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Salvada Por Mi Loco Padrastro – Novela Capítulo 3

Capítulo de novela - 142 párrafos

[Traductor: PRYSE]

Salvada Por Mi Loco Padrastro

Capítulo 03

Su madre había sido agredida por el emperador y los caballeros en su nombre. Es por eso que su madre siempre murió en su quinto cumpleaños.

Exactamente fueron nueve veces y el día de la muerte de su madre siempre caía el mismo día, y hoy era ese día.

Pero esta vez, fue solo esta vez que pudo usar a la perfección su gran poder.

"Tu madre estaba tan preocupada de que no podía ver a su bebé".

"Eso nunca pasará, porque siempre estaré con mamá".

"Eso es un alivio. ¿Estás bien? ¿Estás herida? ¿Qué está pasando? Cuando me desperté, me dí cuenta que estaba en otro lugar".

Su madre, que no sabía lo que estaba pasando, miró a su alrededor mientras sus ojos recorrían la habitación.

Por supuesto, es natural que sus ojos se posaran inmediatamente en la silueta del Gran Duque.

Con miedo de que su hija fuera abusada de nuevo, su madre la abrazó apresuradamente por si acaso.

"¡¿Y quién eres tú?!"

"¡Mamá! ¡Ese buen señor parece habernos salvado!"

"¿De qué estás hablando?"

"¡Cuando me desperté, ese señor ya estaba aquí! Me desperté antes que mamá".

Su madre frunció el ceño ante sus palabras y luego miró al hombre.

Ahora su mirada había cambiado hacia el Gran Duque.

Los ojos del Gran Duque, que se paró tranquilamente mientras las observaba, se atenuaron.

Como si no mostrara que estaba nerviosa, su cuerpo delgado se tensó. Sin embargo, el Duque pudo detectar ese pequeño cambio porque siempre ha sido consciente de los demás.

"¿Es así? ¿Nos salvaste?"

"...Por lo que oí, parece que sí".

Sus cejas están inclinadas.

‘Con mi gran poder, no dejaré que se lleven a mamá de nuevo’.

En el pasado, ella le contó sobre su poder a su madre.

Sin embargo, quedó devastada cuando escuchó. Su madre dijo que no era más que una maldición porque ella es una niña muy pequeña, así que debería mantenerlo oculto.

‘Estoy segura de que esta vez dirá lo mismo’.

Si el Gran Duque le dijera a su madre cómo llegaron aquí, estaba segura de que su madre se preocuparía por ella.

Afortunadamente, contrariamente a sus preocupaciones, el Gran Duque no dijo nada más.

En su lugar, la miró a ella y a su madre, luego se rió como si fuera gracioso.

Tal vez entrando en razón un poco tarde, su madre se puso de pie con un "ah".

"¡Lo siento! No lo sabía".

Luego se inclinó en dirección hacía el Gran Duque.

"N-No. Mamá aún no está en condiciones de inclinarse".

Intentó detenerla, pero su madre fue demasiado rápida.

"Gracias. No sé quién seas, pero... nos salvaste del infierno donde estábamos".

En ese momento, sospechaba el porqué su madre estaba muy enferma.

Pero era imposible sacar una conclusión tan objetivamente. Después de todo, su madre estaba al borde de la muerte.

El Gran Duque, sin darse cuenta de ese hecho, la miró con atención.

Ella giró la cabeza porque sintió mucha presión.

"Mamá, ¿qué pasó con tus heridas?"

"Ahora están bien. De hecho, siento que mi energía se ha renovado. Alguien amable llamó a un médico para que tratara mis heridas”.

Sus pensamientos se detuvieron a toda prisa.

"¿Un médico? ¿Te curaron, mamá?"

"Sí. Acabo de volver del tratamiento".

"Entonces mamá no estaba aquí porque..."

"Me trataron en otra habitación porque el médico temía que pudieras despertarte. Aunque nadie me dijo dónde me encontraba..."

Cuando vió a su madre jugueteando con sus cabellos, miró nuevamente al Gran Duque.

"¡Después de todo, eres un buen hombre!"

Ella cambió de opinión de nuevo.

"Por curar a mamá, haré del Gran Duque Avelon mi papá".

"Puedo hacer eso porque soy fuerte".

"Bebe, sé educada. Sin embargo, estoy en deuda con usted por salvarnos..."

"Está bien. Su hija no tiene que reservarse".

Como ver una obra de teatro interesante, se quedó parado en una sola posición con los brazos cruzados.

La mujer miró a su hija y frunció el ceño.

"Ah, por cierto, ¿de qué nos salvarás?"

Ahora que su madre se ha recuperado por completo, sus ojos brillaban intensamente.

Para poder terminar su negociación con el Gran Duque, rápidamente centró la atención de su madre en otra cosa.

"Uh, mamá. ¡Ese tipo de cosas puedes preguntarlas más tarde! La cara de mamá se ha vuelto pálida otra vez, deberías ir a descansar rápidamente".

"¿Eh…?”

"Has estado despierta durante mucho tiempo. Es mucho para ti. Ve a dormir, mami".

"¡Bebe, mamá está muy bien...! ¡Hoy tengo mucha más energía!"

"No. Cada vez que éramos golpeadas y hablábamos tu te derrumbas".

Su madre caminó hasta la cama.

Ella guió con fuerza el cuerpo de su madre, que es tan frágil como el suyo. El cuerpo de su madre, que la protegió del falso emperador y caballeros todo este tiempo, era como un el tronco de un árbol descuidado.

Cada día, solo se les daba una rebanada de pan y leche, que parecía estar en malas condiciones. Aun así, su madre siempre le daba sus raciones a su pequeña hija. Es por eso que su madre no era más que piel y huesos.

"Mamá...está enferma. ¡Así que tienes que escuchar a Bebe!"

"¡Mamá, escucha a Bebe, nunca me he equivocado!"

"E-Eso es cierto".

"Así que escúchame y no vuelvas a recaer".

Solo entonces su madre se movió lentamente.

"Todo estará bien. Mamá, recupérate pronto... para que puedas darle muchos abrazos a Bebe..."

"No tienes de qué preocuparte, así que acuéstate".

"Pero Bebe, si me acuesto aquí..."

"No te niegues. Esta es una habitación de invitados preparada para que descanses. Puedes relajarte".

"¿P-Puedo...?”

Mirándola, vió las manos de su madre temblando incesantemente.

"Por supuesto, mamá. Así que descansa".

Después de ser instada varias veces, su madre finalmente puso su trasero en la cama.

"Pero Bebe, ni siquiera he saludado adecuadamente al señor que nos salvó..."

“Oh cielos, es un hombre amable, así que no pasa nada. ¡Sí!"

Al verlo reaccionar moderadamente, ella dió palmaditas en el pecho de su madre acostada en la cama.

"Mhm. Mhm, madre. Cierra tus ojos y duerme cómodamente".

"Dios mío. Mira, tus mejillas están rojas. ¡Mamá, debes tener fiebre!"

"¿Huh? No... Hoy estoy en buenas condiciones. ¡Tomé un poco de medicina!"

Puso la mano en la cabeza de su madre, que estaba luchando por mantenerse despierta. A pesar de que aún no puede usar magia poderosa, no es difícil poner a su madre a dormir.

"Mamá, buenas noches".

"No tengo sueño..."

"Te vas a dormir. Buenas noches, mamá".

Tan pronto como la magia fluyó de su mano hasta el cuerpo de la delgada mujer, cayó completamente dormida.

Ella acercó sus orejas a la cara de su madre. No pasó mucho antes de que sintiera las ligeras respiraciones.

Bebe saltó de la cama no sin antes cubrirla con una manta.

"¿Es eso también fue magia?"

"Si. Te agradezco por tratar a mi mamá".

"Ella parece no estar muy bien de salud y tú eres capaz de usar la magia, así que ¿por qué no la curas?"

"No puedo curarla".

El único inconveniente de su magia es que puede lastimar a los demás, pero no curar a nadie, y que cuando muere, el tiempo retrocede por sí solo.

Solo cuando cumple los cinco años puede empezar a usar la magia.

Pensó que la muerte de su madre era el detonante, pero no lo fue. El punto de partida fue su quinto cumpleaños.

"Les dije que no hirieran a mamá porque podría ocupar mi poder en su contra, pero no pude probarlo, así que mamá era golpeada por el Emperador cada vez".

Debido a su poder, el Emperador incluso la usaba como arma o como experimento.

"Firmemos un contrato. Tienes que ser tú".

Ella acarició el pelo de su madre y luego extendió su mano hacia él.

"Solo tengo una condición. ¡Quiero que cuides de mi familia! ¡Ah, por supuesto, es a mi madre!"

Ella pensó que esto no era una mala condición ya que él tenía suficiente espacio para las dos de todos modos.

Ya estaba más que agradecida por la habitación en la que estaban ahora mismo. Y en cualquier caso, ella estaba decidida a ofrecer cualquier cosa que el Gran Duque quisiera, pero él negó con la cabeza.

"No tengo intención de hacerlo".

"...¿Qué?"

"No me falta fuerza hasta el punto de firmar un contrato con una niña pequeña".

Ella alzó la mirada e hizo contacto visual con él.

"¡Fuerza, necesitas fuerza!"

"¿Por qué crees que la necesito?"

"¡Quieres ser emperador! Sería de mucha ayuda".

Él quería ser emperador más que nadie.

Bebe está segura de que el plan del Gran Duque no fallará si hay alguien a su lado que sea tan bueno y fuerte como ella.

"¿Quiero ser emperador? ¿Por qué crees que te necesito?"

"Porque tengo poderes especiales. ¡Sé cómo te sientes!"

"Eso es ridículo. ¿Quieres que te crea sin pruebas?”

"¿No has visto ya un poco? ¿No has visto que soy fuerte?"

"Por supuesto, ser fuerte y especial es diferente, pero debería ser suficiente para impresionarte".

"¿Me estás diciendo que te crea?"

"Sí. Solo tienes que confiar en mí".

Ella lo miró ferozmente.

El Gran Duque, que parecía estar agonizando por ello, no dijo nada durante mucho tiempo, y finalmente abrió la boca.

"Ni siquiera puedo descartar lo que dijiste como una mentira por lo que has mostrado".

"¡Sí! Exacto. Tienes que confiar en mí".

"Pero incluso si es cierto, no deberías mencionar la rebelión tan a la ligera".

"...¿Quieres decir que podría morir?"

"Por supuesto".

"No me importa. No le tengo miedo a la muerte".

Ella ya ha muerto nueve veces.

Así que no tenía miedo.

Solo tiene miedo de perder a su madre.

"¡Y tú quieres ser un emperador!"

El Gran Duque se sintió asustado por su determinación, pero pronto volvió a sus sentidos.

"Solo tu puedes proteger a mamá".

"Estás hablando de una rebelión. Es un pecado con solo decirlo. Incluso si viene de una mera niña".

"Lo sé. Sé que esas palabras tienen un peso. Pero el emperador... mató a mi padre. Y nos maltrató a mi madre y a mi".

Su mirada se atenuó, tal vez por el comentario inesperado.

"Ah, papá".

"Soy la última heredera que dejó el difunto emperador. ¿No es esto muy conveniente para ti? Además, fuiste testigo de lo fuerte que soy".

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