Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 35

—¡Sigan marchando! Maten a todo lo que les bloquee el paso! —Gritó un hombre a lomos de un caballo escamado. Llevaba una pesada armadura y una enorme lanza a su lado. Los hombres que iban delante de él también llevaban armaduras pesadas con escudos y largas lanzas. Todo lo que intentaba atacarlos moría. Había un mar de soldados detrás de ellos mientras marchaban lentamente por el bosque. Los magos estaban detrás de las primeras líneas quemando árboles, despejando el camino a medida que avanzaban hacia las montañas. Al principio, fueron atacados por muchos monstruos, pero a medida que avanzaban, los monstruos aprendieron rápidamente a mantenerse alejados.

De vuelta a las montañas, donde estaban Kana y Cecilie. La herida de Kana se curó rápidamente gracias a la poción que Cecilie le había dado.

—Gracias, Cecilie. El dolor ya ha desaparecido.

—Ahora somos un equipo; no hay necesidad de dar las gracias. No se te ha roto nada, ¿verdad? La poción era de baja calidad y no curará huesos rotos. —preguntó Cecilie. Estaba muy preocupada por Kana, lo que sorprendió a Kana.

—No se ha roto nada. —Kana sonrió y se levantó. Nunca en su vida pensó que alguien se preocuparía tanto por ella. Se preguntó si eso era tener un hermano—Este tipo de sentimiento no es tan malo...

—¿Kana?— Cecilie miró a Kana. Pudo oír a Kana decir algo, pero su voz era demasiado baja para oír exactamente lo que decía.

Kana negó con la cabeza:—No es nada. Tenemos que atacar a esos monstruos cuando estén muy débiles.

—Kana, deja que la chica humana se encargue del oso. Y tú ve por el conejo de tres cuernos. Todo lo que ella tiene que hacer es disparar una flecha a través del ojo superior del oso mientras está a punto de morir para acabar con él. Esto le dará la experiencia de matar y le permitirá subir de nivel hasta diez al instante. —interrumpió Lysairth. Había estado observando la batalla de los monstruos y se había dado cuenta de que el conejo de tres cuernos tenía un nivel más alto, lo que significaba más experiencia para Kana. Pero sabía que hacer que Cecilie evolucionara a arquera también ayudaría ya que le daría nuevas habilidades.

—Lo haré. —Kana respondió en su mente antes de explicarle a Cecilie lo que debía hacer. Cecilie, que nunca había pensado en robar la presa, asintió sin decir palabra y preparó su arco. Necesitaba concentración total para disparar su flecha en el momento exacto en que el oso de tres ojos estaba a punto de morir.

El suelo tembló bajo la batalla de los dos monstruos de alto nivel. En ese momento, ambos monstruos estaban cubiertos de sangre. El conejo con cuernos ya había perdido el uso de su pata delantera derecha debido a que Kana le había arrancado un trozo y seguía sangrando por la herida. Además, tenía muchas más heridas que había recibido del oso cornudo de tres ojos. El oso cornudo de tres ojos no estaba mejor y se encontraba en peor estado. Había perdido una pata y tenía muchos cortes profundos en el pecho. Tan profundas que hasta el hueso era visible.

El oso de tres ojos estaba perdiendo tanta sangre que se había vuelto muy lento y apenas era capaz de mantenerse en pie. Pero aun así, siguió intentando luchar contra el conejo de tres cuernos. Cecilie y Kana observaban la lucha con asombro. Kana se preguntaba cuándo sería tan fuerte como ellos dos. Pero esperaba que el día en que llegara a ser tan fuerte no se volviera tan tonta como para luchar así. Kana no entendía qué impulsaba al oso de tres ojos cornudos a seguir luchando cuando ya se encontraba en semejante estado. No ganaba nada con ello ¿Era orgullo? ¿Tanto deseaba vengarse el oso cornudo de tres ojos sólo porque ella se había burlado de él? ¿En realidad se iba a someter a este tormento y acabaría con su último aliento, sólo para matarla?

Esas cosas estaban más allá de la comprensión de Kana. Ella había vivido una vida de supervivencia. Hacías lo que podías para sobrevivir siempre que no fuera en contra de tu propia moral. Por ejemplo, algunas chicas en su vida pasada se vendían a los hombres por dinero, pero ella nunca lo hizo. Se respetaba a sí misma lo suficiente como para no querer involucrarse en esos actos sucios. Esas chicas terminaban siendo engañadas para tomar algún tipo de droga y luego se volvían adictas a esta droga. Entonces, en lugar de ser algo que deberían haber hecho una sola vez, se convertía en la única forma de mantener su adicción.

Las callejuelas eran un lugar de muchos actos oscuros, y Kana había sido testigo de muchos de ellos con sus propios ojos. Por eso, ver al oso cornudo de tres ojos llegar tan lejos sin siquiera pensar en preservarse la confundió hasta el extremo. Kana no veía honor en sus acciones. Se había obsesionado con la venganza. Y ahora estaba pagando el precio de esa obsesión.

—No lo pienses demasiado, Kana. Es algo común entre todas las especies. Ya sean humanos, semihumanos, dragones o monstruos, siempre habrá un momento en el que la venganza o el orgullo los controlen. Lo que estás presenciando es una combinación de ambos. —Lysairth no sabía lo que pasaba por la cabeza de Kana, pero se daba cuenta de que a ella le costaba entender por qué el oso cornudo de tres ojos seguía luchando cuando no ganaba nada con ello—Sólo recuerda de esta experiencia, esto es lo que pasa cuando te pierdes en la venganza.

—Lo haré... me aseguraré de nunca obsesionarme tanto con la venganza. Porque si pierdes tu vida en el proceso sólo porque el objetivo está ahí, entonces morirás por nada. Es mejor hacerse más fuerte y volver. Y repetir este proceso tantas veces como sea necesario. Con suerte, nunca necesitaré vengarme de nadie...

[Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ]

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