Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 58

Cecilie no aguantó más y finalmente miró a Creige.—¿Por qué no la detuviste?—.Creige se rascó la cabeza mientras explicaba lentamente:—La verdad es que no sabía que se hacía así. Nunca había estado en una boda, ni me habían explicado cómo funcionaba la ceremonia. No fue hasta que sentí la conexión entre nosotros que me di cuenta de lo que había hecho. Así que, en parte, esto también es culpa mía. No creía que Kana fuera a realizar la ceremonia de unión. En un principio había venido a buscar mineral de acero frío, que había encontrado en abundancia en la montaña, en la cueva en la que ella estaba evolucionando. No quería perturbar su evolución, así que me senté y monté guardia. Salió de su huevo e hizo una pose extraña sin nada puesto. Fue entonces cuando empezó a llamarme marido.Cecilie podía imaginárselo todo en su cabeza y sabía que Creige no mentía. Sin duda era algo que Kana diría y haría.—De acuerdo, te creo. Estoy segura de que ya lo sabes, pero Kana no es como cualquier otra piel de bestia.—Lo sé. Ella es de la raza de los dragones y yo de la de los demonios. Ambas somos especies longevas que sólo se dedican a una persona por toda la eternidad. Ahora que se ha casado conmigo, estamos unidos. Pero en este momento, ella es demasiado joven. Necesita experimentar la vida antes de empezar a pensar en sus deberes matrimoniales. Yo vivo en el reino de Martillo de Piedra. Tengo una tienda de armas allí. Ella puede visitarme cuando quiera. Incluso si decide venir conmigo, no la rechazaré. Mantendré mis votos y no iré en contra de mis costumbres. Cuando los demonios contraen matrimonio, hacemos lo que podemos por nuestro cónyuge. Los amemos o no… —Creige dejó escapar otro suspiro. Nunca pensó que se encontraría en una situación así. Mirar a Cecilie, que no dejaba de mirarle como un padre que pierde a su hija, era una sensación extraña.—De acuerdo, lo entiendo. Por ahora, Kana es demasiado joven para vivir con un hombre. No importa si es una piel de bestia o no. Cuando sea mayor de edad, podrá vivir contigo. Hasta entonces, si desea visitarlo, yo estaré allí para acompañarte. —Cecilie se volvió hacia Kana, que seguía abrazada al cuello de Creige—¿Lo entiendes, Kana?—Mientras mi marido sea mi marido, está bien. —Las palabras de Kana hicieron que tanto Creige como Cecilie suspiraran aliviados.—Vale, entonces está decidido. Kana, deja que tu marido termine lo que estaba haciendo. Cuando visitemos el Reino del Martillo de Piedra en el futuro, puedes ir a visitarlo. También tenemos que terminar nuestra misión. —Cecilie se dio cuenta de que Creige tenía prisa. Supuso que debía tener un trabajo importante que hacer. No sabría hasta más tarde lo obsesionado que está con la forja y cómo Kana se obsesionaría también con ella.—¡Mmm! Entonces, ¡iré a visitarte pronto! —Kana sonrió y agarró la cara de Creige, la giró hacia ella, le plantó un beso enorme en los labios y lo abrazó con fuerza antes de bajarse de sus brazos de un salto. Con las mejillas sonrosadas, soltó una risita y corrió al lado de Cecilie.El apuesto hombre del que acababan de aprovecharse se quedó helado. De hecho, tardó un minuto en recuperarse.—Claro... Entonces te veré cuando vengas de visita. ¿Cecilie? Por favor, cuida de ella. En realidad, me gustaría...—Después de pensar un momento, Creige se acercó a Kana y le puso la mano encima de la cabeza. Una luz brillante salió de su mano y envolvió a Kana—Esto me permitirá teletransportarme directamente hasta ella si está a punto de perder la vida. Podré sentirlo a través de nuestro vínculo ahora que estamos casados. Puede que nuestro matrimonio haya sido forzado, pero como su marido, la protegeré con mi vida. Así que Cecilie, por favor, cuida bien de ella.Tras decir esto, alborotó el pelo de Kana y se elevó flotando en el cielo de vuelta a la cueva. Cecilie se quedó mirando la figura que desaparecía y no pudo evitar suspirar.—Kana, no haces nada y te encuentras a un hombre tan guapo y bueno.—¡No puedes tenerlo! —gritó de repente Kana.—¡No quiero a un viejo lolicon! —gritó Cecilie.Las dos gritaron tanto que Creige casi se cae del cielo al oír lo que decían.—¿Es este el final de mis días de paz? Bueno... Es mejor que estar liado con una cerda o con cualquiera… —Creige se miró el dedo y sacudió la cabeza—Supongo que tendré al menos diez años más antes de tener que preocuparme. Ahora a por lo que he venido.Creige entró en la cueva, vio la cáscara de huevo que había dejado Kana y suspiró. Agitó la mano y un portal apareció frente a él. Entonces recogió la cáscara de huevo y la envió a través del portal, diciendo sólo una cosa—Asegúrate de comer esto.Kana, que acababa de recibir un montón de cáscaras de huevo, no estaba nada contenta. Se frotó la cabeza y miró la cáscara de huevo mientras hacía pucheros.—¿Tengo que comérmelo...?—Sí, cómelo. Te ayudará a hacerte más fuerte. —Cecilie estaba haciendo todo lo posible por no reírse y pellizcar las mejillas hinchadas de la cara de Kana. ¡Su nueva forma era demasiado adorable![Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ]

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