Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 20

Capítulo 20 - ¡Golpe de cola!

Cuando el sol empezó a ocultarse tras la montaña, un tono anaranjado se extendió por el cielo. Kana atravesó el bosque a trompicones, se abrió paso entre unos matorrales y finalmente llegó a un campo abierto.

—¡Kana, hemos salido! —Lysairth dejó escapar un suspiro de alivio. Pero ahora sabía que tenían que hacer dos cosas: conseguir comida y un lugar con agua.

—¡Wow, qué bonito! —Lo que se extendía ante Kana era una vasta pradera. La hierba era corta y sólo le llegaba a las rodillas, pero lo que más le llamó la atención fue el campo de flores de todos los colores. Salpicados por este vasto paisaje había pequeños estanques que brillaban a la luz del sol. También pudo ver el río que salía del bosque y se abría paso a través de la pradera. Para alguien como Kana, que nunca había visto algo así en su vida pasada, llena de smog urbano y edificios de ladrillo. Para ella era un espectáculo asombroso. La maravillosa gama de colores que llenaba sus ojos le hizo sonreír.

—Es una vista realmente hermosa —Lysairth también sintió que la escena frente a ella era hermosa. No había visto algo así en muchos años—Recojamos leña rápidamente y armemos un campamento en el estanque más cercano, a la izquierda. También puedo ver algunos conejos cornudos saltando alrededor, así que puedes cazarlos para la cena.

—¡De acuerdo! —Kana estaba entusiasmada. Ahora podía estar tranquila sin preocuparse de que el oso cornudo de tres ojos la atacara. Rápidamente cogió un puñado de palos y también se aseguró de que tenía los adecuados para asar el conejo con cuernos que pronto sería asado. Después se dirigió a la orilla del estanque y preparó un lugar para acampar. Colocó la leña y los palos para cocinar y se puso a cazar un conejo cornudo.

—Kana, los conejos cornudos son rápidos, así que tendrás que saber cuándo atacar —Le explicó Lysairth y, para su sorpresa, Kana estaba escuchando por primera vez.

—Mm... Así que debería estar lo más callada posible, ¿no? —preguntó Kana.

—Sí, cuanto más te acerques a ellos sin que se den cuenta, más posibilidades tendrás. —Lysairth sabía que Kana tenía algo a su favor. Nunca había mostrado ningún tipo de sed de sangre ni intención de matar. Se dio cuenta de ello cuando Kana cazó al ciervo de seis patas sin ningún problema.

En un abrir y cerrar de ojos, Kana fue capaz de cazar cuatro conejos cornudos. Al igual que el ciervo de seis patas, su presa no supo que estaba allí hasta que fue demasiado tarde. A Lysairth le sorprendió mucho este hecho. Parecía que Kana tenía una forma de ocultar su propia presencia sin ni siquiera saber que lo estaba haciendo. Podría decirse que era su habilidad natural, algo que provenía de su época de rata callejera.

Con su presa en la mano, Kana se puso manos a la obra para despellejarla y prepararla. Todo el tiempo su saliva fluía como una cascada. Por suerte para ella, los conejos cornudos no tenían el tamaño de un conejo que se pudiera encontrar en la tierra, sino más bien el de un perro mediano, pero más gordo.

—¡Ah! —una voz llegó desde atrás. Kana se giró para ver cinco figuras que había esperado no volver a ver.

—¡¡Eh!? —Kana frunció el ceño y se puso rápidamente en posición de combate.

—¡Maldito lagarto! —gritó Cecilie al ver a la lagartija que le lanzaba piedras—Habré asado liza...

¡Flap!

—¡Ahhh!

¡Splash!

—¡Cecilie!

—¡Toma esto! —Kana acababa de usar su cola como látigo para abofetear a Cecilie en el aire y lanzarla al estanque junto a ella. Cuando terminó de hacerlo Kana aterrizó en el suelo, dio una vuelta y puso su habitual pose de victoria mientras resoplaba orgullosa.

Los otros cuatro miembros del equipo de Cecilie se quedaron atónitos ante lo que acababa de ocurrir. Ninguno de ellos sabía qué decir ante lo que acababan de presenciar. Apenas vieron moverse a Kana. Todo lo que vieron fue a Cecilie volando de repente por los aires, y al lagarto frente a ellos haciendo una pose de victoria.

—Ejem... Señorita lagartija... Quiero disculparme por lo que ha pasado antes —Thane, el más responsable de todos, dio un paso al frente e inclinó la cabeza.

—¿Hmm? Oh, bueno... Entonces que no vuelva a ocurrir. —respondió Kana, decidiendo no mencionar nada sobre cómo todo aquello había sido básicamente culpa suya para empezar. No era de las que trataban con agresividad a los que no se mostraban agresivos con ella. Además, creía que incluso si los cinco juntos la atacaban, podría ganar fácilmente.

—Gracias, no deseo volver a experimentar algo así. Esta vez hemos escapado, pero no se sabe qué pasará la próxima vez. Y sólo escapamos gracias a ti. —Thane sabía que si no seguían al lagarto que tenían delante, habrían perdido a alguien, o podrían haber muerto todos.

—Humanos…Sólo están dispuestos a disculparse si se sienten amenazados. Kana, usa tu aliento de bebé y frielos a todos. —La desconfianza de Lysairth hacia los humanos era muy fuerte. Incluso Kana sabía que no debía confiar en ellos.

—Lo estaba pensando, pero ahora que uno de ellos se ha disculpado, lo dejaré así.

A Kana no le gustaban los humanos, pero no iba a matarlos por algo que ella había causado. Incluso se disculparon por algo que ella había empezado. Aunque la involucraron con el oso de tres ojos con cuernos. Tampoco sabían que ella estaba allí. Así que realmente no podía culparlos de ninguna manera, y lo más probable, incluso si hubieran corrido en una dirección diferente, el oso de tres cuernos de ojos la habría seguido en su lugar, y podrían haber escapado fácilmente.

—Bueno... Sabía que eras un alma bondadosa, Kana. Pero esto solo te hace ver más linda.

[Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ]