultores que carecen de entrenamiento. Se necesita tiempo y dinero para crear unidades de infantería que mantengan su línea sin ser aperturada por una carga de caballería. La artesanía elegante no se puede hacer de la noche a la mañana".

Continuó, levantando otro dedo.

"Y en segundo lugar, su caballería son nobles, sus infanterías son más comunes".

"Si tratas con la fuerza principal del enemigo con solo unidades de infantería, la mayor parte del crédito va para los plebeyos. Puede parecer una razón estúpida, pero es un problema que no se puede ignorar desde el punto de vista de los comandantes, la mayoría de los cuales son nobles".

"Suena un poco patético, pero tiene sentido".

Nadia asintió con la cabeza de acuerdo.

Al discutir los méritos de la batalla, el hecho de que a los plebeyos se les diera prioridad sobre los nobles fue algo que los comandantes, la mayoría de los cuales eran de familias nobles, no pudieron evitar considerar.

"Por supuesto, no es solo por orgullo o mérito. Hasta ahora, ha sido la caballería la que se ha enfrentado al enemigo en el campo de batalla. Es difícil anular el prejuicio una vez incrustado en tu cabeza".

Otros también comenzaron a escuchar la opinión de su señor.

"Su gracia tiene razón. Nunca he visto a un hombre tan arrogante como los aristócratas del sur en mi vida... ¡A-Ah, por supuesto que no estoy diciendo que lo sea, señora!"

"De todos modos, estoy seguro de que no intentarán compartir su crédito con los plebeyos. Al menos les llevará tiempo considerarlo".

Sus opiniones eran lo suficientemente convincentes.

Pero había una cosa que pasaron por alto, o, para ser exactos, que aún no sabían.

Solo Nadia lo sabía.

Abrió la boca con una mirada baja y hundida.

"Glenn, por si acaso, escúchame".

"¿Qué pasa si hay personas en las tropas enemigas que no están dirigidas por el sentido común o el estatus existente?"

"¿Qué quieres decir?"

"En el momento en que ve nuestra nueva estrategia, es lo suficientemente inteligente como para llegar inmediatamente a la idea de usar la jabalina larga para la infantería. Además, no le importa empoderar a la gente común en serio, y puede anular el sentido común existente tanto como quiera".

"Si existe una persona así entre las tropas enemigas, incluso si tenemos un caballo grande... ¿Qué vas a hacer?"

El territorio más meridional del reino. Pantano de sombras.

El lugar donde terminó la subyugación del dragón venenoso Gadavira estaba extremadamente desordenado.

Ya sea para recoger los cuerpos de los muertos o para limpiar los cadáveres de los dragones, todo el mundo estaba ocupado corriendo sin siquiera parpadear.

"¡No lo toques! En el momento en que lo toques, tu carne se pudrirá".

"Ja, pero el cuerpo necesita ser recuperado..."

"¡Solo tienes que esperar hasta que el miasma salga del cuerpo, idiota!"

También estaban los que abrazaban los cadáveres de sus camaradas muertos, ignorando los gritos de sus superiores.

A pesar de que su carne estaba siendo arrancada del veneno que exudaba del cadáver, no les importaba.

Gritos, llantos o gemidos resonaban desde todas las direcciones.

En este caos, no era fácil sentirse vacío incluso si una persona desaparecía.

Por lo tanto, los soldados tardaron bastante tiempo en darse cuenta de que el protagonista de esta subyugación había desaparecido en algún lugar.

Cuando el sol se había puesto por completo y la luna se había levantado sobre sus cabezas, se dieron cuenta de que Lee Jiho no se veía por ninguna parte.

"Por cierto, ¿a dónde fue Sir Jiho...?"

"No lo he visto desde antes".

"¿No va a recibir tratamiento?"

"No lo sé. Lo vi salir del cuartel médico ileso".

Estar fuera del campamento todo este tiempo significaba que podría haber encontrado otros problemas.

Pronto, las tropas de Lee Jiho formaron equipos de búsqueda de dos personas y se dispersaron en todas las direcciones.

El equipo de búsqueda no tardó mucho en encontrar su paradero.

Encontraron a Lee Jiho de pie en una gran roca cerca de la entrada de la guarida del dragón.

"¡Sir Jiho! ¿Qué estás haciendo allí?"

Entonces Lee Jiho, que miró al cielo, apartó la mirada.

Parecía no haber sido herido mientras se paraba en la gran roca y se movía.

Solo entonces sus tropas pudieron respirar un suspiro de alivio.

"¿Qué está pasando?"

"Ehm... ya que no ha regresado al campamento, ¡vinimos porque pensabamos que algo andaba mal! Pensamos que había un accidente y que no podía volver".

"Todo el mundo parece tan ocupado que debería haber dicho algo. De todos modos, siento preocuparles".

"No. Me alegro de que esté bien. Pero, ¿por qué vino aquí?"

"No es nada. Solo tengo algo que ver".

¿Para mirar? En ese momento, los soldados estaban desconcertados y comenzaron a mirar a su alrededor.

Dejando de lado la cuestión de qué se podía ver en esta noche oscura, el área alrededor del nido de Gadavira ya había sido registrada a fondo durante el día.

"¿Va a buscar algo raro una vez más?"

"Vine a ver el cielo. Es brillante cerca del campamento, así que no puedo ver muy bien las estrellas".

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