Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 31

Capítulo 31 - Lo que nos espera, segunda parte

Una sustancia húmeda golpeó la cara de Kana despertándola. Con los ojos adormilados, miró a su alrededor para ver qué la mojaba mientras sentía más humedad golpear su cuerpo. Miró al cielo y vio que estaba nublado y había empezado a llover.

Kana se levantó, sin darse cuenta de que Cecilie la estaba usando como almohada, dándole a Cecilie un despertar bastante brusco.

—¿Eh? ¿Qué está pasando?

—Está lloviendo. —contestó Kana mientras hacía todo lo posible por proteger su nueva almohada y su manta. Lo había doblado todo y se había tumbado encima, intentando mantenerlo seco.

Al ver lo que hacía Kana, Cecilie soltó una risita. Se levantó y cogió uno de los paquetes extra de sus antiguos compañeros y lo vació.

—Toma, ponlas en esto.

—¡Gracias !—Kana movió la cola alegremente y rápidamente metió su manta y su almohada en la bolsa, luego tiró de la cuerda de la parte superior con fuerza para mantenerla seca. La propia bolsa estaba hecha de una piel especial de monstruo que repelía el agua para mantener a salvo su contenido. Con la propia correa, Kana la colgó sobre sus hombros y la dejó reposar entre su espalda. Luego plegó las alas alrededor de la bolsa para mantenerla en su sitio y que no rebotara.

—Kana, ¿puedes ayudarme con esta tienda? —preguntó Cecilie. La tienda era muy grande y en ella cabían todos sus antiguos compañeros. Aunque ella prefería no dormir en ella. Odiaba estar encerrada en un espacio reducido con tantos humanos. Sólo de pensarlo se le revolvía el estómago.

—¡Claro! —Kana saltó y empezó a ayudar a Cecilie. En un abrir y cerrar de ojos, terminaron de desmontar la tienda y recogerla. También recogieron el resto del equipo y dejaron todo lo que no iban a utilizar.

Cuando terminaron, la lluvia había empezado a caer con más fuerza. Cecilie estaba completamente empapada, pero no le importaba. Estaba de pie bajo la lluvia con una gran mochila a la espalda, lista para comenzar su nueva vida lejos de la sociedad humana.

—¿Lista?

—¡Sí, vamos! —dijo Kana alegremente. Todo lo que hacía le parecía una nueva aventura. Sólo llevaba unos días en este nuevo mundo y ya le encantaba. Su vida anterior no era más que una lucha por encontrar comida. Esa sensación de estar siempre hambrienta era algo que nunca echaría de menos. En esta nueva vida, era libre de encontrar comida cuando quisiera y comer todo lo que quisiera. Incluso podía cocinarla. Por no mencionar el hecho de que podía comer toda la carne que quisiera.

—Kana, tendrás que volver a las montañas. Será el lugar más seguro para ti. Si los humanos realmente vienen a buscarte, tendrán que abrirse camino hasta tu ubicación. En el camino, liberaré mi aura lo suficiente para mantener a todos los monstruos alejados de ti y de la chica humana. Así que con suerte, podremos llegar a la cordillera mañana por la mañana. Pero aún así, debido a que ese oso cornudo de tres ojos aún puede estar rondando por ahí, probablemente sería mejor tomar un camino más largo en lugar de la ruta directa. Esto añadirá un poco más de tiempo al viaje. Díselo a Cecilie. —Lysairth tenía la sensación de que el noble que perseguía a Kana no iba a enviar sólo unos pocos hombres esta vez, sino más bien un ejército de hombres. Pensó que si Kana lograba llegar a la cordillera sin luchar, podría encontrar fácilmente un buen escondite para cuando los hombres del noble llegaran hasta ellas. Si tenían suerte, estos hombres se dispersarían y reducirían lo suficiente como para que Kana pudiera acabar con ellos rápidamente.

—¡De acuerdo! —respondió Kana antes de volverse hacia Cecilie—Cecilie, nos dirigiremos a las montañas. Pero tomaremos un camino más largo debido al oso cornudo de tres ojos. No debería atacarnos ningún monstruo por el camino, pero mantente alerta por si acaso. —Kana ya se imaginaba que sería mejor no confiar plenamente en los poderes de Lysairth para protegerse de los monstruos. Sobre todo después de la última vez.

Los dos se adentraron en el bosque al amparo de la lluvia y se dirigieron a su destino. No habían pasado más de diez minutos cuando un grupo de cuatro personas llegó al campamento abandonado del que Kana y Cecilie acababan de salir.

—Es difícil de decir con la lluvia, pero creo que la chica y el dragón se fueron no hace mucho, a juzgar por las huellas que hay aquí. Parecían dirigirse hacia el bosque.

—¿Deberíamos seguirlas?— Preguntó uno de los cuatro.

—No, si somos más de uno, será difícil seguirles la pista sin ser detectados. Yo continuaré siguiéndolas. Ustedes tres regresarán y le dirán al maestro que los objetivos están en el bosque. Continuaré por mi cuenta y enviaré informes periódicamente. —Un hombre vestido de negro de pies a cabeza se adentró en el bosque. Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando pensó en rastrear a su presa. La emoción de la caza realmente le excitaba.

—Kana, creía que habías dicho que no nos atacarían monstruos. —dijo Cecilie mientras tensaba su arco y disparaba una flecha a una enorme araña negra.

—¡Yo también lo pensaba! —gimoteó Kana. Su respuesta no era sólo para Cecilie, sino una pregunta para Lysairth, que dijo que no se encontraría con ningún monstruo.

—Ermm... Puede que los monstruos hayan cambiado desde que yo vivía por aquí… —Lysairth se quedó sin palabras. Desde que entraron en el bosque, habían estado luchando contra monstruos de bajo nivel a diestro y siniestro. Estaba segura de que estaba liberando su aura, pero a estos monstruos no parecía afectarles.

[Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ]