Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 13

Capítulo 13 - Primera Comida

—¡Muy bien, Kana!— Lysairth habló en voz alta, asegurándose de que tenía la atención de Kana.

—¡Sí! —Kana se levantó sobre sus patas traseras, sujetando con la pata derecha una paloma de tres patas muerta.

—Es bueno que hayas podido cazar algo de comida, pero no todas las presas cometen la estupidez de atacar a su atacante. Para ser sincero, creo que a este pájaro le faltaban tantos tornillos como a ti —Lysairth dejó escapar un largo suspiro. Sabía que antes de continuar su camino fuera del bosque tenía que enseñar a Kana algo de sentido común. —Muy bien, primero, empecemos por preparar la comida

Los ojos de Kana se abrieron de par en par, al oír que podía comer, lo que la hizo ignorar por completo el hecho de que Lysairth acababa de burlarse de ella. Su vida pasada no había sido más que una lucha por conseguir comida. Ahora tenía todo un pájaro gordo para ella sola que podía comer hasta hartarse. —¡Soy todo oídos! Espera, ¿tengo orejas?

—Niña tonta, mírate en el agua por allí—rió Lysairth.

Kana hizo lo que le decían, se asomó al borde y lo que vio la hizo sonreír— Jeje, soy bastante bonita —Tenía el hocico corto y las mejillas regordetas. Sus cuernos negros se sentaban muy bien en la parte superior de su cabeza y acentuaban su cuerpo rojo muy bien. Pero lo que más le llamó la atención fueron sus ojos rojizos y dorados. Parecían joyas que brillaban a la luz del sol.

—Es bueno que sepas lo guapa que eres. Ahora ven, vamos a preparar este pájaro para la cena —A Lysairth le pareció muy mona la sonrisa inocente de Kana. De todas las crías de dragón que había visto, Kana era, con diferencia, la más linda de todas.

—¿Y qué hago primero? —preguntó Kana.

—Con las garras, recorre el cuerpo del pájaro desde el cuello hasta la base de la cola. Deberías arrancarle las plumas limpiamente. Puedes hacer lo mismo con la cabeza si también piensas comértela. Hazlo con todo el cuerpo —Lysairth siguió explicando cómo preparar el ave, y Kana escuchó atentamente, haciendo todo paso a paso—Ahora que lo tenemos preparado, puedes elegir. Puedes asarla con todo lo que lleva dentro o vaciar sus órganos y tirarlos. Pero al hacerlo, perderás muchos nutrientes

—Lo cocinaré tal cual. ¿Y cómo lo cocino? —En ese momento, sabiendo que podría comer pronto, a Kana ya se le caía la baba.

—Es muy sencillo. Primero, juntamos algunas ramas y hacemos un fuego usando sólo una pequeña brizna de fuego de tu aliento de bebé. Luego cogeremos dos ramas que tengan forma de 'v' en su extremo, y con un palo largo clavado en el ave; empezaremos a asarla —Lysairth se preguntaba cuánta hambre tenía Kana, porque tenía los ojos muy abiertos y salivaba sin parar. Si supiera que Kana había crecido teniendo que luchar por la comida todos los días y sin llegar a saciarse nunca, probablemente acabaría llorando por el bien de Kana.

Tras casi una hora de asado, Kana por fin pudo probar su primer bocado de comida fresca. Algo que no había probado en mucho, mucho tiempo. Los jugos del pichón de tres patas llenaron su boca, haciendo que sus papilas gustativas gritaran de alegría. Sostuvo el ave entera entre sus patas mientras comía despacio. No tenía por qué comer despacio, pero quería saborear cada bocado. Incluso cuando su barriguita empezó a sentirse llena, siguió comiendo, temerosa de desperdiciar un solo bocado. No se dejó nada. Se comió el ave entera, de la cabeza a la cola, con huesos y todo. Cuando se acabó todo, Kana se tumbó boca arriba y soltó un eructo de satisfacción mientras palmeaba su abultado estómago.

—¿Estaba bueno? —preguntó Lysairth. Había permanecido callada todo el tiempo para que Kana pudiera disfrutar de la comida.

—Mmm... la mejor comida que he probado nunca… —Las lágrimas empezaron a brotar lentamente de sus ojos. Mientras pensaba en todas las veces que deseaba haber podido dejar su vientre así de lleno en su vida pasada.

—¿Kana? —Lysairth se dio cuenta de que Kana estaba llorando y se preocupó al instante.

—Lysairth... Gracias por enseñarme a cocinar eso —Kana, en ese momento, estaba dispuesta a comérselo crudo, con plumas y todo. Se alegró de haber esperado a que Lysairth le enseñara a cocinarlo.

—¿Por qué ese agradecimiento repentino? Somos un equipo, ¿no? —Lysairth sonrió. Kana le parecía una chica muy buena. Aunque carecía de sentido común y hacía las cosas a lo loco sin pensar antes, era una buena chica.

—Mmm... Lysairth eres como una mamá...—murmuró Kana. Los ojos empezaron a pesarle y pronto se quedó profundamente dormida.

—¿Qué voy a hacer con esta chica ... pero dice que soy como una madre, ¿eh? Nunca tuve hijos propios. Y criarte sería lo mismo que haría una madre, así que supongo que tus palabras no están equivocadas. Pero a partir de mañana, te someterás a un estricto entrenamiento. Tienes que aprender a sobrevivir y a manejar ciertas situaciones —A Lysairth le gustaba que la llamaran mamá. La llenaba de un nuevo tipo de calidez. Aunque nunca lo había pensado antes, no le importaría que Kana fuera su hija.

***⚔***

A la entrada del bosque, un grupo de cinco adolescentes humanos de unos dieciséis o diecisiete años estaban de pie, todos vestidos con distintos tipos de ropa. Uno de los varones llevaba una espada y un escudo y vestía una armadura pesada. Otro llevaba una armadura ligera de cuero y una espada ancha a la espalda. Luego había una chica que llevaba una armadura de cuero y una pluma y un arco atados a la espalda. Junto a ella había una segunda mujer que vestía túnica y un sombrero de ala ancha y punta alta y llevaba un bastón. Y por último, con un libro en la mano estaba la última miembro, con túnica blanca y aspecto de venir de una iglesia.

—Ray, ¿estás seguro de que podemos con esta búsqueda? —preguntó la mujer con el arco en la espalda.

—Mientras seamos cuidadosos, deberíamos poder lograrlo. Con Thane a la cabeza y yo manteniéndolos a salvo de cualquier añadido, estaremos bien. Cecilie, te preocupas demasiado —Ray miró a la chica con una reverencia y sonrió alegremente. Ray tenía una sonrisa radiante como el sol, con lo guapo que era, cualquier chica se enamoraría de él. Desafortunadamente, Ceilie no era una de esas chicas.

—Guárdalo para cuando realmente des la talla. Todo lo que tienes a tu favor es esa sonrisa tuya.

[Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ].

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