Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 30

Capítulo 30 - Lo que nos espera, primera Parte

Ciudad de Bofelton…

—¿Qué? ¿Ese bueno para nada ni siquiera pudo capturar un solo dragón? Debí imaginarlo… —Este hombre era Walter Lambfield, el padre de Ray y un noble con el rango de barón.

—Maestro…¿Qué hacemos con el dragón?

—Hmm... Ve y reúne tantos hombres como puedas. Si el dragón es tan fuerte, necesitaremos tantos como podamos conseguir. Además, involucra al gremio de aventureros.Recluta también a los hombres sanos de la ciudad. Saldremos dentro de tres días. Debo tener este dragón. Si puedo conseguirlo y entregárselo a nuestro rey, estoy seguro de que mi rango subirá sustancialmente. Asegúrate de que lo traigan vivo. —Walter ya podía imaginar los elogios del rey cuando le entregara el dragón vivo.

—¿Qué hacemos con la chica llamada Cecilie?

—Mmm, capturenla a ella también. Mientras no sea fea, puede dar a luz un nuevo hijo para mí —dijo Walter despreocupadamente como si no fuera gran cosa.

El hombre que hizo el informe no pudo evitar preguntarse si al hombre que tenía delante le importaba siquiera que su único hijo hubiera muerto. Pero por lo que parecía, el hombre comprendió que a su amo sólo le importaba su propio éxito. Un hijo era prescindible, ya que siempre podía hacer otro. Al pensar en esto, se sintió mal por la joven Cecilie porque sabía que su amo tenía la costumbre de torturar a las mujeres.

***⚔***

De vuelta fuera del bosque, Kana masticaba felizmente un poco de carne de conejo. Cecilie había recogido todas las pertenencias que sus antiguos compañeros habían dejado atrás. Tuvo suerte de encontrar una única poción curativa que le permitió curar todas sus heridas. Afortunadamente, era una poción de nivel medio, por lo que incluso su tobillo se curó bien. Si hubiera sido una de nivel bajo, sólo se habría curado los cortes y rasguños. Después de recoger todas sus cosas y dejarlas a un lado, Cecilie se acercó a Kana con algunos objetos en las manos.

—Kana, sé que están usados, pero es lo mejor que puedo hacer por ahora.

Cecilie le entregó a Kana una caña de pescar con algunos anzuelos, una manta y una almohada. Kana los miró y sus ojos se iluminaron —¿Segura que puedo quedarme con todo esto? —Para Kana, estos objetos podían considerarse nuevos. Le hacía mucha ilusión recibir algo así.

—Yo... Prometo que encontraré la manera de conseguirte unos nuevos. —Cecilie se sintió mal al darle cosas viejas a Kana, pero sabía que ella quería esos objetos. Aunque se sintió peor cuando vio lo emocionada que se puso Kana al recibirlos.

Kana abrazó con fuerza sus nuevos objetos y se sentó cerca del fuego. Colocó con cuidado la caña de pescar y los anzuelos a un lado antes de empezar a extender la manta y colocar la almohada. Cuando se aseguró de que todo estaba en orden, se tumbó boca abajo y apoyó la cara en la almohada. Kana soltó un suspiro de relajación y satisfacción.

—Pareces que eres fácil de contentar. —A Lysairth la almohada y la manta le parecieron de muy mala calidad, incluso para alguien de su especie, pero al ver lo contenta que estaba Kana no dijo nada. También pensó que el hecho de que Kana no fuera materialista era algo positivo.

—Mmm... Nunca había tenido una almohada tan buena. —dijo Kana distraídamente. Sin darse cuenta de que sus palabras podían suscitar preguntas. Por suerte, Lysairth no prestó atención a lo extrañas que sonaban las palabras de Kana.

—Kana, ahora que Ray y los demás han muerto, tendremos que trasladar el campamento. Si el padre de Ray sabe que eres un dragón, estoy segura de que vendrán a cazarte. —Cecilie sabía cómo funcionaban las mentes de los nobles. Ray estaba muerto, pero probablemente eso no significaba nada para el padre de Ray. Él enviaría una fuerza aún mayor ahora que su hijo ha fracasado.

—Ella tiene razón Kana, odio decirlo, pero probablemente deberíamos volver al bosque. Tenemos que subir de nivel lo más rápido posible y apoderarnos de uno de los territorios. Si volvemos hacia la zona montañosa, puede que incluso encontremos una cueva que reclamar como base. —Lysairth no deseaba hacer las cosas así, pero seguían en medio del territorio de los humanos. Si Kana se aventuraba con su nivel actual, sería cuestión de tiempo para que la atraparan. En realidad, era más seguro para ella regresar a las montañas y establecer allí su base.

—Mmm… —respondió Kana. Ya estaba medio dormida, y no se sabía si había oído siquiera una palabra de lo que había dicho Lysairth.

—¿Kana? —Cecilie miró a Kana, que tenía los ojos cerrados. Su espalda subía y bajaba mientras dormía plácidamente. Cecilie sacudió la cabeza, asombrada. —Vaya, eres muy despreocupada. Pero supongo que esto es lo que te hace ser tú.

Cecilie puso otro tronco en el fuego y luego se tumbó, apoyó la cabeza en la espalda de Kana y cerró los ojos. Los acontecimientos del día la habían agotado. Al compás de la suave respiración de Kana, Cecilie también se durmió rápidamente. Lysairth esbozó una leve sonrisa, preguntándose cómo era posible que aquella humana también se durmiera después de decir lo que acababa de pasar.

—Para ser humana, eres muy extraña. Espero que no me decepciones, estoy poniendo mi confianza en ti.

[Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ].

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