Trabajando En Una Mansión Embrujada – Novela Capítulo 5

[Traductor: P꒪˙꒳˙꒪]

Capítulo 05

"Un comerciante de la capital dijo que el cadáver estaba colgado en la puerta de la ciudad".

Wolfram ignoró por completo las palabras de Lily y, en su lugar, habló al aire.

"Comenzaré investigando si quedan restos. También comprobaré los desarrollos en la capital. ¿Tienes alguna orden específica, Su Gracia?"

[Necesitamos encontrar un traductor de Solmon.]

Eso fue todo lo que dijo Aidan. Sin más explicaciones.

¿Era porque los herejes que quedaban podrían ser seguidores de Solmon y por eso quería un traductor durante los interrogatorios? Pero había dicho claramente "traductor", no "intérprete".

Lily sentía curiosidad por saber el motivo. Pero, juzgando por la actitud anterior de Wolfram, lo más sensato era mantenerse en su lugar como una sirvienta que conocía su sitio.

Reprimiendo su curiosidad, transmitió el mensaje a Wolfram.

"Su Gracia dice que necesitamos encontrar un traductor de Solmon".

"Su Gracia, eso es..."

A diferencia de Lily, Wolfram pareció captar de inmediato la intención del duque. Se mostró preocupado por un momento, luego asintió.

Eso trajo silencio a la oficina. Después de medir el ambiente por unos segundos, Lily sintió que la tensión había bajado y habló educadamente.

"Entonces, me retiraré por ahora."

[¿A dónde crees que vas? Sabes que tu papel no termina aquí, ¿verdad?]

Ese fantasma realmente necesitaba aprender que sonreír no siempre hacía que alguien se viera amable.

Lily captó de inmediato la desconfianza y el escrutinio escondidos bajo la sonrisa de su superior.

Explicó, esperando no incomodar a nadie.

"Creo que he terminado con lo que se requería aquí, así que me gustaría volver a la limpieza. Sir Wolfram, actualmente estoy asignada a la limpieza del edificio principal, así que si necesita comunicarse con Su Gracia otra vez, no dude en buscarme."

Ella solo estaba allí para transmitir las palabras del duque. Hasta que Wolfram regresara con nueva información y quisiera discutir los siguientes pasos, no tenía más tareas.

El fantasma pareció conforme y asintió. Justo cuando estaba a punto de girarse para irse, Wolfram la detuvo.

"Espera. Hay algo más que necesito consultar con Su Gracia."

Se acercó al escritorio del centro y recogió una pila de documentos. Luego comenzó a leer en voz alta.

"Una petición sobre una disputa de tierras en la región de Randell. A ambos lados del río Semiviela como límite..."

Por lo que decía, Lily apenas entendió que se trataba de una investigación. Los nombres, los lugares y los términos legales estaban en lengua imperial, pero para ella no eran más que ruido.

Para cuando terminó de explicar, había pasado el tiempo suficiente como para limpiar al menos toda una sala de descanso.

[¿Qué pasa con los documentos de respaldo?]

"¿Qué pasa con los documentos de respaldo?"

Cansada de estar de pie y molesta por el retraso en sus tareas, Lily repitió palabra por palabra lo que dijo el fantasma.

Wolfram no notó en absoluto su estado de ánimo y se animó de inmediato.

"¡Están aquí, todos preparados!"

Se apresuró a recoger otro grupo de papeles.

"Debe haber sido un caso complicado..."

Lily cruzó discretamente una pierna sobre la otra bajo la falda, tratando de mostrar empatía. Calculando lo que le quedaba por hacer, pensó que si se apuraba podía recuperar entre 30 y 40 minutos.

Pero Wolfram no sabía cuándo detenerse. Tras terminar el primer asunto, mencionó un segundo, luego un tercero.

Al final, Lily quedó atrapada durante varias horas, y solo la dejaron ir porque rogó con insistencia, explicando que si se retrasaba más con sus otras tareas, sería desastroso.

"Confío en que no serás tan tonta como para repetir una sola palabra de lo que escuchaste hoy."

Cuando estaba por irse, Wolfram la detuvo con una mirada fría.

Y, para ser justos, lo que se había discutido allí era mucho más de lo que una simple criada debería saber en toda su vida. Aun así, su actitud resultaba irritante.

"Lo tendré en cuenta, señor."

Después de eso, Lily se movió como una loca. Aun así, para cuando terminó de guardar sus herramientas de limpieza, la cena de los sirvientes casi había terminado.

Se dirigió al comedor con el estómago gruñendo. Estaba pelando la piel de una patata hervida y tibia cuando Marie se acercó.

"Lily, la jefa de las criadas te estaba buscando. Dijo que pasaras por su habitación después de comer."

"Está bien. Gracias por avisarme."

Los labios de Lily temblaron ligeramente mientras sonreía en señal de agradecimiento. ¡Estaba tan harta de verse envuelta con sus superiores!

Lily, llena de frustración y dolor, se metió la cena a la boca y luego se dirigió a la habitación de la jefa de criadas.

Tenía una idea bastante clara de por qué la estaban llamando. Estaba segura de que el soldado del tercer piso había contado su arrebato.

Mientras caminaba, trató de pensar en una razón lógica para haber irrumpido así... pero lo único que se le ocurrió fue una excusa ridícula, como confesar sus sentimientos al ayudante que admiraba en secreto.

Con un sentido de pérdida, Lily llamó a la puerta.

"Jefa de criadas, soy Lily Dienta."

“Entra.”

Lily entró y leyó rápidamente la expresión de la jefa de criadas. No parecía particularmente enojada.

Pero no podía bajar la guardia. Una conversación tranquila podía convertirse fácilmente en un regaño acalorado en cuestión de segundos.

Lily miró con más atención. Angela estaba revisando un libro de registro en su escritorio. Los ojos de Lily se agrandaron.

Era el libro de registro. El que contenía todos los detalles sobre los deberes de la jefa de criadas. En él se anotaban datos sobre las sirvientas y evaluaciones de su desempeño.

Su cuerpo empezó a temblar. Así que realmente se trataba de lo que había pasado en el tercer piso. ¿Y si cancelaban el aumento salarial que le habían prometido?

Desesperadamente, ensayó mentalmente su línea de defensa:

"Lo siento, jefa. Siempre he admirado a Sir Wolfram. Cuando estuve frente a su oficina, no pude controlar mi corazón ardiente..."

Sí. Eso diría.

Angela terminó de escribir y levantó la vista. Luego, para sorpresa de Lily, comenzó a alabarla.

"Lily, sabía que hice lo correcto al asignarte al edificio principal. El propio Sir Wolfram vino a decirme lo impresionado que estaba con tu limpieza."

Lily parpadeó.

"Ya sabía que eras capaz, pero no esperaba que llamaras la atención del ayudante en tu primer día."

"Um, jefa, no estoy segura de a qué te refieres..."

"¿No limpiaste la oficina hoy?"

"Oh, sí. Así es. ¡Ayudé a Sir Wolfram!"

No era una mentira. No había limpiado la oficina como tal, pero sí ayudó a Wolfram.

Angela dijo con una sonrisa satisfecha:

"Esta tarde, el ayudante dijo personalmente que estaba aliviado de que la gestión de las criadas fuera bien, a pesar de que Su Gracia está postrado en cama."

Lily relajó sus hombros tensos. Se había preocupado por nada. Qué alivio.

"Por eso, a partir de mañana, ve directamente a la oficina."

Esa sílaba, "¿qué?", contenía todo el peso de un "¿por qué está pasando esto de repente?"

Normalmente, Angela la habría regañado por cuestionar una orden, pero esta vez respondió amablemente.

"El ayudante dijo que confiaba en ti para encargarte de la oficina. No quiere que te distraigas con otras tareas, así que pidió que te asignaran allí a tiempo completo."

Cuanto más hablaba, más se iluminaba el rostro de Angela.

"La verdad, al principio me opuse. Le dije que, por muy buena que fueras limpiando, no estabas del todo calificada para manejar la oficina. Y vamos, ¿esa pequeña habitación necesita una criada a tiempo completo? Con un turno por la mañana bastaría..."

Lily coincidía en silencio. Cualquiera que no supiera lo que pasaba pensaría que Lily Dienta había conseguido el trabajo más cómodo del mundo.

Pero ya fuese una humilde criada o la jefa de criadas, ambas tenían que obedecer órdenes de arriba.

"Pero, dado que el ayudante lo pidió específicamente, no podemos negarnos."

Angela añadió con una sonrisa:

"Sigue haciendo que las criadas se sientan orgullosas."

"¡Sí, señora! ¡Puedes contar conmigo!"

"Bien. Entonces, estás libre."

Lily salió de la habitación y regresó a sus aposentos.

Cuando Marie le preguntó cómo había ido la limpieza del edificio principal, Lily respondió que todo bien, y luego disfrutó de su primer tiempo libre en lo que le pareció una eternidad.

Se cambió a ropa cómoda y charló con sus amigas mientras se relajaban tras la jornada. Sus recuerdos del edificio principal empezaron a desvanecerse. En parte, deliberadamente.

Pero no era algo que pudiera borrar por completo.

Esa noche, en sus sueños, Lily flotaba en el aire, corriendo sin descanso por un pasillo interminable mientras trataba de escapar del duque fantasma que la perseguía.

El corredor nunca terminaba, y el fantasma repetía "Lily... Lily..." con una voz escalofriante, solo para que Sir Wolfram estallara de repente por una puerta a mitad de camino gritando: "¡Su Gracia necesita tu opinión!", en una pesadilla que solo podía calificarse de horrible.

Con su trapo, escoba y bandeja en mano, Lily suspiró y murmuró:

"Probablemente seguiré teniendo pesadillas como esa..."

El miedo era una cosa, pero más que eso, se sentía como si estuviera trabajando incluso en sueños, y no podía deshacerse del cansancio.

El soldado del tercer piso no la detuvo esta vez. Seguramente lo habían informado con antelación.

Lo saludó con entusiasmo al entrar. Wolfram aún no había llegado.

Los turnos de las criadas comenzaban muy temprano. Era intencional, para evitar cruzarse con los nobles; sus horarios y movimientos estaban calculados meticulosamente.

Pero eso ya no aplicaba a Lily. Ella no estaba allí solo para limpiar. Ahora era, básicamente, la intérprete del fantasma.

Aun así, trajo sus herramientas de limpieza y llegó temprano porque no podía soportar ver la oficina convertida en una pocilga. El caos era tal que hería su orgullo profesional.

El plato con el sándwich de ayer —e incluso el del día anterior— seguía sobre el escritorio. Varias tazas de té con los restos secos también estaban esparcidas por ahí.

Lily tomó un plato y murmuró:

"Podrían haberlo puesto afuera. Ahora no quedará ni un solo plato limpio en el gabinete..."

[Cuando estaba vivo...]

De repente, una voz le hizo cosquillas en la mente. Lily sujetó el plato con fuerza por reflejo.

No podía permitirse romper uno de esos platos finos, un juego de calidad noble que incluso un barón dudaría en usar. ¡El costo saldría directamente de su sueldo!

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