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Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 21

Capítulo 21 - Petición

—Vale, ya terminamos de arreglar esta situación asi que vayanse de una buena vez. Que tengan una buena vida. —Kana simplemente los ignoró y volvió a asar su conejo con cuernos.

—¡Espera! —Se oyó un chapoteo mientras Cecilie, que estaba empapada de pies a cabeza, nadaba finalmente de vuelta a la orilla. El agua goteaba de su ropa. Su pelo rubio, recogido en una coleta, le caía por encima de los hombros. Sus ojos azul cielo se posaron en Kana con un poco de conflicto en ellos.

Kana, que acababa de sacar el conejo asado del fuego, estaba a punto de darle un mordisco cuando Cecilie habló. Rápidamente abrazó el conejo asado y entrecerró los ojos mirando a Cecilie con recelo.

—¡No vas a comer nada!

—¡No quiero tu comida! —gritó Cecilie mientras pataleaba.

—¿Entonces qué quieres? ¿Otro viaje al  estanque? —gruñó Kana. No sabía si la humana quería volver a pelear con ella o no.

—No soy tan estúpida como para intentar luchar contra alguien que puede golpearme una vez y mandarme a volar, como acabas de hacer tú. Sé que no puedo ganar contra ti. Quiero preguntarte si estarías dispuesto a ayudarnos en los próximos días. Para ser honesto, tomamos una búsqueda del gremio de aventureros que está un poco por encima de nuestras posibilidades. En cuanto al pago por ayudarnos, aceptaremos cualquier petición que tengáis siempre que podamos cumplirla —preguntó Cecilie, inclinando la cabeza. Esto sorprendió a todo su equipo. Principalmente porque Cecilie era la más orgullosa de todos, y casi nunca bajaba la cabeza ante nadie.

—Kana, hazlo. —Lysairth habló de repente.

—Pero me dijiste que no confiara en los humanos… —replicó Kana. Estaba confusa por el cambio de actitud de Lysairth.

—Si conseguimos que te den una caña de pescar con anzuelos de repuesto, podrás comer pescado, y una bolsa también estaría bien. Pide esas dos cosas a cambio de ayudarles a completar su búsqueda—. Lyisarth quería una bolsa para que Kana pudiera llevar algunos objetos consigo, y una caña de pescar permitiría a Kana comer el pescado que no había podido comer antes. Lysairth sabía que Kana estaba triste por no haber podido comer nada. Así que con la oportunidad llamando a su puerta, no había razón para no aceptar una oferta tan fácil como ésta.

—¡Pescado! —en cuanto supo que podía comer pescado, Kana se mostró dispuesta a aceptar el trato—. Les ayudaré, pero debo pedirte dos cosas —miró directamente a Cecilie con expresión seria. Por supuesto, estaría seria ya que era una forma de comer pescado. Se había estado preguntando a qué sabría el pescado desde que Lysairth le habló de él.

—Si podemos cumplirlos, haré todo lo posible por ayudar. —Cecilie respondió con la misma seriedad.

—Quiero una caña de pescar con anzuelos extra y una bolsa. —anunció Kana. Por la forma en que hablaba, se podría pensar que estaba pidiendo millones en dinero con lo firme que era su expresión.

—¿Eso es todo?— Cecilie esperaba algo mucho más grande. Pero cuando lo pensó, estaba hablando de un lagarto. Aunque era poderosa, seguía siendo un lagarto. Y dado que se trataba de un país humano que esclavizaba a los semihumanos y despreciaba a todas las demás razas, no había forma de que el lagarto que tenía delante pudiera aventurarse en una ciudad para conseguir ciertas cosas.

—Eso es ¿Aceptas o no? Si no, vayanse, por favor. Me gustaría comer en paz. —dijo Kana rotundamente. Estaría bien que estuvieran dispuestos a darle lo que necesitaba, pero si no era así, no podía hacer nada. No iba a trabajar gratis.

—¡Ah! Sí, por supuesto. —Cecilie sonrió y asintió con la cabeza. Ella estaba feliz de que su equipo y ella pudieran terminar su búsqueda ahora. Ella sabía que incluso sin el oso de tres ojos con cuernos persiguiéndolos, no habrían sido capaces de defenderse de los monstruos que ya los estaban atacando con facilidad. Estuvieron atrapados en esa lucha durante un buen rato, y ya empezaban a estar cansados—¿Segura que solo quieres pedir eso? Cosas tan sencillas ya las llevamos encima. Si hay algo más, pídelo.

Cecilie se sintió un poco mal por aprovecharse de la pobre lagartija. Como tenían que adentrarse en el bosque, no iba a ser un viaje fácil.

Kana miró a Cecilie, que esperaba su respuesta, y pensó un momento antes de que se le ocurrieran dos cosas.

— ¡Una almohada y una manta! —Sí, quería una almohada y una manta. Ya que tenía una bolsa, podría guardarlas allí mientras viajaba. Sería mucho más fácil de llevar.

—Almohada y manta... ¡Ray! Corre al pueblo y trae las cosas que la pequeña lagar… — Cecilie se detuvo cuando Kana la interrumpió.

—¡Me llamo Kana! —Kana empezaba a estar harta de que la llamaran lagartija esto, lagartija lo otro.

—Ejem... sí, lo siento. Trae las cosas que ha pedido Kana —Cecilie hizo un gesto de disculpa con la cabeza a Kana antes de volver a centrar su atención en Ray.

—¿Eh? ¿Por qué yo? Tú hiciste el trato, ¡Ve tú! ¿Verdad, Kana? —dijo Ray mientras se volvía hacia Kana y sonreía.

—Hazlo, o te abofetearé con mi cola —A Kana no le gustaba que Ray la mirara. Se parecía a esos traficantes de personas que siempre intentaban engañarla para que les siguiera, en su vida pasada. Esa estúpida sonrisa que Ray tenía en la cara le daba ganas de darle una paliza.

—¿Por qué? ¿Qué he hecho? —Ray estaba confundido,  no entendía que había hecho para no agradarle a Kana.

—¡Tu sonrisa! ¡Tu sonrisa me molesta!

[Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ]

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