0%

Renací Como Una Chica Dragón Con Un Sistema- Novela capítulo 70

Un rato después, Cecilie volvió a entrar por la puerta con una gran sonrisa en la cara y una gran bolsa en la mano. Kana venía caminando detrás de ella con la cabeza gacha. La regañaron durante todo el camino hasta el puesto de guardia por no llevarse la bolsa de piedras. Cuando Kiliffia vio a Kana, sus ojos se iluminaron, y corrió hacia ella.

—Diosa Kana, puede que no estés dispuesta a convertirme en tu esposa ahora, pero en el futuro, nunca se sabe, así que estemos juntas, por el momento, podemos empezar como amigas, luego crecer para ser amantes y finalmente ¡podemos unirnos para toda la eternidad!

—Ummm… —Kana levantó la mano y mostró a Kiliffia el anillo negro en su dedo, y dijo: —Ya estoy casada y tengo un apuesto marido. Así que tendré que pedirte perdón. —Kana no sabía nada de relaciones, pero sí sabía que estaba casada con un hombre guapo, así que eso era lo único que le importaba. Tampoco sabía por qué una chica querría casarse con ella. Todas estas cosas estaban demasiado lejos de su cabeza, incluso si su [inteligencia] estaba ahora en 200.

Kiliffia sintió como si el mundo se le viniera abajo. Miró a Kana y le preguntó con los ojos llorosos: —¿Es porque no soy un hombre? —Antes de que Kana pudiera responder, Kiliffia dejó de mirar y abrió los ojos de par en par mientras se acercaba a Frechet. —Padre, voy a necesitar cierta parte de tu cuerpo...

—¡Basta!— Frechet casi se desmaya; ver la mirada de su hija era realmente aterrador. Rápidamente se levantó y le pegó en la nuca, dejándola inconsciente—. Creo que ustedes tres deberían marcharse antes de que ella despierte. Tengan esto.

Frechet sacó dos cajas. Abrió la primera y sacó un arco ligeramente brillante—Esta de aquí es una de mis preciadas posesiones. Puede que en apariencia no parezca gran cosa, pero está hecho de madera de agnoria. Una madera rara que tiene efectos potenciadores que harán que tus flechas sean más afiladas y poderosas.

Frechet sacó el arco de la caja y se lo pasó a Cecilie.

—Por favor, cógelo.

Los ojos de Cecilie se abrieron de par en par cuando cogió el arco manejándolo como si fuera el tesoro más preciado de su vida. Y es que, en efecto, el arco era un objeto precioso. Había muy pocas armas con efectos potenciadores. Por eso, que te regalaran uno no era algo que se pudiera rechazar. Eso demostraba lo mucho que Frechet apreciaba la vida de su hija al regalarle un objeto así.

—Muchas gracias. Lo guardaré como un tesoro. —Cecilie lo guardó cuidadosamente en su espalda.

—No, gracias por salvar a mi hija. —Frechet sonrió y miró a Kana mientras abría la segunda caja—. Esto es algo que encontré en un viaje hace un tiempo.

Frechet sacó un par de brazaletes y guantes—. También están encantados, pero por desgracia no pude tasarlos. La calidad de este equipo supera todo lo que he encontrado hasta ahora. Espero que te sean de utilidad, muchacha.

Kana miró los guantes y los brazaletes y sonrió. No dudó en cogerlos y ponérselos. Se autoajustaron a su cuerpo en cuanto se los puso, ajustándose perfectamente a su piel.

—¡Gracias!

—No te preocupes, muchachita, me alegro de que te gusten. Ahora que te he dado las gracias, te pido que te vayas. —Frechet levantó a la inconsciente Kiliffia y se dirigió hacia la trastienda.

Kana y Cecilie se miraron y asintieron—Misha, vamos.

Tilia, que seguía en el rincón dibujando círculos, oyó que la llamaban por su nombre y las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

—¡De verdad se han acordado de mí!

—¿Por qué no íbamos a acordarnos de ti? Estamos aquí por ti, ¿verdad? —Cecilie sonrió débilmente y le dio una palmadita en la cabeza a Tilia.

—¿Quién es Misha?—. Preguntó Kana mientras ladeaba la cabeza, sólo para que Tilia llorara aún más fuerte.

—Kana, déjalo, vámonos. —Cecilie no sabía qué decir. La mente de Kana funcionaba de formas extrañas. A veces muy responsable mientras que otras veces era una tonta. Pero al final, todos estos aspectos eran los que hacían de Kana, Kana. La linda y adorable chica dragón.

—Ahora que tenemos dinero, podemos buscar una posada y comer algo. —dijo Cecilie, palmeando la gorda bolsa de su costado.

Cuando se fueron, Kiliffia se despertó y miró confundida a su alrededor. Se preguntaba por qué de repente estaba de vuelta en su habitación—Estás despierta.

—¿Dónde están la diosa Kana y los demás? —preguntó Kiliffia.

—Se fueron. No sé cuándo volverán. Pero déjame decirte, Kiliffia, que te olvides de esa extraña fantasía de casarte con esa niña. No lo permitiré. —dijo Frechet con severidad.

—Lo sé, papá. No intentaré convertirme en su esposa, pero aún puedo ser su amiga. Acabo de soñar con convertirme en alguien fuerte que pueda estar al lado de la diosa Kana. Así que he decidido que quiero matricularme en la academia.

—Puedes hacerlo si lo deseas, pero tendrás que pasar la evaluación. —Frechet sintió que esto era mucho mejor a que su hija intentara casarse con otra mujer. Tal vez incluso encontraría un buen marido para traer de vuelta a casa y hacerse cargo de su tienda.

—¿De verdad? ¡Entonces empezaré a entrenar de inmediato! —Kiliffia se levantó de la cama, agarró la espada de la pared y salió corriendo de la habitación antes de que Frechet pudiera decir otra palabra. Sonrió y negó con la cabeza mientras la seguía. Si quería volverse fuerte, era algo bueno.

[Traducido por: Yves  ૮ ˙Ⱉ˙ ა ]

◈❖◈

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas]

http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas]

https://www.facebook.com/MangoNovelas

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas]

https://www.tiktok.com/@mangonovelas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Inicio Detalle del manga